Capítulo 1

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Desde el tejado de la casa de Sasuke, la noche se veía extraordinariamente tranquila. Unas pocas nubes, estrellas brillando en el firmamento y una brisa algo helada para completar algo bastante simple. Para Naruto, la noche era absolutamente helada, se había dejado las llaves de su casa, en su casa, la cerveza que había elegido estaba algo caliente y las estrellas probablemente formaban una constelación en la cual se veía un dedo medio extendido en su cara.

El chico sacó el celular de su bolsillo y jugueteó con él por unos segundos. Finalmente, decidió escuchar el mensaje una última vez. Aunque probablemente lo había hecho tantas veces, que sin duda podría repetirlo con facilidad.

--Naruto, para lo que sea que hayas visto, hay una explicación. --La voz de Shion apareció como tantas otras veces. --No digo que sea una buena excusa, porque en realidad es una excusa muy mala, pero no podemos dejar las cosas así como así. Tienes que llamarme otra vez ¿ok?, porque Naruto, a pesar de todo lo que sucedió, aún te amo.

La voz del contestador se hizo escuchar en ese instante.

"Este mensaje ha sido guardado por 298 días"

Naruto buscó en el teclado para hacer llamadas y apretó el número que correspondía a la acción que deseaba hacer.

"Mensaje borrado"

El chico se mantuvo un momento más mirando hacia el cielo, tratando de entender cómo era que su vida, o al menos lo que podía llamarse el intento de una, pudo haberse ido al caño tan rápidamente. De hijo pródigo con novia -posible esposa- y estudiante de una carrera de medicina en una universidad de alto nivel académico, a ser el hijo que vivía en el ático, con una ex novia cuya decepción lo hizo abandonar todo.

Pero es que mantenerse allí, era simplemente tan... Doloroso. Tal vez había más palabras, pero nunca fue bueno con ellas. Quizás era mejor de esa forma.

En cambio, en ese momento, en el techo de la casa de su mejor amigo con la música de fondo, las cervezas esperando por ser abiertas y la posibilidad de que por borrar ese odioso lastre que llevaba en su celular ahora todo saldría bien. Le dio un sorbo a la cerveza sin darse cuenta de lo terriblemente caliente que estaba y escupió un poco sobre sus zapatillas nuevas.

"La forma más simple que tiene la vida de recordarte que apestas es simplemente logrando que hagas algo que te lo recuerde. Escupir en tus propias zapatillas cerveza caliente, suena apropiado para eso" Pensó Naruto ya totalmente desanimado

Miró una última vez hacia el cielo, tomó aire y se dirigió a la fiesta que se desarrollaba adentro, o sino, Sasuke lo empalaría. En público si era posible.

Entró tranquilamente por la ventana del cuarto de su amigo -gracias a que por lo menos su estado físico no lo había abandonado...aún- directamente desde el techo. Cruzó la habitación y fue hasta el comedor. La música le retumbaba en los oídos y no pudo evitar pensar cómo era posible que ahora no estuviese bailando como siempre lo hacía. Era un imbécil pero al menos sabía ser uno divertido. Fue hasta la heladera y la abrió sacando una cerveza. Todas heladas, como era la demanda de Dios.

Cuando la cerró vio los imanes. Pequeños y cada uno contenía una palabra diferente. Lo pensó por un momento y tomó varios.

Cuando terminó pudo ver con orgullo su obra. Un lindo poema sobre el significado del amor.

"El amor es estúpido y aléjense de esa peste por su propia sanidad"

Sí, definitivamente una obra digna de ser admirada. Aunque el chico rogaba que nadie notara que él era el responsable de esas palabras. Por eso cuando notó a una chica a su lado miró con cuidado. Su pelo negro largo y un rostro delicado con facciones realmente bonitas le llenó los ojos, y admiró esa belleza antes de darse cuenta que la chica miraba su poema.

¿Solamente amigos? - NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora