Capítulo Doce

28 7 1
                                    

Entramos al bar que Dennis recomendó y la música hacía que mis oídos quieran salir de mi cuerpo para salir huyendo. El bar no está repleto, pero creo que eso es porque todavía es temprano. Mientras que Louis me habla sobre cosas que tengan que ver conmigo yo solo respondo como si un robot hubiera poseído mi cuerpo, mi mirada viaja de Louis a Rayan y él no se da cuenta de mi mirada, solo sostiene la mano de Naira mientras todos estamos en una mesa circular.

—Si no quieres hablar dimelo

—De acuerdo—Digo sin pensarlo

— ¿De acuerdo? —Me mira incrédulo— Reychel, no soy un tonto, sé que no me escuchas—Me dice agarrándome el mentón para que le preste atención

Louis aprovecha que Naira y Rayan se fueron a recoger nuestras bebidas y me habla alto para refutar mientras que Diego y Dennis se enfrascan en una conversación que no logro oír porque susurran.

—Lo lamento, de veras que intento escucharte, pero no puedo

— ¿Quieras que él sienta lo que tú estás sintiendo?

Lo que dijo hace que mis sentidos se interesen

— ¿Cómo haría eso?

—Besándome, por supuesto

Niego con la cabeza, eso no podría soportarlo, me da pánico hacer eso, es como si sintiera que lo hace contra mi voluntad

—No puedo hacer eso, de verdad que no puedo

—Aunque no necesitarías besarme, solo hacer parecer como si lo estuviéramos haciendo —Al ver mi confusa mirada sigue hablando—, tú sólo tendrías que cerrar los ojos, como yo estoy de espaldas a él no notara si lo hemos hecho de verdad.

—Hay que hacerlo —Afirmo—, solo no me beses.

El encoge sus hombros y se acerca lentamente a mí hasta que siento su aliento en mis labios. Intento relajarme lo mejor que puedo y cierro los ojos pensando en cosas bonitas, pero por más que lo intento siento que el tiempo se vuelve más lento y recuerdos golpean mi cabeza en forma de flashes.

—Creo que ya basta —Me alejo

—Tienes razón, eso bastará para que él imagine otra cosa

—Chicos, aquí están sus bebidas—Nos interrumpe Rayan con las bebidas.

La tarde pasa rápido y sin darme cuenta ya son las seis de la tarde, me quiero ir a mi casa así que me levanto y me despido de todos.

—Te acompaño —Se levanta Rayan—. Naira te quedaras a esperar a tu hermano, ¿cierto?

—Uh...sí eso creo—Dice ella como si quisiera irse con él—, nos vemos.

Se acerca a Rayan y le da un corto beso en los labios.

Empezamos a caminar sin decir nada como si fuésemos dos completos desconocidos que no saben cómo empezar una conversación.

—Te vi bien conversadora con Louis—Me habla sin mirarme—, ¿Te gusta Louis?

—Me parece lindo—Respondo

—Entonces te gusta

—No he dicho que me guste y si me gusta ¿Qué?

—Nada—Me dice parando de caminar—Al parecer al él sí lo quieres o al menos más que a mí

¿Por qué hace esto? Se supone que está con Naira es porque le gusta, porque se olvidó de mí

—Igual que tú a Naira también la quieres más que a mí, ¿cierto?

—La estoy aprendiendo a querer

Lágrimas de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora