Capítulo 9.

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-SIGUE NARRANDO _______-

Hubo un largo silencio, miré mi reloj, ya era tarde y me puse nerviosa. Las cosas empeoraban cuando llegaba a casa después de mi padre, inconscientemente empecé a jugar con mis deods. Niall se dio cuenta.

- _____, a qué hora tenías que estar en tu casa?

- bueno cualquier hora mientras llegue antes que mi papá y eso es entre las 10:30 y las 11.

- Por qué? Estás castigada o algo?

- Son las leyes de la supervivencia en casa, si no quieres problemas solo no te busques uno –encogí los hombros- ya agoté todas las formas posibles de decepciónalo.

- Decepcionarlo?

- Sí, larga historia, la verdad es que soy una maldita –dije con sarcasmo mientras reía.

- No me sorprendería! Con esa forma de jugar play! –se reía –Nadie le ganaba a Liam en mucho tiempo.

 Llegamos a mi casa, tomé una gran cantidad de aire y entre.

Pronto comenzó el sermón, ¿dónde estabas? ¿Por qué llegas tan tarde? Sabes que tienes que estar aquí, quién sabe qué harás, seguro estabas perdiendo el tiempo o comiendo por ahí… y ahí estaba el tema de mi peso otra vez. Yo no estaba mal, de que podía ser más delgada, pues sí, pero me gustaba cómo era, no me interesaba martirizarme y pasarme la vida preocupada por mi apariencia. Y para remate, la típica frase: “¿Por qué no eres como tus hermanos?”

Muchas veces me puse a pensar si ellos tenían alguna idea de lo que esa frase le puede hacer a una hija. Simplemente el único lugar donde una persona puede ser ella misma sin importar nada es su casa con su familia… se supone. Yo no tenía eso, en cualquier lugar era juzgada, pero, donde las cosas eran casi insoportables, era mi casa.

Dos o tres días pasaron casi iguales, entrenamientos, luego ir a tomar café con sus amigos, pero no vimos a Marie. Niall y yo no hablábamos si no había alguien cerca, todo era aburrido. Empezaba a arrepentirme de haber hecho el trato con él, no es que me molestara el silencio, mas bien ese sí me agradaba, el problema venía cuando él decía algo. Parecía tener una extraña afinidad por hablar acerca de cómo él era mejor que los demás en todo. En un principio trataba de decirle lo equivocado que estaba, que no podía juzgar a las personas así, pero al final decidí dejarlo. Me enojaba que fuera tan egocéntrico y altanero, pero podía soportarlo por dos meses. No era imposible. Por lo menos eso evitaba que hablara de Marie, no podía culparlo, él estaba enamorado de ella, pero esas conversaciones eran particularmente aburridas.

 El viernes, cuando salí de la piscina, me encontré con Niall durmiendo en el auto, abrí la puerta que estaba sin seguro y lo sacudí.

- Hey Niall!

- ____! Hola! –¿estaba borracho? Un atisbo de aroma a alcohol era desprendido en su aliento.

- Niall? Estás bien? –empecé -¿Estás borracho?

- Fui a casa de Liam mientras nadabas y bebimos un poco… nada grave –pero apenas y se mantenía erguido.

- Manejaste hasta aquí así?

- Mmmm sí, tengo muchas habilidades –respondió

- Claaaro, bien ahora dame las llaves –extendí mi mano- y cambia de asiento

- ¿Qué? No! Yo conduzco –se acomodó en el asiento.

-Niall yo conduciré, tú no puedes hacerlo.

- Lo he hecho muchas veces, además es mi auto… tú podrías… -empezó y yo me irrité.

-Dame las llaves Niall, colabora un poco-

El trato {Niall Horan}♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora