Capítulo 9: ¡Liposucción mortal y drogachuminas!

2.6K 293 62
                                    

KATHERINE

—Recuérdame por qué estamos haciendo esto —le digo a Samantha.

—Porque así te curaban —me responde.

Mamahueva llega después de haber estado hablando por teléfono y nos sonríe.

—Bien, dlogachumilnos —nos dice con autoridad —Vails a tenel una visita íntimal cada unal —dice caminando de un lado a otro —Mi noviol Mamahuevo os darál la dloga que os tendléis que metel por el chuminol —nos explica —Despuéls  iléis a la celda que os indiquel él —deja de caminar y nos mira —¿Alguna plegunta dlogachuminols?

Miro a Samantha cuando veo que frunce el ceño, ya va a decir algo.

—Oye china que tengo nombre —se queja.

—Mientlas tlabajels pala mí nol —dice ella cruzándose de brazos.

—¿Y a qué hora tenemos la visita? —pregunto.

—Dentlo de una hola —dice tirándose en la cama.

—Katherine, sujétame —me pide Samantha tendiéndome su brazo.

Yo frunzo el ceño pero lo hago, entonces ella intenta correr hacia la china inútilmente.

—¡Te mato! ¡Te mato nena! —gruñe furiosa.

Me disculpo ante Mamahueva y tiro de Samantha fuera de la celda.

—¡Esa hija de puta nos vacila cómo quiere Kat! —se queja.

—Samantha —digo tomando sus hombros y sacudiéndola para que se calme —Escúchame —ella clava su mirada en mí —Ella ha empezado la guerra, pero nosotras atacaremos cuando sea el momento, no ahora.

Ella toma aire más tranquila.

—Está bien —acepta —¡Pero quiero matarla yo!

—Claro que sí cariño, claro que sí —digo acariciando su cabeza y apoyándola contra mí.

—¿Me estás acariciando como a un perro? —dice contra mi cuerpo.

Retiro mi mano pero ella la vuelve a poner sobre su cabeza.

—Sigue, me gusta —dice cerrando los ojos.

En ese momento dos guardias corren hacia el pasillo algo alterados, yo frunzo el ceño y dejo de acariciar a Samantha.

—Oye, que no te he dicho que pares —se queja.

—Está pasando algo —digo al ver el revuelo que hay al fondo del pasillo —En la lavandería.

Samantha frunce el ceño y ambas corremos hacia la celda de Lia y Amy, que están de camino a la lavandería.

—¡Yo no me he follado a Olivia! ¡Me lo inventé para que te pusieras celosa! ¡Y para vengarme de tu beso con Samantha! —escuchamos a la reconocible y alterada Lia Gómez.

Samantha y yo nos asomamos y vemos cómo Amy está cruzada de brazos mirando a Lia.

—¡Ya no sé qué creerme de tí! ¡No confío en ti Lia! —gruñe ella cabreada.

Hora De Prisión, Chicas. © [2ª Temporada] (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora