Mira hacía arriba y apenas se aprecia una pequeña luz, pareciera fuese la luna.
Se siente flotar pesadamente, se siente caer a paso lento, nunca acaba.
No siente ni un poco de brisa en sus mejillas, no recuerda a Natalie, no piensa en la ventana abierta de su habitación en la madrugada.
Siente una mano firme en su hombro pero no logra ver nada más que esa pequeña luz.
Escucha gritos a su alrededor, pidiendo ayuda, ahora el hombro es sacudido, todo su cuerpo se mueve, pero ella sólo logra ver la luz.
Todo el ruido termina al iniciar un pitido constante a su derecha.