UNILATERAL (Min Yoon Gi)

18

Entré a la habitación donde se refugiaba Taehyung, la habitación era consumida por la obscuridad, no había nada que permitiera mínima visión, así que palpé la pared hasta encontrar el interruptor, en la habitación se concentraba un desagradable olor que casi me obliga a salir, pero pude soportarlo, cuando por fin encendí la luz, pude ver ese diminuto espacio de cuatro paredes, las cuales tenían un color amarillento en la base, pero un mal trabajo de pintura negra sobre la misma; en cada rincón había una montaña de ropa aparentemente sucia, cajetillas de cigarros, basura y zapatos, también había una ventana, la cual estaba cubierta por papel periódico en su totalidad, evitando así que la luz del sol se colara hacia dentro. Y por último, al centro de la habitación, una cama individual desecha, y Taehyung sobre ella, mirándome expectante.

—mierda,creí que estarías dormido–

Él sólo soltó una risa boba y pesada

—qué haces aquí hyung?–

—crees que ésta es la mejor manera de arreglar las cosas?–

—creo que no hay forma alguna de reparar el daño–

—tienes razón, tal vez deberías seguirlo, tal vez deberías entregarte a las autoridades, tal vez...–

—tal vez lo siga–

—mira Tae, no puedes seguir así, estás preocupando a Hye, debes sí o sí olvidarlo o asumir las consecuencias –

—estoy condenado Min, para qué alargar la espera?–

—actuas como un niño cobarde, por qué no fuiste un cobarde antes?–

—basta Yoongi, estás empeorando la situación –

—empeorando dices? Sabes cuántas noches llevo sin dormir por tu culpa? –

—no debí de haber confiado en ti–

—pero lo hiciste! Y el encubrirte me hace un maldito cómplice –

—pues entonces entregame, así tendrás tu conciencia tranquila–

—estoy considerándolo –

Taehyung perdió el control, realmente se miraba molesto, entonces de un brinco salió de la cama y me golpeó, su golpe casi disloca mi mandíbula, entonces sentí como algo dentro de mí quemaba, ardía como el mismo infierno.

Recuperé la postura y me abalancé sobre él, me sujetó con ambos brazos para detenerme pero logré deshacerme de él y comencé a golpear su estómago sin medir mi fuerza, por lo que Taehyung no tardó en doblarse del dolor y quejarse, pero sin darse por vencido. Me alejé un poco para permitirle respirar, pero tomó ventaja y me empujó lejos haciendo uso de toda su fuerza, perdí el equilibrio y caí al suelo.

Pude escuchar a Hye golpeándolo la puerta del otro lado, gritaba un sin fin de cosas, a las cuales no les presté atención ya que en ese momento mi mente se encontraba ausente.

Taehyung lanzó a mi rostro una botella vacía de vidrio, ésta aterrizó justo en mi mejilla, llevé mis manos hasta ella sintiendo la sangre brotar de la herida.

No tuve tiempo de recuperarme cuando Taehyung comenzó a proporcionarme un sin número de patadas en las piernas. Eso dejaría marcas.

Pateé su espinilla con mucha fuerza haciéndolo caer, pero apenas si me puse de pie, él también lo había hecho.

Entonces lo empujé lo más fuerte que pude y cayó sobre una pila de ropa en la esquina de la habitación, me coloqué sobre él dispuesto a darle el último golpe, (el último golpe de la pelea obviamente, no es como si fuera a asesinarlo), y por ser el último, tenía que ser el más fuerte.

Cerré mi puño con mucha fuerza y acumulé  toda mi energía en él, mi sangre hervía y estaba dispuesto a desfigurar su rostro.

Sus ojos imploraban piedad, reflejaban todo el miedo que lo mantenía paralizado. Entonces golpeé con toda mi maldita fuerza.

Sentí como después de eso mi cuerpo comenzó a relajarse, liberé todo el maldito estrés que me consumía y solté un ligero suspiro, mis nudillos comenzaron a sangrar y mi mano dolía bastante, tanto que me costaba trabajo doblar los dedos.

Taehyung se quedó inmóvil ante mi acto, una de la tantas lágrimas que se habían aglomerado en sus ojos había escapado, luego miró la pared, donde había residuos de mi sangre y se echó a llorar. Al igual que él, miré el daño que había provocado en la pared, apenas si se miraba sobre la pintura negra. No pude evitar reír.

—lo siento– dijimos al unísono, yo miraba la pared, pero sentía como Tae tenía la vista clavada en mí.

—me siento mejor– declaré y coloqué mi rostro sobre su hombro.

—yo también – agregó

Ambos nos echamos a reír, sentí como la tranquilidad que invadía habitualmente mi cuerpo, volvía a hacer acto de presencia, relajando mis músculos.

La puerta fue abierta de golpe sorprendiendo a ambos, Hye se quedó perpleja observando la escena con un cuchillo en la mano. Acaso planeaba detener la pelea usando un arma blanca?.

—están bien?– preguntó —escuché mucho ruido y nadie abrió, tuve que forzar la cerradura– dijo mostrándonos el cuchillo —esperen... Qué mierda están haciendo?–

—estás celosa por nuestra cercanía? – bromeó Tae

No comprendía de que hablaba Hye, pero al escuchar hablar a Tae comprendí, me encontraba justo sobre él y nuestros rostros estaban demasiado cerca. Con las mejillas encendidas me coloqué a su lado.

—Yoongi, estás sangrando– ella se acercó hasta nosotros y se puso de rodillas frente a mí — sí peleaban verdad? – preguntó acariciando mi mejilla, la misma que recibió el impacto de la botella, no respondí, sólo contemplé sus hermosos ojos, acaricié suavemente el contorno de su cintura con mis dedos, causándole escalofríos, me miró nerviosa.

—quieren... Que los deje a solas? – preguntó Tae, poniéndose de pie y saliendo de la habitación, Hye estuvo a punto de protestar, pero terminó boquiabierta al mirarlo salir.

—qué rayos... Hiciste? No había salido de aquí en días y llegas tú y...–

Fue interrumpida por mi brazo rodeando su cintura, la atraje a mí.

—preguntas demasiado –

Uní mis labios a los suyos en un beso que comenzó lento pero terminó descontrolado. Oh mierda, cuánto tiempo llevaba queriendo hacer esto? Hye era perfecta. Taehyung, quedas absorto de todos tus malditos pecados.