entre mas grande el orgullo... mas fuerte el amor.

Capítulo 9: Complicidad.

Este capítulo va dedicado a ElenaCristina2099, ¡feliz cumpleaños!

Pov Kori.

Seguí repitiendo la grabación unas diez veces más, y aún seguía sin creerlo, creo que fue bueno que no estuviera tomando nada mientras revisaba las grabaciones, ya que de lo contrario estoy segura de que me hubiera ahogado o hubiera escupido lo que sea que estuviera tomando. Congele la imagen justamente en el momento en que se besaban, me quede observando la imagen por unos largos minutos y después me decidí, me levante de la silla en la que estaba y me dirigí a paso rápido a la habitación de Raven, cuando llegue estaba a punto de tocar la puerta, pero mi puño se detuvo a unos cuantos centímetros del metal y es que como rayos pensaba abordar el tema. Desistí de la idea y regrese a la sala de computadoras, ya estando allí volví a tomar asiento, pero aun así la pregunta seguía ahí, ¿Cómo iba a abordar el tema?, ¿le pediría una explicación?, ¿los regañaría por estar besándose?

-¡rayos!

No, ¿una explicación de por qué se besaron? Es un asunto privado, no tendría por qué pedirles una explicación, tampoco podría regañarlos, después de todo el que dos integrantes del equipo sean pareja jamás había estado prohibido como tal, de lo contrario Ricardo y yo no seriamos pareja. Creo que debo admitir que mi único argumento para pedir una explicación al respecto es, porque tengo curiosidad de saber si hay una relación romántica entre ellos dos, pero obviamente la curiosidad no será un argumento válido para esos dos.

-aaaah, creo que no me queda de otra más que quedarme con la duda.

Puse mi vista en la imagen de ellos, que aún se encontraba en el monitor, y el primer pensamiento que me vino a la mente es que se ven bien como pareja, tal parece que el castigo sirvió para algo mas, aparte de hacer recapacitar a Damián.

-creo que de hoy en adelante les prestare más atención a estos dos.

Apague la computadora, y salí de la sala con una sonrisa de oreja a oreja, me disponía ir a mi habitación a descansar.

Mientras tanto en otro lado de la torre, más específicamente en la habitación del chico Robín, él se encontraba recostado en su cama, con su espalda recargada en la base de la cama, observaba detenidamente su pie derecho mientras hacía círculos en el aire con este, su pie se encontraba perfectamente, no había rastro alguno de que hubiera recibido un fuerte golpe hace algunas horas, pero aun así le seguía pareciendo incensario el hecho de que Raven lo halla sanado, más que nada porque era una lesión leve y el usar su poder de curación la agota, lo cual no es bueno en su estado actual, pero tal parece que la chica es necia y aun así lo hizo.

-definitivamente eres una chica rara Raven, aunque eso me agrada.

En eso recordó como Raven lo piso y lo empujo ya que él no cooperaba para que lo revisara.

-jajaja, es verdad, ya encontrare la oportunidad para vengarme.

En eso le llego un mensaje a su teléfono, era de Ricardo.

"reunión familiar, OBLIGATORIA

Esta vez no te vas a salvar 😁

No tardes enano"

Lo pensó durante un rato, pero al final se decidió, se levantó de su cama y busco un poco de ropa limpia, ya que la que traía estaba algo sucia por la arena, escogió un pantalón de mezclilla oscuro rasgado de las rodillas y una sudadera negra con cierre rojo, se cambió de ropa, salió de su habitación y se dirigió hacia la de Raven, dio un pequeño vistazo al interior y se cercioro de que aun estuviera dormida, así que cerró la puerta y estaba a punto de salir de la torre, cuando recordó que en el garaje de esta se encontraba una vieja motocicleta que pertenecía a Ricardo cuando era parte del equipo, así que bajo al garaje, tomo las llaves de la motocicleta, subió a ella, se colocó el casco y acelero a todo lo que daba. Mientras conducía sintió la adrenalina que no había sentido hace semanas, ahora que lo pensaba tenía un par de años que no conducía una motocicleta, ya había conducido el batimovil, pero siendo sincero le gustaban más las motocicletas. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba en ciudad gótica, definitivamente la ciudad le hacía honor a su nombre, callejones oscuros, bares, vendedores de drogas y prostitutas en cada esquina, además de varios delincuentes rondando por las calles, sin duda todo un bello paisaje, el chico fastidiado de la vista prefirió volver a acelerar y comenzó a esquivar autos y personas para llegar hacia su destino, la mansión de la familia Díaz.