Capítulo 30.

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( :3 es genial, gracias a todas las lectoras! Llegamos al 30)

NARRA NIALL

-Bien, de acuerdo a lo que me dijiste, tenemos que elegir un libro para analizarlo –empezó a decir mientras leía los títulos en su librero.

-Así que aquí es donde vive la ermitaña ______ -comenté mirando ahora sí detenidamente a mi alrededor.

-Ya sé cuál puede ser –dijo ignorándome. Se acercó a la esquina de su habitación más cercana a la ventana, recorrió un sillón que ahí había revelando un pequeño espacio, donde con mucho esfuerzo podrían caber dos personas, había un almohadón en el suelo.

-Genial –me acerqué –es como un escondite –era todo lo contrario al resto de la habitación, el cojín era colorido y había algunas pilas de libros más una lamparita.

-Lo sé, nadie que entre puede ver este lugar, es mi lugar seguro –sonrió. Se sentó sobre una parte del cojín, yo me acomodé a su lado, estábamos bastante cerca, pero por alguna razón no sentía incomodidad alguna. Ella tomó uno de los libros que se encontraba ahí apilado hojeándolo, yo hice lo mismo, pero de mi libro se escapo un papel. Inspeccioné qué era lo que tenía escrito, era una lista de modelos de autos.

-¿Qué es esto? –le mostré la lista

-Son mis autos favoritos, tengo la meta de manejarlos todos por lo menos una vez en mi vida –respondió apenas lanzando una mirada al papel y volviendo su mirada al libro que hojeaba.

-Tienes metas fáciles eh? –dije sarcástico, eran como 25 autos de lujo. El primer nombre: Nissan 370 Z, ese era el modelo de mi auto, tenía una “X” marcando que ya lo había manejado.

-¿Cuándo manejaste un Nissan 370 Z? –pregunté

-Conduje el tuyo, probablemente no lo recuerdes, estabas borracho

-Ah claro, sí lo recuerdo, gracias por eso.

-No hay nada que agradecer, estaba cumpliendo una de mis metas, gracias a ti, ese modelo es mi favorito de todos. –Me molestó un poco que no me mirara mientras decía eso, me gustaba ver sus ojos cuando hablaba, era entretenido intentar descifrar lo que en realidad pasaba por su cabeza. Devolví la vista a la lista y vi dos modelos que pude reconocer fácilmente. Uno era el Mercedes de Liam, eso explicaba la emoción de más temprano al verlo. El otro era el segundo auto de papá, el Porsche Cayman. Me vino una idea a la cabeza, no entendía la sensación que corría por mi cuerpo en ese momento, pero tenía ganas de hacer algo bueno para ella. Le lancé una mirada y contemplé como pasaba los ojos rápidamente por las páginas de los libros. Suspiré.

- ¿Por qué tanto esmero para hacer la tarea? ¡Reléjate! Ya luego le pagamos a alguien para que la haga por nosotros.

Rodó los ojos –Usualmente soy yo a la que le pagan para hacer sus tareas Niall y si no lo hacemos, no sé a quién podrías decirle.

-Mmmm tal vez pueda pagarte a ti –bromeé –para que me dejes fuera de esto –di un bostezo apoyándome en la pared –es mucho para mí.

-Sí sería bueno, porque tengo el presentimiento que no harás nada de cualquier manera –respondió –como siempre.

-Oye! Yo no soy así siempre –me ofendí –está bien, haré este trabajo contigo bien? No tendrás ninguna queja porque ese 10 será del trabajo de los dos.

-Bien… trato –extendió su mano hacía mí, nos miramos y reímos mientras la estrechaba.

-Es un trato –se había convertido en algo así como un chiste personal, dado que era nuestro trato el que nos había puesto en esa situación. Me preguntaba qué hubiera pasado si nunca hubiéramos hablado, muchas cosas serían diferentes. –Pero quizás podemos comenzar más tarde? –di otro bostezo de aburrimiento, ella solo negó con la cabeza sonriendo y volviendo a su lectura. La estúpida curiosidad de saber acerca de la caja volvió a sobrecogerme.

El trato {Niall Horan}♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora