Salimos del aeropuerto y una ráfaga de cálido aire fue el golpe decisivo para que mi cerebro asumiera, por fin, que todo esto era verdad y estábamos realmente en California, en Los Ángeles exactamente.
Tras salir por la puerta un coche Civic Coupé CVT LX 2017 en plateado se paró delante de nosotros. A mi hermano se le cayó la barbilla hasta el suelo, estaba deseando cumplir los 18 para poder conducir y yo para que me llevara a todos los sitios y así no tener que coger más el bus, cosa que odiaba.
-Papá, ¿te has comprado esta preciosidad? - le preguntó mi hermano haciendo una piscina con sus babas.
-No exactamente hijo - le respondió a la vez que nuestros padres se miraron y sonrieron. Zac y yo nos miramos con cara de confusión. - Este coche es para ti, el nuestro nos espera en casa, aquí ya puedes conducir a partir de los 16 y contando que tienes 17 creo que ya es hora de que lo tengas y puedas llevar a todas tus novias a comer un helado. - Mi hermano se sonrojó y yo no pude aguantarme las ganas de reír, Will y mi madre no sabían que mi hermano era en realidad un mujeriego, él sólo tuvo una novia que se llamaba Natalie pero no duraron mucho y menos mal porque no me caía nada bien.
Zac al oír las palabras de Will se puso a dar saltos por todos lados, a gritar, se abrazó al coche y le pidió matrimonio, es decir, se puso ha hacer el payaso, como siempre.
De repente Will paró el coche delante de una enorme y preciosa casa color gris oscuro con detalles blancos, bajamos todos asombrados, esa iba a ser nuestro hogar a partir de ahora. Tenía cuatro pisos, garaje, una gran piscina, caseta para el perro y un jardín monumental. Realmente no iba a ser un problema el vivir allí aunque era demasiado grande solo para cuatro. Su organización era: en la planta subterránea había un gran trastero, supongo que fuera para guardar los esquís y todas esas cosas que no solemos usar normalmente y un sala de cine con futbolines (traídos de España ya que allí no había y para que no sintiéramos que estábamos tan lejos de casa), dianas, mesas de pin pon y hasta una bola de discoteca, definitivamente pasaríamos mucho tiempo mi hermano y yo en esa parte de la casa; en la plan principal se encontraba una amplia cocina blanca con una gran isla situada en el medio y una nevera en la que entraba la comida de todo el equipo de fútbol, también se encontraban en esa planta el salón, el comedor y un par de baños; en la planta 1 en la zona derecha estaba la habitación de nuestros partes, en el centro la de los invitados y en la izquierda estaba la de mi hermano y la mia; por último en la última planta podías encontrar un jacuzzi, una sauna, un gimnasio y una pequeña biblioteca.
En cuanto entré en la casa mi hermano y yo fuimos corriendo a buscar nuestra habitación, la de él era de color azul con los muebles en color negro, con una televisión plana colgada de la pared, una cama doble que parecía de lo más confortabale, un gran al escritorio, un sofá (me supongo que sea por si quiere llevar a algún amigo), un inmenso vestidor y un baño. Tras ver su habitación fui a la siguiente, al entrar supe que era la mia, estaba pintada de verde, del mismo verde que mis ojos y observe que estaba amueblada de la misma manera con las mismas cosas que mi hermano solo que mis muebles eran blancos.
Toc, toc. Llamaron a la puerta sobresaltándome.
-Adelante- dije incorporándome de la cama a la cual me había lanzado de cabeza como si fuera una piscina.
-Hola hermanita, me preguntaba si querías venir conmigo a dar una vuelta en coche y así vemos el barrio y los alrededores.
-Pero si no puedes conducir, tienes que sacarte el carnet todavía, así que si quieres vamos andando. - puso tal cara que me empecé a reír tanto que cuando me di cuenta estaba corriendo de mi hermano. Sabía perfectamente que sabía conducir ya que muchas noches se iba con sus amigos y conducían en sitios secretos e incluso hacia carreras donde apostaban, siempre había querido ir pero nunca me dejaba por lo que nunca le vi en acción. Le encantaba correr con el coche.
Finalmente fuimos a recorrer el barrio andando y pude ver que en aquel barrio todos eran muy pijos con grandes mansiones.
Cuando salíamos de la heladería nos sentamos en la terraza que había a comer el helado y entonces vi como un coche descapotable negro paró en el aparcamiento que estaba cerca nuestro, realmente era un coche que llamaba la atención pero los tres chicos que bajaban de él aún más. A los dos segundos apareció un segundo coche del que se bajaron otros tres chicos que parecían del mismo grupo que el anterior.
-¡Zed!- uno de los chicos del primer coche se volteó para ver al conductor y lo miró con una sonrisa- menos mal que te dije que fueras despacio tío.
-Es que conduces como mi abuela Jack - le respondió, seguido de unas cuantas carcajadas. Era un chico alto, supongo que de la misma edad que mi hermano, moreno, llevaba las gafas de sol puestas, con una camiseta de manga corta negra y unos jeans azules marino. La verdad era que me hizo gracia su comentario y se giró al oírme, entonces me puse roja como un tomate.
El chico vino hacia nosotros seguido del resto, le seguía un chico rubio con ojos marrones y alguna que otra peca, el tercero era un chico moreno también con los ojos verdes y muy bonitos, llevaba las gafas de solo en la cabaza, era el más bajito por lo que debía ser el más pequeño, tras él iba un pelirrojo de ojos negros y con muchas ojeras, seguido del conductor del segundo coche, tenía el pelo rubio con los ojos azules y las facciones de la cara muy marcadas y el último era un chico que parecía que iba de chico malo por su forma de andar, con el pelo castaño claro y también llevaba las gafas de sol puestas. Todos ellos eran muy guapos y por la apariencia diría que era el típico grupo de chicos que tenían a todas las chicas detrás de ellos a parte de ser los más guays del instituto.
-¡Hola! Debéis de ser los nuevos ¿no?- dijo el chico pelirrojo refiriéndose a mi hermano, yo como siempre pasaba desapercibida.
-Hola, sí, llegamos esta mañana a Los Ángeles - explicó mi hermano y entonces los seis chicos posaron sus miradas en mi.
-¿Y esta chica tan guapa es tu novia? - dijo el chico que parecía ser el chico malo del grupo. No pude evitar el reirme y todos me miraron con cara de confusión.
-Ella es mi hermana pequeña, Sam y yo soy Zac-dijo mi hermano intentando contener la risa.
-Yo soy Zed y ellos son: Hank, Luck, Liam, Jack y Connor - dijo en el orden en el que habían venido hasta nuestra mesa
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TODO CAMBIA POR ALGO
Teen FictionSamantha Soto es una adolescente de 15 años que se muda junto a su madre Ana, su padrastro Will y su hermanastro Zac a California. España lo había sido todo para ella pero ahora no tiene otro remedio que dejar toda su vida atrás para embarcarse en e...