Capítulo 29.-Soy sincero.

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Deslizo mis dedos por el interruptor esperando ansiosa y desesperada las intenciones de Max.  Él se desplaza un paso a su izquierda dejando ver una mesa adornada con una vajilla limpia y velas aromáticas.

Sonrío para mis adentros.

—Nunca la he elegido a ella, no después de haberte conocido.—se acerca a mí y posa el mechón de mi pelo tras mi oreja.—pero quiero contarte algo.

—¿Podemos sentarnos? Me da pereza estar de pie.—él suelta una pequeña risa negando con la cabeza.

Nos sentamos en la mesa, decide traer los platos. Dos pizzas pequeñas con petalos de rosas. Es lo mejor.

UNA PIZZA PARA MI SOLA.

—Bueno.—me despeja de mis pensamientos.—cuando te conocí hubo algo que no te conté.—deslizo mis dedos por la tela del mantel hasta llegar a acariciar sus dedos con las yemas de los mios.

—Cuéntame.—digo casi en susurro.

—Yo no quería enamorarme de ti.—frunzo el ceño y dejo de mirar sus manos para mirarlo a él.—no... no podía, no me lo permitía.—aparto las yemas de mis dedos y me cruzo de brazos.

—¿Y... por qué?.—cuestiono.

—Había dos motivos.—hace una pausa.—no podía permitir enamorarme de nuevo para perderte, porque mi padre siempre insistía en hacer mi vida sin importarle mi decisión.—pasa su lengua por sus carnosos labios.—y no podía olvidar a Mary, no del todo.

Un silencio se queda entre nosotros, no sé si aumentando la tensión o diaminuyendola.

—Mary, a pesar de no ser perfecta, me gustaba. Ella era buena conmigo y la quería, no me imaginaba el mundo sin ella, lo creía sin color, pensaba que nadie sería mejor que ella y me hiciera sentir mejor que ella.—mira la ventana, el paisaje nocturno de California.—le hice una promesa, una promesa que rompí nada más pusiste un pie en mi habitación aquel día.

Los recuerdos se amontonan en mi cabeza. Daría cada segundo por recuperar cada momento al lado de Max y cada vida por una sola a su lado, mirarlo, me ha vuelto una cursi rosa.

—Sentía que no podía traicionarla, que no podía, que ella volvería y no podría darle el palo de que ya no la quería, aunque en el fondo ya solo la quería como alguien lejano, no como con quién quieres compartir el resto de tú vida a su lado y entonces te besé, en la playa.—otro recuerdo y me vuelve a mirar con sus ojos brillantes.

—Nuestro primer beso.—digo con un hilo de voz.

—En ese momento decidí arriesgarme, dejar de pensar y hacer lo que realmente el corazón me mandaba, besarte, tenerte.—aprieto mis labios.

—Y a medida que iba pasando el tiempo, cerraste una herida en mí. Me curaste y me abriste un puto universo entero.—una lágrima recorre su mejilla para acabar en el blanco mantel de tela.—aunque te protegiera con lo de Amanda, Mary desapareció de mis tormentos y me sentía cada vez mejor.—extiende sus brazos y yo poso las pequeñas palmas de mis manos en las suyas, para que sean enterradas por sus enormes manos.

Max nunca había sido tan abierto.

Solo se oye el crujido de la madera, el aire que pasa entre nosotros, el murmullo de la ciudad  de fondo. Mientras todo gira a nuestro alrededor, nosotros nos centramos en mirarnos y perdernos juntos.

—Y cuando desapareciste, cuando solo te veía en las grandes pantallas, intenté hacer lo mismo que con Mary.—traga saliva.—no buscarte en otras personas, si no sentir que alguien más podría hacerme sentir más que tú, pero eso es imposible.—aprieta mis manos.—tú, tu eres una jodida galaxia que me deslumbra cada día y que a pesar de nuestras peleas y de todo, sigues siendo mi despertar de cada día.—bien chicos, es hora de decir, que me estoy derritiendo, ESTO JAMÁS ME HA PASADO AYUDA.—y la vuelta de Mary no ha cambiado nada, ella no significa nada para mí, ella es alguien pasado y mi único miedo era afrontar el decirle que eres la mejor chica del mundo y que alguien la había superado.—río.

—Entonces... ¿me crees?.—cuestiono con casi lágrimas en los ojos.

—Creo en ti y si usted me lo permite.—se levanta y se arrodilla a mi lado.

Mis mejillas se encienden, seguro que el rojo de mis mejillas se puede apreciar entre toda esta oscuridad porque ilumina más que el propio sol. Max no hagas lo que creo que vas a hacer.

Coge un trozo de pizza de su plato.

—¿Me permites vivir al lado del amor de mi vida para siempre?.—sonfíe mostrando sus perfectos dientes.

—¿Si la muerdo significa que sí?.—alzo una ceja y muestro una sonrisa de lado.

—Y si la tiras me iré por la terraza.—ríe.

—¿Por la terraza?.—frunzo mi ceño echando mi cuerpo un poco hacía atrás confusa.

—Seré un chico soltero, pero seguiré siendo Spiderman.—río a carcajadas.—oh venga, Tom Holland no me llega ni a los talones.

—Oh dios, a ti te ha afectado demasiado esas películas.—río.—y no te vuelvas a meter con papasito Holland.—lo amenazo.—oh hare que una araña te pique en tus bolas.

—Sería muy doloroso.—se encoge y hace una mueca de desagrado mientras yo muerdo la pizza.—¿entonces?.

—Bienvenido, Spiderman 2.0.

Él me levanta, alzandome en sus brazos y besándome. Me besa con fuerza, con deseo y la calor empieza a aumentar.

Presiona un botón y la canción Crazy in love comienza a sonar, yo aparto su camisa de su cuerpo y él hace lo mismo con la mía.

Lo freno en seco, apartándolo. Respiramos seguidamente para coger el aire que nos falta.

—¿Qué pasa?.—me cuestiona.

—¿Habrá que comerse a estás bebés no?.—digo dirigiéndome a las pizzas como los mosquito a la luz.

Max se ríe y se acerca conmigo a la mesa a cenar.

—Vale pero tu y yo tenemos algo pendiente.—me advierte con un trozo de pizza y yo le guiño un ojo.

—0—

Dos días más tarde...

Max se ha mudado totalmente a mi piso dejando a la arpía sola en el otro piso. Ops.

Me encuentro haciendo unos huevos fritos para el desayuno, mientras miro Instagram en mi celular. Llevo puesta una camiseta de Max que podría usar perfectamente de vestido.

Un mensaje me llega, vibrando en toda mi mano izquierda y aparece el nombre de IAN🍑. Lo abro para ver una imagen en la que anuncia su casamiento.

«Te invitamos a nuestra boda!! Ian×Carlos, Carlian, no me digan que nuestro shippeo no es adorable ^^.

Será exactamente dentro de tres meses, no traigáis dinero, preferimos vuestra compañía y una buena pizza para pasar el rato (en el combite la comida es muy extraña).

Espero veros allí, será algo pequeño no queremos invitar a tanta gente, queremos algo más familiar.

Avisa tu existencia personita, besos xxx»

Oh dios mío.

Las cosas parecen ir mejorando no?.

Jejeje, quién sabe.

Besitoss y que sepáis que estáis todos invitados a esa increíble boda♥

La hija de Josh Miller 2 ®| Terminada✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora