─Mierda, mierda, mierda.─susurro entre dientes échando mil maldiciones.
Corro con todas mis fuerzas y cuando voy a cruzar la carretera para pasar a la otra acera, el coche derrapa y se estaciona justo delante de mi. Retrocedo mis pasos lentamente contemplando el vehículo con terror.
Cómo me toque le clavo un par de llaves en cada ojo.
El motor del coche se apaga y puedo escuchar como el individuo x se desabrocha el cinturón y seguidamente la puerta del copiloto se abre. Meto mi mano en el bolsillo y empiezo a explorar con rapidez hasta que las yemas de mis dedos tocan con el frío metal de estas, las agarro rápidamente y me preparo para el ataque.
El individuo sale del coche y no logro ver bien entre la niebla que presenta la fría noche, solo hasta que este no se gira y sus ojos café se mezclan con los míos no corro para matarlo en serio.
─¡IDIOTA!.─le grito a Max mientras corro para pegarle por asustarme.
─Abi yo...
No le dejo terminar porque me echo sobre su cuerpo y lo tiro al suelo, me siento en su abdomen y las hostias comienzan a volar hacia todo su cuerpo y seguidamente los puñetazos.
-¡Abi por favor!.-comienza a pedir y a colocar las manos delante de su rostro para que los golpes no lleguen a ella.
-¿¡ABI POR FAVOR!?.-le grito y agarro el cuello de su camisa, lo atraigo hacia mi.-casi me meo en las bragas estúpido.-digo y éste no puede evitar reír.
Suelto su cuello y me levanto enfadada. Lo miro alzando una ceja con cara de pocos amigos y el sigue ahí con la cantela de no puedo dejar de reír.
Para en un momento, se levanta suspirando para coger todo el aire que ha soltado en un momento y nos miramos.
-¿Ya?.-me cruzo de brazos.
-¡No!.-y de nuevo comienza a reírse.-¡casi te mojas en las bragas!.-y de nuevo.
Abi, recuerda que matar es ilegal.
-Vale ya paro.-dice ahora mas serio.-solo venía a recogerte.-me explica.
-¿Te dedicas a perseguir personas para recogerlas?.-mi ceño fruncido aparece de repente.
-No, solo a ti, querida vecina.-sonríe de oreja a oreja.
Pongo mis ojos en blancos y me encamino hacia el asiento al lado de el copiloto. Respiro un olor a menta mezclada a coche nuevo, increíble, porque el coche no es nuevo.
Observo todo, está tal y como estaba la última vez que me monté y fue hace un año y más. Me giro y observo que el peluche que adornaba la parte de atrás ya no se encontraba y mis sospechas empiezan a comerme.
¿Mary ha vuelto?.
-Abi.-comenta Max despertandome de mi sueño despierto.
-Max.-digo y lo miro.
-¿Quién es ese chico?.-cuestiona sin apartar los ojos de la carretera.
─¿Qué chico?.─cuestiono frunciendo el ceño, comienzo a buscar en los archivos de mi cabeza y no llego a caer.
─Ese que le ha dado tanta alegría verte, mmm, ¿Holland he oído?.─alza una ceja y me mira seguidamente.
─¿Alegría?¿Holland?.─frunzo mi ceño e intento recordar algo.
─Sí, el chico de ojos celestes, que iba con un traje negro que parecía que acababa de salir de un funeral y le ha parecido interesante reírse de mi cuando esa chica no me dejaba.─se frena de golpe por el semáforo en rojo y unos adolescentes felices y riéndose pasan sin importar el hecho de que casi los atropellan.
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La hija de Josh Miller 2 ®| Terminada✓
Teen FictionDespués de unos meses trabajando como una chica normal y corriente, Abi Miller descubre las passarelas por su propia cuenta. Al principio los focos se la comen y dejan ciegos sus ojos azules, pero poco a poco le va cogiendo el truco a lo de andar po...