Perfection [EunHae]

5. Nervios

Finalmente pareció que los dos estábamos bien y no había ningún resentimiento, Donghae me perdonó y yo me calmé en sus brazos aunque no hubo más besos. Lo convencí para que saliéramos a cenar al restaurante de la otra vez y tuvimos una velada tranquila y sin que ninguno de los dos bebiera ni una gota de alcohol. Yo nunca bebía, pero Donghae quería acordarse de todo y optó por no emborracharse.

Cenamos mientras charlábamos intentando no meternos en temas que nos hicieran recordar cosas desagradables o pelear de nuevo. Llegó el postre y lo comimos más callados, era lo que más le gustaba a él de todas las comidas, los dulces.

Cuando pagamos nos dirigimos a la puerta y una vez en la calle nos miramos un poco nerviosos, ninguno se atrevía a sacar el tema pero lo hice yo.

-Entonces... ¿Quieres que vayamos? –pregunté esquivando su mirada, con una nerviosa sonrisa.

-Sí... Quiero que me lleves al mismo.

Tomamos un taxi como la noche anterior, no estaba muy lejos pero no estaba bien que la gente pudiera seguirnos.

Llegamos al hotel y nos registramos a mi nombre, enseguida nos dieron la llave de la habitación, la chica era distinta, esta parecía conocernos sonreía nerviosamente. Le dije cualquier excusa, solo se me ocurrió que en casa estábamos pintando y todos los miembros habíamos decidido ir a hoteles distintos, pareció creerme.

Subimos en silencio en el ascensor junto a un señor algo mayor que no parecía coreano, nos bajamos antes que él y nos dirigimos a la habitación.

Abrí la puerta y le dejé entrar primero a él, luego pasé yo y cerré la puerta con suavidad. Donghae se giró para mirarme, ni si quiera se había quitado la chaqueta.

-¿Estás seguro?

-Lo estoy... ¿Es que tú no? –preguntó no muy convencido.

-Claro que sí... Estoy seguro –dije mintiendo un poco puesto que no estaba muy seguro de lo que podría pasar aquella noche. Tal vez no le gustaba como la primera.

Me acerqué a él y le acaricié las mejillas con mis dos manos pero no me sentía cómodo, parecía que él tampoco ya que no sabía dónde colocar las manos. Cuando me acerqué a besarlo él movió su cabeza y no pude besar sus labios sino sus mejillas, pero no me importó, dejé allí mi tierno beso y luego lo rodeé con mis brazos escondiendo mi cara en su cuello, seguramente notaba mi respiración sobre su piel.

-Eunhyuk... No puedo.

-Está bien –dije con un suspiro soltándolo.

Donghae colocó sus manos en su cara y se giró, como pensando, y comenzó a caminar en círculos por la habitación. No quise decirle nada para no alterarlo o sacarlo de sus pensamientos y solo esperé a que él quisiera decir o hacer algo.

-¿Cómo puedes?

-La otra noche... la otra noche todo era natural, nos dejamos llevar los dos. Supongo que hoy ninguno sabe bien qué hacer y estamos nerviosos –dije yo, no se me ocurrían otras explicaciones ya que me negaba a pensar que no le gustara.

-Creo que es mejor que me vaya.

No sabía en qué lugar nos dejaría aquello. ¿Era el fin de la amistad? ¿Pensaba irse sin más? No quería quedarme allí solo y no quería que estuviéramos mal. Vi como él ya estaba abriendo la puerta cuando me lancé a él y lo empujé contra la puerta que se cerró.

Él quedó contra el muro y yo por detrás sujetando la mano que seguía en el pomo y con la otra apoyada en la pared, rodeando su cuerpo. Estaba sorprendido y me miró asustado.