Capítulo 17: ¿Fin?

2.1K 216 150
                                    

Esa noche estuve frente a frente con Park Jisoo, intentó besarme pero me aparté entendiendo que yo estaba enamorada de mi profesora de
literatura y no la drogadicta que tenía frente a mí.

Hay un tipo de sufrimiento que te hace querer llorar, un tipo de sufrimiento que te hace odiar al mundo y te provoca romper cosas, y un tipo de sufrimiento que te destroza a ti.

Yo experimenté los tres en una sola noche.

Una escucha muchas veces la expresión “corazón roto”, en ese momento yo pude entenderla, pude definirla como el dolor que provoca una perdida a partir de la cual siempre te sentirás incompleto.

Durante varias semanas viví sin un reloj ni un calendario para medir el tiempo.

Dormía cuando ya no podía soportar más el seguir consiente y despertaba
justo en el momento en el que mis sueños me hacían regresar a esa noche, cuando Jihyo intentó besarme. Me perdí, hui de mí, aún ante los esfuerzos de mis padres, y aun ingiriendo antidepresivos. Yo sabía perfectamente que estaba cayendo de una nube y que al final del camino o me encontraba con un milagro que amortiguara el golpe o moría.

¿Qué tanto más que yo podía valer Park Jisoo?

—He pensado que hay que hacer cosas nuevas —murmuró Sana entrando a mi recamara.

Yo estaba sentada en mi sofá junto a la venta sosteniendo con fuerzas el libro de Bécquer. Como un náufrago aferrándose a la última tabla de su bote salvavidas.

Me quedé mirando de reojo como encendía su laptop e insertaba en ella un disco.

Todos los días venía a verme después del colegió, ella hablaba de cómo iba
todo, de los profesores, de las tareas, del nuevo corte de Dahyun, de los esteroides que consumía Ricardo, de los pleitos en las horas libres, del
horroroso álbum que había lanzado su banda favorita y más bla, bla, bla. Unas veces la escuchaba, otras sólo leía mis poemas ignorándola. Jamás le decía más de dos palabras juntas y a todo lo que preguntaba le respondía con monosílabos.

—Veremos una película —lo dijo emocionada acercándose y arrebatándome el libro de las manos.

—Hey…

—Lo siento amiga, pero ya he tenido que pagar este libro mínimo 10 veces su valor. La biblioteca también cobra multas.

No tuve ganas ni fuerzas de ir tras ella y pelear por el libro.

—Veremos una película —sentenció conectando las bocinas a su laptop.

Puse los ojos en blanco, al menos por hoy no tendría que lidiar con su cháchara.

Por casi hora y media clavé la vista en la pantalla mirando como la humanidad entera se zombificaba. Hasta donde podía recordar era la primera vez en mi vida que veía una película completa y realmente fue asquerosa.

—Por Dios, es muy buena —murmuró Sana.

La miré sin poder creerlo.

—Fue asqueroso —le solté— ¿Qué hay de bueno en ver a una persona
comiéndose a otra?

Ella mi miró sorprendida era la primera vez en casi un mes que me escuchaba decir una oración completa.

—No puedes negar que ha sido muy entretenida. Ese es el punto del cine,
entretener. Da igual si es bueno o malo el caso es tener al público con los ojos en la pantalla.

Me encogí de hombros. No estaba de acuerdo pero tampoco tenía ánimos de entrar en un debate sobre la industria cinematográfica.

—Vamos al parque —solté de pronto.

SI FUERAS MIA(JITZU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora