Mi boca sabe fatal y tengo la sensación de tener un esparto dentro. Al abrir los ojos vi que mi mundo no paraba de dar vueltas y que mi cabeza iba a explotar de un momento a otro. Me intento levantar pero siento un cuerpo que no me deja moverme, supongo que será mi hermano pero al mirarlo no puedo creer lo que ven mis ojos. ¡Era Zed! Y yo... ¡Yo estaba con su camiseta! ¿Qué había pasado la noche anterior?. Intentando no despertarlo, me levanté de la cama y me dirigí camino a la cocina para poder desayunar algo y de ese modo intentar aclarar las ideas.
Antes de entrar decidí ir a por mi ropa y allí la encontré, tirada por todo el salón. Tras cambiarme fui a desayudar, al entrar estaba Luck sentado en la isla tomando un tazón de leche con galletas.
-¡Buenos días pequeña! - me saludó junto con una gran sonrisa- ¿Qué tal te has levantado?
-Me duele mucho la cabeza- suspiré, él se levantó y me dio una pastilla para el dolor y el malestar.
Empecé a remover la leche con la cuchara pero la verdad es que no tenía hambre. A los pocos minutos entraron el resto a excepción de mi hermano, Hank y Liam.
- ¿Hank se quedó con la estatua toda la noche?-pregunta Connor al borde de la carcajada.
-Sí, ahí sigue todavía- respondo y todos empiezan a reír.
-¿No me vas a dar los buenos? - me dice Zed acercándose a mi oreja, notando su respiración y que un escalofrío recorre por completo mi cuerpo. Alzo la vista y veo esa sonrisa que hacía que tuviera mariposas en el estómago.
Lo miré con el corazón en un puño por el hecho de no tener ni idea de lo que había pasado anoche. Entonces le digo:
-Buenos días Zed. - trago saliva y lo más bajo posible me atrevo a decirle - Necesito que hablemos. - Entonces su sonrisa se prolongó. Como me gustaba esa sonrisa tan perfecta joder.
-Espérame en 10 min en mi habitación. -Asiento y se pone a comer su desayuno.
Mi hermano entra por la cocina y se sirve el desayuno, la verdad es que él ya se sentía como en casa, llevaba un mes viendo a esos chicos y se habían convertido en grandes amigos. Sobre todo Zed y Zac, por lo que me preocupa que mi hermano sepa que he dormido con él. No le hará nada de gracia. Zac se llevaba tan bien con los chicos que se iba a ir a vivir con ellos en Septiembre, ya que habían habitaciones suficientes para todos y aún sobraban. Yo con el que mejor me llevaba era con Luck, tal vez por ser el mas menor de los chicos, no lo sé, pero se había convertido en mi mejor amigo en este mes.
Mientras seguía con estos pensamientos subía las escaleras en dirección a la habitación de Zed, llamé y me dijo que pasara, la cerré tras de mi y por un momento me faltó el aire, entonces él dijo:
-Bien, ¿de que quieres hablar?
-¿Qué... qué... paso... anoche? - mis mejillas se encendieron y él puso cara de asombro.
-¿Qué recuerdas?
-No gran cosa, estar jugando al prueba o verdad pero solo hasta que Hank se fue con su querida estatua a protegerla.
-Pues, te puedo decir que disfrutaste bien anoche - y una sonrisa apareció en su cara. Creo que más roja que en ese momento no estuve nunca, así que baje la mirada y se la aparte de sus bonitos ojos azules.
-¿Entonces tu y yo...? - intenté formar la pregunta pero me fue imposible.
Comenzó a reír a pulmón y yo no podía dejar de mirarlo con cara de asombro, no conseguía entender nada.
-Simplemente me dijiste que te gustaba y llevabas mi camisa porque al jugar te quedaste en ropa interior y solo te ibas a poner algo de ropa si era la mía así que accedí. Pero tranquila nena, que yo no me acuesto con niñas como tú.
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TODO CAMBIA POR ALGO
Teen FictionSamantha Soto es una adolescente de 15 años que se muda junto a su madre Ana, su padrastro Will y su hermanastro Zac a California. España lo había sido todo para ella pero ahora no tiene otro remedio que dejar toda su vida atrás para embarcarse en e...