Perfection [EunHae]

3. La verdad

Cuando parecía que podíamos tener una conversación o que alguno de los dos diría algo de lo que realmente sentíamos, todo se fue a la mierda. Entró Heechul de nuevo porque se le habían olvidado las gafas allí. Nos miró un instante y, aunque dijo que no molestaba y se fue corriendo, ya había molestado todo lo que podía.

Donghae salió de la cocina y lo seguí. Esta vez me aseguraría de que estuviéramos solos. Lo agarré de la mano y lo llevé a nuestro cuarto, cerré la puerta y volvimos a quedarnos el uno frente al otro.

-HyukJae... ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así? ¿Piensas decirme algo o solo me vas a mirar y quedarte callado?

-Es que no sé qué decirte porque estás muy raro... ¿Te pasa algo conmigo?

-No –mintió, pero a mí no era capaz de mentirme.

-Vale, no quieres contármelo así que no tengo nada que hacer, cuando quieras me lo explicas.

Me di la vuelta y coloqué mis manos sobre mis caderas, yo no podía echarle la culpa de que no me contara nada, tampoco lo hice.

-Estoy soñando contigo.

Me giré y nos miramos, aunque él estaba entre avergonzado y asustado.

-¿Estás soñando conmigo? ¿Qué hay de malo en eso? –pregunté para que me explicara más.

-Estoy soñando cosas eróticas contigo desde aquella noche, sueño que eres tú con quien me acosté.

Me acerqué a él y trató de evitarme pero esta vez coloqué mis dos manos sobre sus mejillas. Dio un paso atrás, y yo uno adelante, y así dimos cuatro pasos más hasta que quedó contra la pared y los ojos muy abiertos.

-No me odies pero... fui yo, estuvimos juntos aquella noche Donghae y sí, lo hicimos –susurré mirándolo, pero no estaba tan seguro de mí mismo como aparentaba.

-¿Qué? –dijo él cabreado de un momento a otro.

Me apartó las manos y me dio un empujón, jamás se puso así conmigo pero parecía que quería matarme a golpes aunque sabía que no podía hacerme eso.

-¡Cómo te atreves a hacerme eso estando borracho y luego huyendo por la mañana! ¡Te acercaste a mi como si la cosa no fuera contigo y te metiste conmigo en la cama la noche siguiente! ¿Pudiste dormir tranquilo sabiendo lo mal que me sentía por no recordar al maldito idiota que se aprovechó de mí? Y resulta que quien se aprovechó de mi era mi mejor amigo... ¿Por qué desapareciste a la mañana siguiente? ¡Cómo pudiste hacerme eso! –gritó. Seguramente se enteraron el resto de personas que estaban en la casa.

-Donghae, calma, te lo explicaré pero cálmate primero... Sentémonos.

Tardó su tiempo, golpeó la puerta del armario y se sentó de malas formas. Me senté a su lado, quise agarrar su mano pero sabía que la apartaría.

-Donghae no sabía que estabas tan borracho, solamente te acompañé al baño y me diste un beso un tanto intenso. Comenzamos a estar cariñosos y nos fuimos al hotel... Lo hicimos y te quedaste dormido enseguida. A la mañana siguiente me llamó Leeteuk y me dijo que tenía que ir con él así que como no quise despertarte te di un beso y me fui. Durante el día me extrañó no recibir un mensaje tuyo y cuando llegué a casa y vi que no te acordabas de nada me sentí horrible, no sabía cómo explicarte esto –susurré arrepentido, pero deseaba que me creyera porque fue la verdad.

-¿Y qué? ¿Qué tal fue? ¿Lo pasamos bien? ¿Te gustó?

-Me encantó, y a ti, tanto que no dejas de soñar conmigo –le respondí, ya que quiso atacarme no dudé en hacer lo mismo.