CAPÍTULO I - El fin (Prólogo)

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Ahí estábamos los dos. Cara a cara. Había llegado el momento de acabar con esto. Al monte lo cubría una tremenda tormenta y se apreciaba como todo nuestro entorno, estaba consituido por tornados, huracanes, maremotos y truenos. Era un caos. Los árboles se quemaban, los volcanes que había por todo el lugar erupcionaban y dejaban ríos de lava que destruian aboslutamente todo a su paso. Había un arsenal de armas esparcidas por todo el monte: hachas, espadas, cuchillas, puñales, cadenas, lanzas... Pero lo hicimos a puño limpio.

Corrimos uno a por el otro y dimos así comiezo del combate. La tormenta empeoraba con cada golpe que nos dábamos. La lucha fue muy dura. Intentaba pararle todos los golpes y atacar luego. No fui lo suficientemente ágil y acabó metiéndome un puñetazo en la barriga y siguió con un codazo demoledor en la cabeza. Todo me daba vueltas. Conseguí levantarme y seguir la batalla. Esta vez, le propiné una patada en las piernas y le hice caer. Esquivó una segunda patada y se levantó. Consiguió tumbarme en el suelo de un puñetazo en el pecho, me levanté rápidamente y conseguí esquivar el puñetazo que venía, a lo que le propiné un codazo en el cuello. Se cayó de lleno al suelo y retumbó de tal manera que se partió el monte en dos.

Una parte se caía mientras la otra seguía rígida. Yo estaba en la parte que iba a desplomarse contra el suelo. Corrí como loco, intentando llegar a la otra parte y llegué a cogerme. La tormenta se hizo peor aún y se formaron tornados y huracanes por todo el lugar. Subí a la montaña y continuó la pelea. Le golpeé varias veces en la barriga y le propiné un puñetazo demoledor en la cabeza que lo dejó pálido en el suelo. Rápidamente, cogió un hacha del suelo y me la estacó en el hombro. Me arrodillé, temblando de dolor. Arrancó el hacha de mi y cogió una espada.

- Este es tu fin.

Y me la clavó en el pecho. Los tornados aumentaron. La tormenta se convirtió en una tempestad enorme y cayeron rayos por todo el monte, partiéndolo en varios trozos.

El Sol no está y solo llega la luz de los rayos que no paran de caer. Ha acabado todo. La incansable lucha por conseguir lo imposible, ha acabado. Me acuerdo...me acuerdo de todo lo que he tenido que pasar para llegar hasta aquí...lo que tuvimos que pasar...

THE NEW GOD OF WARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora