Capítulo 13.

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-NARRA ______-

-¡Hola Clara! –le sonreí- ¿está Niall?

- Señorita _____! qué bien que vino, no estaba segura si debería llamarla, ¡qué bien que está aquí! –estaba exaltada.

-¿Por qué? Clara tranquila, ¿qué pasó?

-Es el señor Niall, está en su cuarto y no quiere salir, algo anda mal, pero no quiere hablar conmigo, y no comió en todo el día. Todo tiene que ver con su padre que llegó el sábado, lo sé. Pero no quiero desobedecer y entrar a su cuarto.

-Está bien Clara, iré a ver qué sucede. –subí por las escaleras, probé varias puertas pero ninguna era del cuarto que buscaba. Al final del gran pasillo había una última puerta (claro del piso, porque esa casa era en verdad enorme). La abrí lentamente y con cuidado. Era un cuarto muy grande de color azul con pósters en las paredes, tenía una gran Tv, un equipo de sonido, sillones y juegos. En el medio había una cama de esas súper grandes y sobre ella una frazada azul también, pero no estaba Niall. Di unos paso más al interior y miré detenidamente a mi alrededor. Después de unos segundos, escuché una respiración pesada, ¿eran sollozos?, guiada por los sonidos avancé en dirección de la ventana. Cerca a la esquina del fondo había un sillón que miraba a la ventana, me acerqué por un costado y vi una figura encorvada, abrazaba sus piernas contra su pecho y ocultaba su cara en sus brazos. Por el cabello rubio, estaba segura que era Niall.

-¿Niall? –pregunté.

Lentamente subió la cabeza, me miró por una fracción de segundo y se paró bruscamente, dándome la espalda, en esa fracción de segundo había visto sus lágrimas. No se dio la vuelta, quería ocultar su rostro.

- _____ ¿Qué haces aquí?

- Emmm… bueno… ya sabes la piscina, tenías que… -empecé

- Es verdad! Lo siento sólo déjame ir a buscar las llaves y… -caminaba hacía su ropero, pasando la mano por su rostro en un intento disimulado de quitar los restos de lágrimas.

- No, no es necesario –dije.

Qué gran giro de 180 grados había tomado la situación, había venido con la intención de gritarle y mandarlo al demonio, y ahora me encontraba con esto, un Niall que, no sabía por qué, estaba sufriendo. No podía gritarle, no sabía qué hacer.

-Niall, ¿estás bien? -¿estás bien? ¿En serio era lo único que se me había ocurrido?, que pregunta más estúpida! Era obvio que no estaba bien, a veces podía ser tan tonta.

- Sí, sí… ¿Cómo entraste? –intentó cambiar el tema.

- Clara me dejó entrar, creo que le agrado.

- Sí, le agradas bastante, iré al baño si? –Se giró y desapareció por una puerta al costado de la cama.

Me senté en uno de los sillones, era de color blanco y bastante cómodo. Pasaron unos minutos y Niall salió, se había lavado la cara y peinado, todo rastro de dolor se había borrado de su piel, pero no de sus ojos. Sus ojos eran bastante expresivos y en este momento, parecían estar siendo torturados aún cuando él intentaba sonreír. Instintivamente me levanté y me acerqué.

- Estás segura que no quieres que vayamos a la piscina? Teníamos condiciones. Nada se interpondría entre tú y tus entrenamientos y me… –empezó.

Me acerqué y lo abracé, interrumpiendo lo que decía. La verdad era lo primero que se me había venido a la mente, además era una reacción automática al ver a alguien llorar. Después de unos segundos, él respondió mi abrazo, sorprendentemente lo hizo. Una se esperaría que me empujara rápidamente lejos de él, pero al contrario, bajó la cabeza y oculto el rostro en mi hombro. Ya que tenía el pelo recogido, como siempre, podía sentir la fuerza con la que se apoyaba, él necesitaba un abrazo, sin importar de quién, una novia, una amiga, o yo… una extraña.

- …a menos que sea extremadamente urgente. –dije

- ¿Qué? –levantó la cabeza separándose de mí.

- Nada puede interferir en mis entrenamientos a menos que sea extremadamente urgente, esa era la condición. –expliqué.

-¿Por qué haces eso? Esto no es urgente… ¿me seguirás ayudando?  Ni siquiera somos amigos.-dijo

-Considéralo un favor entre socios.

Se dio la vuelta y se sentó al borde de la cama, apoyó los codos en sus rodillas y pasó las manos por su pelo, aún luchaba dentro de él, intentar fingir no le había funcionado. Me acerqué y me senté a su lado.

- Sé que es muy probable que no quieras hablar de eso, pero tal vez te haga bien. –dije. Irónico, yo una persona que no había contado nada de sus cosas a nadie, estaba dando consejos de cómo ayudaría esto a los demás.- Si no quieres, podemos hacer algo para alegrarte.

- Es… mi mamá, sabes en realidad no la conozco, se  fue cuando yo era muy pequeño. La única imagen que tengo es de ella saliendo por la puerta con sus maletas, diciendo que pronto regresaría. –wow, en realidad lo había juzgado mal, me sentía un monstruo.

–Ayer mi papá estaba borracho, y me dijo… me… dijo… -su voz empezó a temblar y a quebrarse. Puso sus dedos sobre sus ojos.

-Tranquilo Niall le dije mientras ponía una mano sobre su espalda, nunca había servido para reconfortar a las personas cuando me contaban sus problemas, era una inútil en eso. Nunca supe qué decir en estos momentos y la verdad no había tenido mucha práctica.

-Me dijo que mi madre se había ido por mi culpa, y que él me odiaba por eso. Me dijo… que desde el momento que supo que estaba embarazada de mí… nunca… me quiso… tener –su voz se convertía en un sollozo y poco a poco se recargó en mi hombro. –Ella tenía que librarse de mí de alguna manera… ella… no me quería y se fue.

Pasó un momento recargado en mi hombro, hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y que era yo a quien le estaba contando lo de su madre. Se levantó bruscamente.

-Niall, yo… realmente lo siento. Fui una estúpida al decirte todo lo que te dije antes. Todo va a estar bien. Las peleas más difíciles se las dan a los mejores guerreros y ahora tienes personas que te quieren.

- Pero ella no… ella no me quiere… No puedes decir que estará bien, no lo sabes! –tenía razón yo no podía asegurar que todo estaría bien, ni siquiera podía asegurar que mi propia vida estaría bien, algo de lo que siempre intenté convencerme.

- Muy bien, plan B! –exclamé poniéndome de pie. Mis palabras no estaban funcionado, así que haría algo para alegrarlo –estaré en la cocina!

Salté de la cama y salí del cuarto dejando a Niall un poco confundido mirando la puerta. Bajé corriendo a la cocina y saqué algunos recipientes, haría un Pie de Limón, era algo que había aprendido con mamá de pequeña, cuando aún no había empezado la presión ni nada.

Clara entró y me miró intrigada.

-Clara, ayúdame sí? –empecé a mezclar los ingredientes rápidamente. Eso subiría un poco su humor, su hay algo que no me agrada es ver a las personas llorar o tristes, no importaba si era Niall. Quería que sonriera.

El trato {Niall Horan}♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora