6. Sam

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Ver a los chicos encima de la isla muertos de miedo por la rata me hacía reí cada vez que lo recodaba por lo que más de uno me tiró varios cojines a la cara. Entonces ya empezó la fiesta.

-¿Qué quieres beber? - me preguntó Liam

-Sam no va a beber alcohol - dijo como un sargento mi hermano apareciendo detrás mio. 

-Venga Zac, déjala que disfrute un poco - intervino en la conversación Jack

-No, no tiene edad para beber así que mi hermana no beberá hoy.

-Realmente tu tampoco tienes edad para beber todavía y aquí hasta los 21 nada. - le contraataqué entonces con mi mejor defensa, aunque la verdad es que no era muy buena.

Mi hermano me miró desafiante y entonces se apresuró a responder:

-He dicho que no, tu mínimo hasta los 16 no vas a probar el alcohol y siempre bajo mi supervisión.

-¿Cuántos años tienes, Sam? - me preguntó con cara de extrañado Jack.

-Tengo 15 pero cumplo 16 el 18 de agosto, es decir, el mes que viene.

-¡Ay que pequeña! - gritaron todos a la vez que soltaban unas cuantas carcajadas. Yo puse pucheros ante su reacción y hasta mi hermano rió con ellos.

-Bueno, yo por lo menos no le temo a una rata minúscula y solo tengo 15 años - dije con cara de superioridad y entonces se pararon de reír y empezaron a correr detrás mio.

Pude ver como Zed me observaba todo el rato, creo que no le caía muy bien.

Hank empezó a sacar toda la bebida y los chicos empezaron a beber, la verdad era que eran muy divertidos. 

-Te quiero, te quiero, te quiero hermanita - me dijo Zac apretando lo más posible contra mis mejillas.

-Yo también pero aparta - dije mientras reía, definitivamente estaba muy borracho.

-No, no te voy a dejar nunca y no voy a permitir que nadie se acerque a ti - dijo mirando al resto de los chicos por lo que todos reímos y Zac puso pucheros ante nuestra respuesta.

Liam y Jack lo llevaron hasta una habitación para que pudiera dormir. 

-¿Que quieres beber preciosa? - me preguntó entonces Hank.

-Pues...

-Ella no puede beber, ya habéis oído a Zac-dijo entonces Zed sin darme tiempo a contestar por mi misma. Había estado pasando de mi toda la noche y ahora solo abre la boca para aguarme la fiesta.

-Venga vamos Zed, deja que se divierta - le debatió Hank a Zed.

-Hacer lo que queráis pero yo no soy ningún niñero - dijo Zed con tono secante.

Esas palabras me hirieron mucho, ¿Por qué era tan borde conmigo? ¿Tan mal le caía?

TODO CAMBIA POR ALGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora