Capitulo 14: Deseo

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— ¿A dónde vamos?

Sonríe. Como si mi pregunta fuera un chiste que solo ella podía entender.

—Olvidé unos papeles en mi departamento.

Miro el reloj en mi móvil, hay tiempo para llegar puntual al colegio pero no el suficiente como para desviarnos.

—No te preocupes será rápido —dice sorprendiéndome de nuevo con su
habilidad para adivinar mis pensamientos.

Giro mis ojos hacia ella, no quiero distraerme de nuevo ni quedarme como estúpida mirándola. Pero es que contemplarla así, conduciendo, concentrada y con el aire alborotando su pelo, definitivamente puedo nombrarlo uno de mis paisajes favoritos sobre la tierra. Y no merece menos, es toda una obra de arte. Una pintura exquisita expuesta solo para mí.

"Por Dios Tzuyu tranquilízate" me regaña una vocecita muy parecida a la de Sana.

"Es perfecta" alega otra voz.

"¿Qué pasó con eso de quedarte lejos para protegerla?"

"Fue ella la que me buscó"

"Y eso lo hace más peligroso todavía"

— ¿Qué tanto me miras Tzuyu? —pregunta sonriendo de nuevo por ese chiste que yo desconozco.

Bajo la vista muerta de vergüenza.

— ¿Son muy importantes esos papeles? —dije lo primero que me vino a la mente.

Ella suspira.

—No es que sean importantes, es que yo los tenía que haber entregado desde hace mucho y no lo hice.

De nuevo dirijo mi atención al camino, no puedo seguir mirándola de esa forma. Estábamos en un lío, lo que sea que tuviéramos la ponía en peligro, ya había estado envuelta en una situación semejante y ahora conmigo, las cosas empeoraban considerablemente. Yo era menor de edad, era hija de policías, los mismos policías que la arrestaron antes.

La trama quedaba perfecta para una novela. Una de esas novelas que no
tienen final feliz.

—No puedo estar con usted —tengo la sensación de que las palabras fueron dichas por alguien más— deberíamos dejar de vernos.

Ella no dice nada, su atención sigue en la calle sobre la que conduce, pero conozco las reacciones de su cuerpo, veo como sus manos aprietan con fuerza el volante.

—Mis papás la vigilaran de cerca… cualquiera podía estar siguiéndonos justo ahora —instintivamente busco entre los conductores que nos rodean a algún colega de mis padres.

“Estas paranoica” me regaño.

Ella continua muda, pero las arrugas en su frente me indican que está
pensando. Piensa en lo que le he dicho, en alejarse de mí, en dejar de vernos… tal vez eso era lo mejor, había otras mujeres a su alrededor. El rumbo que estaban tomando mis pensamientos me torturaba.

Respiro hondo varias veces antes de que una idea definitiva y al mismo tiempo dolorosa entre a mi cabeza: Park Jisoo sencillamente no es para mí.

— ¿Dijiste que vivías cerca de mi casa?

Comento al darme cuenta que disminuye la velocidad en uno de esos sitios donde mis padres jamás podrían siquiera soñar con rentar un departamento.

Y honestamente era la primera vez que yo estaba en esa parte de la ciudad.

— ¿Enserio dije eso? —preguntó saliendo del auto.

—Si.

Se encoje de hombros.

SI FUERAS MIA(JITZU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora