UNILATERAL (Min Yoon Gi)

3

—es que no lo entiendes? No te llevaré a casa, ya te lo he dicho–

La chica se abalanzó sobre mí y me atrapó en un fuerte abrazo lleno de efusividad. Era extraño

—estaba preocupada, lo siento mucho de verdad–

—sí, yo también lo siento mucho, puedes soltarme por favor? –

—qué, cómo? No entiendo–

—sólo no me toques–

La chica se echó hacia atrás confundida, no entendía qué rayos hacía ella ahí

—qué mierda haces aquí? –

—em... Yo... Sólo quería saber si estabas bien–

—lo estoy–

Metí las manos a mis bolsillos y comencé a caminar en dirección a mis amigos que estaban subiendo al auto de los Jeon

—espera!– gritó la chica a mis espaldas —podrías... Si no es molestia, acompañarme a mi casa?–

Acaso estaba loca? Acaso no entendía el término "NO"? Estaba a punto de mandarla al carajo cuando escuché la puerta del auto cerrarse

—sería descortés dejarla aquí, después de que estuvo pendiente de ti todo este tiempo–  dijo Nam con un tono bastante serio

—eso y que ya no hay lugar en el auto– agregó JungKook burlándose

—traidores–

Me volví hacia la chica que aún seguía  mirándome con esperanza, rodee los ojos e indiqué con un gesto que comenzara a caminar. Ella se alegró y con una enorme sonrisa dio pequeños saltos hasta llegar a mi lado, rodeó mi brazo con el suyo y comenzó a hablar.

Mi mente se bloqueó en ese instante, mis ojos miraban su agarre con bastante desagrado. Realmente odiaba el contacto físico y más tratándose de una perfecta desconocida

—no me toques!– le ordené usando un tono amenazador pero bastante bajo como para no ridiculizarla frente a las personas que había alrededor

—po-por qué?–

—por que odio que me toquen–

La chica frunció el ceño y me soltó lentamente.

La seguí por dónde ella indicaba hasta llegar a una zona un poco distinta a la que yo vivía, los vecinos hablaban entre si y los niños jugaban en la calle con sus mascotas y también había personas regando su jardín, era... Raro.

Yo me encontraba viviendo en un departamento en una zona bastante distinguida; el edificio era elegante, las personas no hablaban entre si y no había niños.

A pesar de que me resultaba un tanto extraño el lugar, el ambiente que se sentía era acogedor, lleno de tranquilidad, amabilidad y... Y esas cosas. No había gente corriendo de un lado a otro con un portafolio u ordenador, tampoco llevaban café exprés o corbatas de acuerdo al traje. Si no todo lo contrario, las personas de este lugar parecían felices.

Nos detuvimos frente a una casa grande; con puerta blanca, barandilla y escalones.

—aquí es, muchas gracias – dijo la chica un poco tímida

Yo me quedé mirando los alrededores un poco más

—buen día Yangmi!– gritó un chico al otro lado de la acera, llevaba el cabello revuelto, y tenía expuesto su abdomen muy trabajado

—hola, buen día Jimin– contestó ella alzando muy alto su mano

Fue ahí cuando me di cuenta que me estaba interponiendo entre miradas fugaces y exageradas sonrisas, definitivamente yo estorbaba ahí, de hecho, estorbaba en todo el lugar, no era como mi habitad.

Di media vuelta y comencé a caminar, ese lugar me gustaba, y me gustaba mucho. Antes de salir por completo de esa zona, di un último vistazo, definitivamente volvería.