Una vida de locos - BaekRen

Capítulo 21

Al día siguiente fueron despertados por fuertes golpes en la entrada, Minhyun fue el primero en levantarse y caminar a la entrada, cuando abrió la puerta y levanto la del garaje se encontró con tres pares de ojos, enseguida quiso cerrar la puerta pero Jin lo empujo entrando sin permiso.

—Buenos días, primito —saluda y le lanza un beso a Minhyun, que rueda los ojos.

—¡Trajimos el desayuno! —anuncia emocionado Taehyung levantando un paquete junto a un Jimin que deja los café sobre la pequeña mesa.

—¡Rubia! —canta feliz Jimin caminando con los brazos abiertos a un adormilado Minki, que sale de la cama y recibe feliz el abrazo dejando congelado a todos en el lugar—... Are... ¿Qué? —el de bonito trasero parpadea desconcertado y se separa para verle a la cara al rubio— ¿Quién eres?

—Estas raro, nalgas. Siempre me abrazas y ahora me apartas —refunfuña Ren caminando hacia su novio, que se ríe de la situación junto a Minhyun—. Buenos días —saluda con una tierna sonrisa sin apartar la mira de Baekho, lo rodea con sus brazos y le da un suave beso en la mejilla.

—Bu...buenos días —logra decir el tigre sin desmayarse, no como sus minis. Siente que su corazón se saldrá de su pecho por esa encantadora sonrisa que le regala Ren, algo único que no olvidara.

—¿¡Que mierda está pasando!? —grita exaltado Jimin llevándose una mano al corazón, también le afecta ver tal cosa hermosa.

—Minki es bipolar —susurra V a un lado de Jin quien graba con su celular toda la escena con ojos brillantes.

—No soy bipolar... sólo tengo diferentes personalidades —dice el rubio menor sin separarse mucho de Baekho.

—¿Diferentes...? ¿Qué? Da igual. Al final estamos todos locos —se ríe Jin sentándose en una de las sillas y tomando un café.

—¿Perdón? Yo no estoy loco, soy divino y súper cuerdo —asegura Minhyun sentándose a su lado, toma los paquetes de galletas dulces y comienza a comer.

—Estamos locos sí, sobre todo tú y tus problemas de egocentrismo ¿Quieres que te recuerde por qué vas a terapia? —Jin recibe una mirada severa de su primo castaño.

—Tú no puedes hablar mucho, ninfómano —Minhyun comienza a reír al ver que Jin también lo hace.

—¿Eres ninfomano, Jin-omma? —pregunta el tierno Minki, por falta de sillas él está sentado en el regazo de Baekho, lo mismo con Jimin y V, el primero está sentado sobre el segundo.

—Lo era —sonríe el mayor tomando una de las galletas—, estoy casi curado gracias a mi lindo Suga —sus ojos adquieren un brillo especial al pensar en el chico malhumorado—. Él y yo...

—¿Minki nos dirá qué le pasa? —interrumpe V antes de que Jin pueda contar sus fantasías.

—Ya lo dije, demonio V —responde con molestia Ren, aun no supera el hecho de que el chico se metió con su tigre.

—¿Demonio? ¡Pero si soy un ángel!

—¿Rubia, tienes algún apodo para mí? —Ren mira a Jimin por unos segundos antes de negar.

—Eres molesto —Jimin se lleva una mano al corazón y finge recibir un imparto desplomándose sobre su amigo, que sólo se ríe al igual que los primos—, pero lindo —Jimin se levanta enseguida para abrazar al rubio, pero no tiene que pararse ya que están uno al lado del otro y al estirarse lo abraza aplastándolo contra su pecho.

—¡Me amas!

—Demasiada fuerza —se queja el menor sin dejar de sorber por la paguita su café— Mr. Músculos —susurra al ser soltado.

—¿Mr. Músculos? —Ren asiente ante la pregunta de Baekho.

—Solo mira esto —Jimin remanga su remera y hace fuerza mostrando sus músculos, Minki asiente y toca el brazo del chico.

—¿Quieren ver magia? —pregunta Minhyun con una sonrisa malvada—. Princesa, ve a lavarte la cara.

—¿Por qué tendría que hacerte caso, reina del drama?

Min tuerce los labios y mantiene una batalla de miradas con el menor.

—Porque soy la reina, obvio —sonríe con superioridad Min, moviendo su mano a un costado. Todos se sobresaltan gritando un fuerte "¡WOOH!" y miran a Ren esperando un contraataque.

—Sólo eres la madrastra narigona envidiosa de la princesa —lo dice con seriedad mientras manda un mechón de sus cabellos hacia atrás—. Por más operaciones que te hagas jamás igualaras está belleza —acaricia una de sus propias mejillas y todos saltan con otro "¡Woooh!" excepto Baekho que sólo se ríe y abraza a Minki.

—¿Narigón yo? ¿Te viste al espejo, estúpido? —Minhyun toca su nariz mientras se pone de pie furioso, antes de que Ren pueda contestar Baekho se levanta y lo arrastra escaleras arriba—. Eso es, vete antes de que barra el piso con tu reseco cabello.

—¡Mi cabello es hermoso! ¡Cara de bollo!

—¿De bollo? —preocupado Min se lleva ambas manos a la cara acariciando sus redondas mejillas—. ¿Soy un bollo?

—Eres una luna.

—O un sol si fueras rubio.

—Un bollo está bien por tu cabello —Jin sonríe acariciando los cabellos de su primo, que parece estar en trance horrorizado—. Nadie cambiara tu cara redonda —le golpea la mejilla un poco fuerte—. Eres hermoso así y tu nariz es linda —alaga sabiendo la debilidad de su primo, Minhyun podía ser un egocéntrico pero no siempre fue así y todos en la familia lo preferían como ahora—. ¿Verdad? —ataca a los otros dos que tienen las bocas llenas de comida.

—Madrastra Minhyun es muy hermosa —dice V después de tragar.

—¿Madrastra?

—Jin es la mamá así que Minhyun es la madrastra —aclara Jimin riendo por las caras de sus mayores.

En ese momento bajan los otros dos, Baekho arrastrando de la mano a un Minki que parecía un tomate con peluca rubia de tan rojo que está.

—¿Qué estaban haciendo los dos? —bromea Jin con voz picara, todos levantan las cejas insinuando cosas calientes.

—¿¡Q-qué mierda les importa!? —grita súper avergonzado y molesto Ren, todos estallan a carcajadas, nada era más divertido que molestarlo.

—Seguro se andaban besuqueando —dice Minhyun estirando los labios como lanzando un beso.

—O algo más —sonríe Jin.

—¡Pervertidos! —atacan los otros dos riendo por la cara avergonzada de Ren.

—Son unos estúpidos —ataca furioso a Jimin y V que se cubren como pueden—, y más les vale olvidar lo que sea que haya sucedido.

—¡Jamás! El Minki tierno y lindo siempre estará en mi memori-aaaaaa —se ahoga con lo último Jimin al ser lanzado al suelo y estrangulado por unas delicadas manos de princesa.