Cuento para dormir

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El precio por tu amor

"Cuento para dormir"

— ¿Puedes dejar tus uñas en paz?

Ji Yong se vio obligado a dejar de mordisquear sus escasas uñas sino quería terminar en un accidente automovilístico, y es que estaba seguro de que Dami se arrojaría sobre él para evitar la masacre a sus manos, aún si ella era la que conducía.

Tuvo que entrelazar sus manos para detener el insistente temblor en ellas. Sentía una angustia gigante que no podía reprimir, estaba asustándose, y a su hermana también, pues esta no le sacaba la vista de encima.

Desde que aquellas palabras resonaron en su cabeza cómo un lejano eco se sintió vacío. Algo faltaba.

—Mantén la vista en el camino, Dami.

Los delgados dedos de la mujer se cerraron con fuerza sobre el volante. Su hermano lucía angustiado desde que regresó de la casa de los Choi pidiéndole que lo llevara a casa.

— ¿Te encuentras bien?

Ji Yong no quiso responder a eso, porque ni siquiera él tenía una buena respuesta.

—Ya casi llegamos a casa...—Comentó a cambio. — ¿Hace cuánto no vemos a papá?

—Yo lo visité la semana pasada.

—Hace un mes que no lo veo. —Murmuró. —Soy un mal hijo.

—Sí, lo eres. —Sonrió con dulzura, dándole un sutil apoyo a su hermano, y Ji le secundó.

El automóvil giró a la derecha y se aparcó frente a una hermosa casa, de esas que salen en las portadas de jardinería, la casa perfecta. Rápidamente se retiraron el cinturón de seguridad y salieron, directo a tocar el timbre.

Ji Yong miró la fachada de la casa en todo momento, el color lucía deslavado y gastado por los rayos del sol, seguramente su madre estaría furiosa si viera eso. Pero ella ya no estaba.

«Qué más da»

— ¡Pero si son mis hijos! —Tras la puerta apareció un viejo hombre con una dulce sonrisa, sus anteojos descansaban sobre el puente de su pequeña nariz.

— ¡Papá! —Dami se lanzó a sus brazos rápidamente, como siempre, manteniendo el título de "La princesa de papá"

—Hola, papá. —Saludó Ji, dándole un corto abrazo al hombre para después entrar a la casa.

—Pero que sorpresa, no esperaba verlos ¿Ocurre algo? —Caminó lentamente hasta sentarse en el sillón individual de la sala.

— ¿Acaso no podemos visitar a nuestro padre? —El viejo hombre sonrió ante los mimos de su hija y no pudo pensar en lo mucho que se parecía a su difunta esposa.

—A decir verdad yo si vengo por algo. —Dijo Ji Yong, manteniéndose de pie al inicio de las escaleras.

— ¡Ji Yong! —Le reprendió su hermana mayor, mientras que su padre comenzó a reír, pensando en lo mucho que se parecía a él.

Directo y con altas expectativas.

—Ve a buscarlo entonces. —Consintió, mientras él era abrazado por su hija nuevamente.

Ji Yong subió por las escaleras, acariciando suavemente el pasamanos de madera, tenía buenos recuerdos en ese lugar. Cuando su pie abandonó el último escalón visualizó el largo pasillo por donde había corrido con su hermana muchos años atrás, caminó pasando sus dedos por los dibujos que habían hecho con crayones que enfurecieron tanto a su mamá. Sonrió.

El precio por tu amorWhere stories live. Discover now