JASMINE (DÍA DEL ARRESTO)
Estoy dándome cuenta de lo aburrido que es pasar el día sin las locas a las que me he acostumbrado. Lo estoy haciendo porque la acosadora no deja de poner ejercicios y yo deseo salir de la clase de una maldita vez.
Son las 13:59, el robo comenzó a las 10:00, deben haber salido de allí ya.
Sin embargo, no tengo ninguna notificación en el móvil, ni si quiera Samantha me ha enviado una foto de sus tetas llenas de dinero y Katherine intentando sacar el dinero de ellas.
Tengo varias de esas imágenes en mi galería, por eso lo digo.
Tampoco una foto de un tío buenorro que Lia se haya tirado mientras las otras completan la misión.
También tengo esas fotos.
Pero esta vez, no han enviado nada, y eso es de lo más extraño.
Cuando suena el timbre al marcar el reloj las 14:00, me levanto de mi asiento y recojo mis cosas.
—Jasmine —se acerca un chico a mí.
El chico se llama Marcus, lo conozco desde pequeña, siempre hemos coincidido en la misma clase, pero pocas veces son las que hemos hablado.
—Veo que te sabes mi nombre —digo borde.
Él frunce el ceño ante mi comentario, yo me cruzo de brazos mirándolo.
—¿Vas a decirme algo o a hacer que pierda mi valioso tiempo esperando a que hables? —hablo alzando una ceja.
Él se voltea y mira al grupo de chicos que lo esperan junto a la entrada.
Ah, ahora entiendo lo que pasa.
Él va a hablar, pero antes de que lo haga, cojo el cuello de su camisa, bien cara por cierto, y lo atraigo bruscamente contra mí.
—¿Soy la apuesta para el baile de invierno? —mascullo contra sus labios —Pues déjame decirte, que acabas de perderla.
Lo suelto de golpe y tomo mis cosas para salir de ahí.
—Señorita Fitser —me llama la acosadora.
Me detengo y la miro esperando que diga algo.
Veo cómo todos abandonan la clase, ajenos a lo que sucede entre esta psicóloga toca cojones y yo.
Una vez que todos han salido, incluido el chico al que he humillado delante de todos sus amigos, ella cierra la puerta y se acerca a mí con cautela, como si me examinara.
—¿Qué te ha hecho ese chico para que lo trates así? —suelta de golpe.
Frunzo el ceño.
—¿Y a tí qué te importa? —mascullo cabreada.
—Jasmine, estás muy estresada y tensa, ¿sabes que eso puede afectarte de muchas formas? Para que te hagas una idea —alarga su mano y coge un mechón de mi pelo —El pelo se cae y te conviertes en la nueva cabeza bombilla de clase —ahora toca mi mejilla —Te sale acné, haciendo que tu suave piel se vaya a tomar por culo —posa su mano en mi vientre.
ESTÁS LEYENDO
Hora De Prisión, Chicas. © [2ª Temporada] (COMPLETA)
Humor2ª TEMPORADA de "Hora de Ligar, Chicas". Pasos para ser una presa normal: 1. Nada de lloriqueos, tus compañeras no soportarán escucharte y querrán asfixiarte para que te calles. 2. Las apariencias engañan, lleva mucho cuidado con las que te ayudan s...