Capítulo 14.

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Ha pasado un mes desde la pelea y por suerte para mí, todavía no ha tenido ninguna más, está semana estoy encantada, son vacaciones y nos vamos a conocer a la madre de Max y Jak, vamos los 4 y el pensar que ha sido idea de ellos me llena de felicidad, Jak poco a poco se ha abierto por completo y ya nada es secreto entre nosotros, le ha costado mucho dar este paso y yo lo sé pero estoy tan orgullosa de ver su evolución y de formar parte de su vida. Estamos en al avión, y los nervios de Jak afloran, no sabía que le daba tanto miedo un avión, a mí por el contrario me encanta volar. _ Es el medio de transporte más seguro. Le intento tranquilizar sin ningún efecto. El viaje pasa rápido y cuando nos queremos dar cuenta estamos los 4 montados en un taxi yendo hacia la casa de su tía Clara, el lugar es precioso, desde la ventanilla voy mirando los paisajes que cada vez me dejan más sorprendida, vengo muy bien equipada ya que estamos en Canadá y aquí hace frío, mucho frío, en el taxi reina el silencio y tardamos más de media hora en llegar a una enorme casa, a las afueras de un pueblo, aquí todo está blanco por la nieve y salimos del taxi con cuidado, los chicos van delante con las maletas en las manos y Ana y yo vamos detrás de ellos. Cuando estamos en la puerta, puedo darme cuenta de cada detalle, la puerta es grande, de un color marrón desgastado por el paso del tiempo, en todas las ventanas hay pequeños balcones de los que cuelgan algún tipo de plata, queda preciso, la puerta se abre y sale una señora de pelo corto y rizado, con la piel muy blanca y unos ojos precioso de color café. _ Hola sobrinos, que alegría teneros aquí. La señora que ya sé que es la tía Clara los abraza a los dos a la vez. - Hola guapísimas, soy la tía Clara. Nos abraza como a ellos a las dos a la vez y nos besa a las dos en la mejilla más cercana a ella. _ Encantada, soy Lucy. _ Y yo Ana. _ Que nombres tan bonitos, a juego con vosotras. Esta mujer me cae fenomenal es encantadora, ella nos coge de los brazos uniéndonos a las tres y nos acompaña hacia dentro, entramos y veo un gran recibidor unido a un salón con 4 sillones muy grandes, está todo muy bien decorado con colores claros y con artilugios antiguos, las cortinas son como salidas de las películas, me podría perder en ellas, grandes, muy muy grandes, pero desde luego lo que más me llama la atención es la señora alta tanto como Jak que está al fondo, parece darle miedo acercarse y eso me angustia, Máx es el primero que va hacia ella y la abraza, los demás miramos la enternecedora imagen desde los sillones, Jak me mira, y suspira yo le acaricio el hombro y le doy un pequeño empujón para que se acerque igual que ha hecho su hermano, desde aquí veo como su madre llora al acercarse Jak, siento lo duro que tiene que ser todo esto y más con nuestro ojos sobre ellos y decido que nos tenemos que ir de algún modo. _ Clara nos enseña la casa, así se quedan ellos poniéndose al día. _ Si, que buena idea. Ella sale andando hacia el pasillo y nosotras dos la seguimos, necesitan intimidad y la tía Clara lo ha pillado a la primera, cada habitación que veo me fascina más, la cocina es grande y por su decoración parece que hemos retrocedido en el tiempo, la tecnología en esta casa brilla por su ausencia, me encanta y ahora que caigo en la cuenta miro mi móvil y compruebo lo que sospechaba, sin cobertura, a mí me da más igual pero creo que a mi amiga no tanto. _ Aquí estamos incomunicadas Ana. _ ¿No? No me digas eso, ¿No funciona el móvil? ¿Ni Internet? Me rio al escuchar esa última palabra. _ No. A Ana casi le da algo. _ Tranquila unos días desconectada. Ella pone los ojos en blanco mientras que la tía Clara nos mira como si fuéramos extraterrestres. _ Vamos chicas. Nosotras empezamos a andar de nuevo tras ella que va directa a las habitaciones de Max y Jak, hace hincapié que estos días serán también nuestras, la tía se ríe burlona, con picardía haciendo comentarios graciosos. _ Tranquilas los muros son fuertes y gruesos, nunca te enteras de lo que pasa a tu alrededor. Ana y yo nos reímos, está mujer cada vez me cae mejor. Entro a la habitación de Jak, quiero cotillear todo, hay fotos de Max y él de pequeños, y de ellos con su madre, en las fotos parecen tan felices, no puedo sacarme de la cabeza el cómo caeré yo a la madre de Jak y si estará preparada para conocerme, creo que tantas emociones juntas pueden salir mal, es probable que este viaje no haya suido tan buena idea ahora que lo pienso, terminamos de ver todo y volvemos al salón donde Max está viendo la pequeña televisión y Jak está echando leña a la enorme chimenea, le miro embobada, como puede ser tan sexi y encima ser mío. Giro mi cabeza pero no veo por ningún lado a su madre y eso me da un poco de libertad, me acerco a Jak y le abrazo por la espalda, como puede se da la vuelta y me rodea con sus brazo, desde luego que estar aquí, sintiendo el calor que él me proporciona, me hace sentirme protegida. _ ¿Qué tal? Me besa la frente. _ Bien hemos visto la casa, que es preciosa por cierto y tu tía es fantástica, y muy graciosa. _ Si ella siempre ha sido así, muy alegre. _ ¿Y tú? ¿Qué tal con tu madre? No sé si esta pregunta le sentara bien pero es mejor tratar el asunto con normalidad. _ Mucho mejor de lo que me pensaba, ella aquí está bien, me alegro tanto por ella. _ Claro que si mi amor, estando ella bien, el pasado, que importa ahora. _ Ven quiere que conocerte. Mi cuerpo se tensa, sí, estoy nerviosa por conocer a mi suegra, pero Jak no me da opción, me coge de la mano y tira de mi hasta que salimos a un patio que da a la parte trasera de la casa, es enorme y hay unas vistas preciosas de un bosque a lo lejos, la veo, está sentada en una silla, nos acercamos y se levanta, yo solo hago lo que Jak me indica, una vez pegados a ella la miro de cerca por primera vez, tiene los mismo ojos que Jak, es guapa, muy guapa, normal que Jak sea así, con esta madre, su cara está alegre pero sus ojos muestran a gritos tristeza, imagino por todo lo que habrá pasado está mujer, tanto dolor guardado durante tanto años, no puedo evitar sentir algo de desprecio por ella ya que dio a su propio hijo de lado y eso es una herida de la que Jak todavía no se ha recuperado. _ Mama, ella es Lucy. La mujer se acerca a mí y me da dos besos, siento como no se separa y me abraza, me abraza fuerte y sólo cuando está totalmente pegada a mí me susurra. _ Gracias por ayudar a mi hijo, has sido su salvación. Tuve que contener las lágrimas, me parecía tan emocionante que su madre pensara eso de mí, yo una simple chica normal y corriente, a la que tanta gente ha rechazado por mis kilos de más, no me lo podía creer, quien soy yo al lado de este hombre al que toda mujer se gira para admirar su belleza. Se separa de mí y sigue hablando. _ Me llamo Hillary y estoy encantada de tenerte aquí, bueno, de teneros a los dos. Yo me sonrojo. _ El placer es mío, gracias. Acaricio su mano que está encima de mi brazo para que sepa que yo a pesar de todo estoy dispuesta a intentar entenderla. _ Ven voy a enseñarte algo. Dice Jak y me alejo de Hilary y cojo la mano de Jak que esta extendida, nos despedimos y nos alejamos despacio, ando a su lado con bastante curiosidad por lo que quiere mostrarme pero no pregunto, simplemente espero a que llegue, andamos mucho, nos metemos por una especie de cueva, el camino es precioso pero si tuviera que volver sola, no sería capaz. Jak me va contando que en verano venia aquí cuando era pequeño, que era cuando se libraba de la realidad y del infierno de casa, sus palabras son tan dolorosas, me mortifica tanto saber que ha sufrido de esa manera, pero es el pasado y nadie puede cambiar lo que ya ha sucedido. _ Cierra los ojos. Sonrío con timidez pero le hago caso y sin ver nada el posa un beso sobre mis labios que me hacen saltar, tira de mí y más despacio que antes andamos un poco, estoy a punto de abrir los ojos pero nos detenemos. _ Ábrelos. Me dice soltando mis manos, por supuesto le hago caso y abro los ojos, pero rápido vuelvo a crearlos una y otra vez y me los froto con las manos, parece mentira, aquí la nieve no existe, hace menos de 10 minutos todo era nieve y frio y ahora todo lo contrario veo una poza de agua cristalina, rodeada de verde, esto parece un paraíso, mire donde mire en este lugar hay algo realmente bonito, la temperatura ha subido demasiado y empiezo a desabrochar el abrigo que llevo puesto, es como entrar en otro planeta. _ Es preciso. _ Ven. Me da la mano y bajamos despacio para acercarnos al agua, él mete la mano y me echa un poco de agua en el brazo, el agua está caliente, la sorpresa hace que me acerque y meta yo misma la mano. _Esto es un paraíso Jak. Le sonrío. _ A que sí, muy poca gente lo conoce, el camino ya has visto que es raro y si no sabes venir te pierdes enseguida. _ Es preciso, muchas gracias. Me acerco a él y le beso, deseaba sus labios desde ese beso corto que me dio con los ojos cerrados, me aprieta contra él, logrando que nuestro cuerpos se peguen por completo, tengo claro que en este momento me sobraba ya toda la ropa pero no es el lugar, me separó y le miro mientras acaricio su cara, se le ve tan indefenso, tan desprotegido. _ Vamos, nos estarán esperando. _ No importa, que esperen, ¿te vas ir de aquí sin bañarte? Su sonrisa lo dice todo. _ ¿ahora? _ Claro. Se empieza a quitar la ropa pero yo prefiero centrarme en admirar cada uno de sus movimientos y quedarme quieta, una vez desnudo por completo, muerdo mi labio inferior, me provoca tanto verle así, pero él no hace caso a mi reclamo. _ Vamos. Se mete al agua y yo rápido me quito la ropa y le sigo, esto es como un sueño, nunca pensé que en mi vida fuera a vivir cosas así, siempre sueñas con momentos prefectos pero son eso sueños, y ahora estoy aquí viviendo eso momentos, mejorando mis sueños, meto mi cabeza bajo el agua y salgo cogiendo una bocanada de aire, abro los ojos y le veo al otro lado, esta quieto centrado en mí, me acerco a él, se lo que quiero, se lo que necesito ahora mismo y eso es él. _ Como ha podido pasar que alguien como tú, se fijará en mí. _ Lucy, la pregunta tendría que hacerse al revés, como toda una psicóloga y con buenas calificaciones se ha podido fijar en un patético boxeador con tendencia a la agresividad. Me sonríe y me abraza, yo siento que su miembro va creciendo bajo el agua, como le pasaría a cualquiera eso hace que me excite hasta el punto que me da igual si alguien nos ve, me agarró a su cuello y comienzo a perderme en sus delicioso labios, él me acaricia el cuerpo hasta que llega a mi clítoris donde para, yo le rodeo con las piernas y echo mi cuerpo hacia atrás dejando que flote en la superficie, él me acaricia, me roza los pezones y me los pellizca provocando que me levanté por miedo a ahogarme al sentir este placer, me coge por la espalda y se introduce muy despacio en mí, al sentirlo dentro respiro hondo, si hay algo que me pueda gustar más en la vida que sus labios es cuando sus labios me besas cuando él está dentro de mí, yo comienzo a moverme hacia arriba, mis movimientos son lentos y con delicadeza, disfrutando de cada movimiento, Jak esta entretenido con mis pechos, gritó de placer, estoy en plena naturaleza, mi gritó provoca eco y eso hace que pare por un instante y me ría. _ Esta tan loca. Me dice y empieza el a moverse haciendo que vuelva a gritar, pero ya no me río, el placer no me deja pensar en donde estoy solo siento como una ola de placer viaja por mi cuerpo, cuando se acompasan nuestros movimientos y las embestidas se hacen más intensas, llego al orgasmo y un gemido por su parte me hace saber que él también ha terminado. No me separó, le abrazo fuerte para que no salga de mí, quiero quedarme así el resto de mi vida, pero eso es imposible ya lo sé, calmamos nuestras respiraciones y me separó muy despacio de él, haciendo que salga, esa sensación logra estremecer mi interior echándole de menos al instante, salgo del agua caliente detrás de él y nos vestimos, antes de irnos me besa de nuevo. _ Lucy, eres todo en mi vida. Yo ante su revelación le acaricio y le beso en la mejilla, le quiero tanto que me asusta.

TÚ, MI SALVACIÓN .Publicada en físico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora