Sin darse cuenta Damián se había quedado dormido y cuando despertó ya eran las diez de la noche, se levantó, salió de su habitación y se dirigió a la de Raven, toco la puerta y espero a que respondiera.
-adelante.
-pensé que ya estarías dormida.
-en realidad no, ya que casi todo el día estuve dormida, y ahora no tengo sueño.
-bueno, veo que no soy el único que se quedó dormido, y ¿tienes hambre?
-pues ahora que lo pienso sí, no he comido nada aparte de la comida que me trajiste en la mañana.
-¿acaso Starfire o los demás no han venido a verte?
-pues no, pero no es su culpa, escuche que la alarma sonó y al parecer no han regresado.
-¿hace cuánto fue eso?
-tal vez unas cinco horas.
-bien, entonces voy por algo de comida, ya que yo tampoco he comido nada.
-te importaría ayudarme a ir a la cocina contigo, no es muy agradable estar en esta cama todo el tiempo.
-¿estas segura?, en la mañana no podías ni sentarte.
-dormí todo el día, tengo suficiente fuerza para ponerme en pie.
-de acuerdo, pero no te esfuerces demasiado.
Raven se sentó en la orilla de la cama y Damián la ayudo a ponerse en pie, paso el brazo de ella entre sus hombros y la sujeto de la cintura, así se fueron hasta llegar al área común, solamente faltaba bajar unos escalones pero en ese momento Raven perdió el equilibrio y casi caían ambos, pero Damián tuvo cuidado, mantuvo el equilibrio y sujeto a Raven fuertemente, y como se había desesperado de ir caminando de esa manera prefirió cargarla en sus brazos y llevarla hasta el gran sofá que se encontraba en el lugar.
-¿Qué fue lo que dijiste?, así, que no había problema que tenías suficiente fuerza como para mantenerte en pie. Todo esto lo decía con un deje de burla en su voz.
-estaba bien, solamente me tropecé. Realmente había perdido el equilibrio pero no admitiría que aún seguía débil.
-claro, como usted diga princesa. En este momento realmente quería reír, tal parece que no era el único al que no le gustaba sentirse débil
-¿princesa?
-pues técnicamente eres la princesa del infierno, si tu padre era el que mandaba en ese lugar es como si fuera el gobernante o rey lo cual te convierte en la princesa Raven.
-entonces, si yo soy la princesa del infierno, tú eres el príncipe de la noche ya que tu padre es el caballero de la noche, aunque en lugar de príncipe pareces un bebe murciélago.
-vaya tal parece que la chica gótica tiene sentido del humor.
-lo mismo podría decir de ti mini Batman.
-sabes, en este momento está siendo muy tentadora la opción de soltarte.
-no te atreves.
-por desgracia no, ya que estas herida y eso sería poco caballeroso.
-ahora eres caballeroso con la niña bruja.
-¿acaso me guardas rencor por esa ocasión?
-no, eso sería muy inmaduro de mi parte.
Como estaban tan metidos en su conversación ni siquiera se habían dado cuenta que desde hace varios minutos ya se encontraban frente al sofá. Cuando Damián se percató de esto dejo a Raven en el sofá y se dirigió hacia la cocina.
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entre mas grande el orgullo... mas fuerte el amor.
RomansDos aves..... con pasados muy parecidos, prácticamente un reflejo del otro. Ambos inexpertos en el tema del amor al sexo opuesto. ¿Se puede amar a alguien que es prácticamente igual a ti? Averiguenlo...