Capítulo 10: Una presa en apuros.

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AMY

—¡Cariño! —exclama mi madre al verme llegar.

Me han llamado mientras Lia y yo estábamos en pleno acto sexual, y he tenido que venir aquí, al parecer mi madre ha conseguido una visita.

—Hola mamá —digo sonriente.

Me siento frente a ella y le sonrío, la echaba de menos.

—Dios mío, estás hecha un espanto —dice mirándome preocupada —Te veo más delgada, ¿es que no estás comiendo? ¡Amy, hija, estaba ansiosa por poder verte y me recibes con estas pintas de marrana!

—Gracias mamá, yo también te quiero mucho —digo sarcástica.

—Ay perdón cariño, es que esto me pone de los nervios, y ya sabes cómo soy cuando me ponen así —mira hacia las demás mesas y frunce el ceño —Oye, ¿esa no es tu amiga Jasmine?

Me volteo en mi silla y veo a Jasmine sentada esperando.

—No la llames —dice mi madre antes de que pueda abrir la boca —Antes tendrás que someterte a mi interrogatorio, dime, ¿alguna lesbiana ha intentado llevarte a su celda?

—¡Mamá! —rechisto por lo bajo.

—Hija, que te gusten las mujeres no significa que no deba preocuparme, ya sé que no puedes quedarte embarazada, y en parte eso es un alivio, pero cielo, si no se lavan las manos pueden pegarte dios sabe qué —murmura.

—Mamá, tengo novia —le aclaro y suena raro hasta para mí.

—¿Qué? —dice sorprendida —¿Te has echado una novia en la cárcel? ¡¿Pero es que estás demente?! ¡Entérate de por qué está aquí antes de nada Amy, quién sabe si es una asesina o algo peor!

—Tranquila, es una puta ninfómana, pero no asesina.

Ella se queda mirándome con el ceño fruncido.

—¿Es Lia?

—Para tu desgracia, sí, es Lia, la misma que te besó.

Ella resopla.

—Admito que... —se pausa —Besa bien.

—¿Mamá? —digo incrédula.

—¡Anda mira un pájaro! —dice señalando la ventana.

Me giro y no veo nada, cuando vuelvo a mirarla, está recogiendo su bolso y saliendo por la puerta con una sonrisa.

—¡Nos vemos cielo!

Ruedo los ojos y me volteo mirando a Jasmine, para mi sorpresa, veo que Lia está con ella, así que decido acercarme.

LIA

—Ya le digo que deben haberse equivocado de presa, yo no tengo visitas —le insisto al agente.

Él me suelta del brazo y veo de repente a Jasmine sentada uniendo sus manos encima de la mesa.

Alza su vista de sus manos y me mira.

—Jasmine —murmuro sin creerlo y me siento frente a ella —¿Qué haces aquí?

Hora De Prisión, Chicas. © [2ª Temporada] (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora