Lágrimas de ella

Capítulo Dieciocho

Les recomiendo escucharla mientras lees. Ahora me voy, disfrutad.

— ¿Por qué tan sola, señorita?-entra un chico con chaqueta de cuero, lo reconozco, es Louis.

Vine a la biblioteca después de clases para averiguar sobre la tarea de historia, en días como estos prefiero hacer la tarea en el colegio que en mi casa, es más creo que podría vivir en el colegio de no ser por el señor de limpieza.

—Porque quiero buscar una solución para hallar la paz en el mundo— bromeo.

— ¿Enserio leerás esos libros?—señala los dos libros de quinientas páginas.

—Sí, es historia, me gusta buscarla más en los libros que en el internet.

—Vaya, tú deberías estudiar con Diego

—No, no te confundas, Diego es un erudito de pies a cabeza, a mí solo me gusta leer.

—Si tú lo dices—se sienta a mi lado—. No te vi en la fiesta de Halloween, ¿fuiste?

—Uh...si—desvío la mirada—Yo tampoco te vi a ti, ¿Dónde estabas?

—Estaba con una Cleopatra muy bonita

No puedo creer lo que estoy escuchando, al parecer Naira no estaba tan sola.

—Naira, ¿cierto?

— ¿Cómo lo supiste?

—Alguien me lo dijo

A pesar de que se volvió mi amigo no puedo contarle que Rayan me lo dijo puesto que tendría que contarle cómo me lo dijo.

— ¿Rayan?—cuestiona— Encontré a Naira a casualidad, ella estaba buscando a Rayan, pero me encontró a mí y creo que fue la mejor opción.

Si Louis me dice que no me vio de seguro no lograron encontrarnos juntos, así que no hay problema.

—Porque al buscarlos vimos a otra Cleopatra junto a él muy juntos.

No me está acusando así que puede que no me haya reconocido. Ahora que recuerdo Naira y Rayan estaban distantes en el recreo y en la clase.

—Louis, creo que será mejor que me vaya, tenía que ir a casa de Dennis y lo olvide por completo

—De acuerdo

Salgo del colegio y voy hacia mi casa, ¿Rayan y Naira terminaron? ¿Y porque eso me hace feliz?

—Hija, ¿Por qué regresas tan tarde?—me dice mi mamá en cuanto entro a la sala

—Pensé que no ibas a estar en casa—digo subiendo las escaleras

— ¡Reychel!—me grita para que la escuche— Vamos a mi oficina, quiero hablar contigo

—De acuerdo, porque yo también tengo que hacerlo

Aprovecharé esa conversación para preguntar sobre la herencia de mi padre.

—Reychel, tu tío me comentó que pensabas huir de casa

¡Imbécil! No le bastaba con arruinar mi vida, ahora arruina mi plan.

—No sé porque le crees, aunque pensándolo mejor, siempre lo haces le crees más a él que a mi

—Cómo quieres que no le crea si noto que has estado muy distante y me doy cuenta de que sales mucho de casa

Me dan ganas de ir ahora mismo a mi habitación, agarrar mis cosas e irme.

— ¿Y eso quien te lo dijo? No creo que te hayas dado cuenta tú porque ni notas que yo vivo aquí