—¿Qué?.—cuestiono para ver si me he enterado bien.—Es mi cumpleaños.—comienza a jugar con los cubiertos con la mirada perdida en ellos.
Estoy realmente en shock.
—Quería pasarlo contigo.—dice y me mira fijamente a los ojos con un pequeño destello.
—¿Conmigo?.—cuestiono confusa.—¿Por qué?.
—¿Saben que van a pedir?.—llega un señor interrumpiendo el momento.
—Dos de estos.—Max señala algo de la lista y el señor se marcha.
—Contigo, porque eres lo más especial que tengo en mi vida.—mi corazón comienza a latir cada vez más rápido.
—Pero... ¿y la chica esa?.—le cuestiono.
—¿Qué chica?.—frunce el ceño.
—La que has conocido, con la que tienes una nueva oportunidad de ser feliz, ¿por qué no con ella?.—digo y juro que puedo sonar apenada preguntando eso.
—¿Qué?.—abre sus ojos como platos.—no, no, no.—dice atropelladamente.—la chica que te dije es Wifi, pero no como alguien a quien llego a querer sino como amiga.
Mi rostro puede recobrar color, mi vellos se empinan, mi sonrisa se dibuja, mi corazón late con fuerza, las chispas, las mariposas, todo empieza a tener color y sentido en este momento.
—¿Pero no querías que quedáramos como amigos?.—cuestiono confusa pero emocionada.
—Sí, pero porqué sé que no quieres nada conmigo y pues yo aunque no te olvide quiero seguir teniendo contacto contigo.—explica.—y llevo mucho tiempo queriendo pasar mi cumpleaños contigo.
Me levanto instantáneamente de la mesa, lo invito a levantarse agarrando su camisa y atrayéndolo hacía mí.
Él se queda en shock mientras que yo solo sonrío de felicidad, no sé que puede pasar después de ésto, no sé si voy a arriesgarme, no sé si voy a intentar superar mi miedo, pero ahora solo quiero perderme en sus labios.
Lo beso.
Tras varios segundos de combate entre nuestras lenguas, me separo, las comusiras de sus labios se encuentran tornadas a un color rojo al igual que su nariz. Respiramos hondamente sin separarnos, sigo sin soltar su camiseta.
—Abi...—susurra.—yo...
—No sabes la falta que me has hecho.—sigo susurrando y me echo a llorar en su hombro.—no me falles de nuevo por favor.
Él responde a mi abrazo, me aprieta con fuerza y me repite varias veces que jamás volvería a hacerme daño.
—0—
Navidad. La época más mágica para los niños, en donde se colocan muérdagos para besar a ese crush que llevas persiguiendo toda tu vida, para reunirte con la familia que no has visto desde la Navidad anterior... Esa época que odio.
Este año mi padre ha decidido pasar la Navidad junto a mí, así que estoy preparando como una loca todo el salón con la ayuda de Wifi. Ella no va a pasar la Navidad aquí, pero ha decidido ayudarme por su propia voluntad.
De Max me despedí hace dos horas ya que viaja hasta Washington para cenar en la casa blanca, presentar programas representativos para el país y todo el rollo.
¿Qué qué pasó entre Max y yo? No sé, ahora llevamos una relación muy extraña, no somos novios, no somos amigos, no sé que llegamos a ser exactamente pero me encanta y me siento en el mismo cielo con él.
—Es la magia de la Navidad.—comenta Wifi y me despeja de mis pensamientos.
—¿El qué?.—frunzo el ceño y me giro para verla a la cara.
Su maquillaje es apreciable desde estas distancias y su peinado extrafalario hace juego con el extraño vestido de lentejuelas verde. Esta chica siempre ha tenido un estilo muy... poco común.
—Que tú y Max estén juntos como novios.—dice, sus empanadillas se caen al suelo y saca esa sonrisa-mueca extraña que la define.
—¡Wifi!.—grito y me tiro al suelo al rescate de las empanadillas.—y Max y yo no somos nada.—digo desde abajo.
—Aún.—se agacha y me ayuda.
Cuando se inclina para agarrar empanadillas las de las bandejas se van cayendo y aparto la bandeja de sus manos de inmediato.
—Deja las empanadillas y toda la comida, ocúpate del árbol.—le aconsejo.
—Eres la única persona que conozco que no pone el árbol navideño.—dice asombrada.
—Y lo estoy poniendo por mi padre.—le explico sin voltearme, las empanadillas tienen que estar perfectas.
—Qué chica más rara.—comenta a lo lejos.
Me lo dice la chica que se llama Wifi.
—0—
Cuando Wifi se va me quedo unos 15 minutos esperando hasta la llegada de mi padre y Angeline. Traen el postre que se trata de tarta de manzana, lo dejo en la encimera y me siento a su lado en la mesa.
—Está muy bonito el piso.—dice mi padre y posa la servilleta sobre su regazo.
—Pensaba que odiabas la Navidad.—anuncia Angeline.
—Y así es.—no desmiento.—pero supongo que así ustedes se sentiréis más... Agusto.—me encojo de hombros y saco el champagne.
—Muy considerado de tu parte.—dice mi padre como en ironía y en burla.
—Si bueno... qué menos.—digo entre dientes terminando de servirle champagne a mi padre ( la próxima Navidad será en su casa y seré yo la invitada a la que le echaran champagne).—¿Quieres?.—le cuestiono a Angeline.
—Oh no, no puedo tomar.—dice ella con una sonrisa pequeña y llena de rubor.
Mi padre le sonríe, toma su mano y vuelve a mirarme.
—Vale.—me encojo de hombros y me dispongo a apartar comida.
—0—
La cena ha estado bien, el postre mejor aún y las charlas han sido divertidas y agradables. Se nota que mi padre no es el mismo desde que Angeline está aquí.
Nos vamos al sofá y me dirijo a la estantería de los juegos.
—Tengo, sin palabras.—sigo rebuscando.—¿el hormiguero?.—digo confusa al verlo... será de Wifi.—el ahorcado.
—Cariño vamos a iluminar el árbol y ahora hablamos del juego.—dice mi padre.
—Vale.—me encojo de hombros, agarro mi copa de champagne y me dirijo junto a ellos al árbol.
—Bueno, Angeline y yo queríamos decirte algo.—dice mi padre en tono heroico agarrando el cable de las luces.—es algo muy importante.
—Aja.—bebo de mi champagne.
—Estoy embarazada.—dice Angeline.
El árbol se ilumina a la misma vez que echo el champagne manchando todo el vestido de ella. Me quedo en shock y ellos sonríen esperando una respuesta.
—¿Qué?.—cuestiono.
—Vas a tener un hermanito.—dice mi padre ilusionado, con un toque de brillo en sus ojos.
—¿No te emociona?.—dice Angeline más feliz aún mostrando toda su dentadura.
—Yo... ¿Sí?.—digo algo confusa y ambos corren a abrazarme.
¿Voy a ser hermana de un pequeño monstruo?.
Y hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les haya gustado comenten aquí todo lo que les ha parecido.
Aviso que haré votación de como quieren que llame al hermanito o hermanita de Abi, y también votación de que sea niño o niña.
Pero aún no, más adelante.
Espero que les haya gustado, un beso.
ESTÁS LEYENDO
La hija de Josh Miller 2 ®| Terminada✓
JugendliteraturDespués de unos meses trabajando como una chica normal y corriente, Abi Miller descubre las passarelas por su propia cuenta. Al principio los focos se la comen y dejan ciegos sus ojos azules, pero poco a poco le va cogiendo el truco a lo de andar po...