Capítulo 33.

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NARRA NIALL

-_______, _______ espera. –Tomé su muñeca antes de que empezara a caminar a la sala, de vuelta a aquel juego de engaños que no parecía tener fin.-

-¿Qué pasa, Niall? –Su rostro ingrávido, seguía siendo de seriedad, pero no parecía estar molesta.-

-Respecto a lo que escuchaste…yo… lo siento, no sabía… -Empecé a hablar con muchas palabras agolpadas en mi boca luchando por salir, todas al mismo tiempo.-

-Tranquilo. Mira… -Se soltó de mi agarre sutilmente, para poner su mano en mi brazo, instándome a tener calma. –Está bien, no tienes que decir nada, todo eso ya lo tengo claro desde hace mucho tiempo.

-Pero…yo… -Aún intentaba decir algo, aunque no tuviera las palabras correctas.-

- Hablo en serio, las explicaciones están de más. Tenemos un trato, eres libre de pensar lo que quieras de mí. –Me sonrió. Era una sonrisa dolorosamente fingida, lo pude notar. –Ahora volvamos.

¿Por qué me pesaba tanto pensar que quizás las palabras de esas chicas la habían dañado? ¿O quizás mis palabras?

-Hey, ¿dónde habían estado? –Preguntó Zayn al vernos entrar, tomados de la mano como la pareja feliz que pretendíamos ser. –Se perdieron de un final increíble.

-Sí, pero ya debemos irnos, nos vemos chicos. –Josh se puso de pie y se despidió de nosotros, un beso en la mejilla a ______ y un apretón de manos conmigo.-

-Espero estén listos para el campamento, vamos a destruir a los otros equipo. ¡Lo siento Louis! –Exclamó Liam alegre, él parecía ser el más emocionado por el viaje que realizaríamos en tan sólo unos días. –Ya es pasado mañana, prepárense con lo necesario, todos trabajaremos en equipo.

-¿Quién te nombró el jefe, Payne? –Lo miré con sorna y rodeé los ojos. Era más que obvio que ese cargo podría ser ocupado sólo por el chico de cabellera castaña. Era el único que podría levantarnos en la mañana para que compitiéramos en cosas que involucraran algún movimiento físico.-

Todos dejaron mi casa, poco a poco, hasta que sólo quedamos ______ y yo. Ya era un poco tarde y los chicos saldrían a una fiesta, probablemente me uniría en unas horas.

-Puedes quedarte un poco más si quieres. Quizás pida una pizza para que comamos. –Ofrecí, actuando temeroso aún, no sabía si ella aún pensaba en lo ocurrido esa tarde.-

-No, no Niall. En serio debo volver a casa, tengo algunas cosas que hacer y estudiar. –Respondió rechazando mi invitación, pero no sonaba enojada.-

-Bien, pero conducirás el auto de mi padre, es la segunda parte de tu regalo. –Sus ojos brillaron ante la mención del auto de mi padre y una sonrisa, genuina esta vez, iluminó su rostro. Sabía que el modelo de auto que mi padre tenía, era uno que aparecía en la lista de deseos de ______, la había leído y casi memorizado. Estaba muy asustado, pero me estaba volviendo dependiente de aquellas sonrisas.-

Con mucho cuidado, _______ manejó  el convertible último modelo por las calles de nuestra ciudad, hasta su casa. Todo el camino se la pasó hablando emocionada por el encuentro con Luke, su hermano mayor, hace algunos años que no lo veía y era su persona favorita. Me contó de sus palanes para verse sin que sus padres supieran que su hijo primogénito, estaba en el mismo lugar que ellos. En una situación similar, estando con Marie u otra chica, me hubiese aburrido cinco minutos después de empezar a hablar y hubiera subido el volumen a la música. Pero con ella no podía, con _______ no podía ser indiferente o rudo. Muchas veces me había sentido intrigado por saber la forma en la que pensaba y cómo llegaba a sus conclusiones, siempre me sentía asombrado por lo diferente que pensaba. Escuchar sus palabras era el único ingreso libre para descifrar sus pensamientos. Por lo que escuchaba cada parte de su discurso.

El trato {Niall Horan}♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora