Capítulo 1

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Me siento cómodamente en mi asiento, estoy en turista, y por si os lo preguntáis, mi madre se tiró un mes entero diciendo que tenía que ir en business, pero le dije que no, y aunque parezca mentira ese combate lo gane yo ¡JE!

Saco uno de mis libros de prosa poética y leo a mi autor preferido... En estas 10 horas y 47 minutos tengo muchooo tiempo libre... Tanto que al acabo de una hora noto como se me cierran los par.. pa...dos...

-Señorita... Señorita.

Mm... Noto como alguien zarandea mi brazo, entonces de golpe abro los ojos y veo a la azafata morena que he visto durante todo el vuelo....

Espera...¿Donde esta la gente? ¡He llegado ya! ¿Han pasado ya las 9 horas con 47 minutos que faltaban y no me he dado cuenta?

-Señorita -sonrie dulce- hace más de 10 minutos que aterrizamos, tiene que abandonar el avión. - dice amable.

-Oh si, por supuesto perdone enserio... No me he dado cuenta.

-No se preocupe. -dice sonriendo una vez más.

Bajo por las escalera de embarque y veo a un montón de gente saludando a sus parientes, abrazándose, riendose... Pero yo me veo sola...¿Y mi padre?

Veo a un hombre de unos 50 años vestido como suele vestir mi padre y de hecho moreno, andando hacia la salída, entonces sonrío, tiro la maleta, salgo corriendo y de repente me tiro en su espalda como había hecho tantas veces cuando era tan solo una niña.

-¡Papáaaa! -grito y la gente me mira, pero me da igual, ahora solo existimos él y yo, nadie más.

-¡Oh dios! Mi pequeña -dice entre carcajadas, entonces se gira y me abraza.

Nos tiramos un rato así, hasta que nos reparamos y con una sonrisa me dice;

-Estaba llendome ya a casa, pensé que alfinal no ibas a venir. -y veo el alivio en su mirada.

¿Como podía pensar que no iba a venir?
Mi padre es tonto, pero no un tonto cualquiera, el mejor tonto del mundo y ¡por eso lo quiero tanto!

-¡Por favor! ¿Como no iba a venir papá? He tardado más porque me he quedado dormida y la azafata me ha tenido que despertar, ¡Dios te he hechado tanto de menos! -y dicho esto, lo vuelo abrazar como si no hubiera un mañana.

-Anda vamos, estarás cansada y muerta de hambre, por cierto ¿que tal el vuelo?

-La verdad que si... Pues muy bien ¿y tu que?

Y así nos vamos al coche hablando y hablando.

Lo hechaba tanto de menos...

Si, se que lo he dicho un montón de veces y soy una pesada pero... ¡No me canso de repetirlo!

TODA MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora