UNILATERAL (Min Yoon Gi)

22

-Hey Yoongi! - llamó Taehyung abriéndose paso entre la multitud de gente que se encontraba en el jardín. -qué haces afuera, amigo?-

Metí ambas manos a los bolsillos de mi pantalón y chasquee la lengua, no podía decirle la verdadera razón.

-te estaba buscando - mentí, la verdad era que mi búsqueda había terminado hace algunos minutos. -dónde estabas?-

Él me mostró una de sus particulares sonrisas -acompañé a una chica a su casa, cerca de aquí, no se sentía bien-

Vaya, que amable.

-será mejor que nos vayamos a casa, Hye debe de estar preocupada -

-a Hye le importa una mierda si duermo o no en casa- dijo con obviedad.

-pues entonces vayamos a mi departamento - propuse sin estar realmente convencido. Quería ver a Hye, tenía que olvidar ésta mala pasada. Pero qué podía hacer si Tae se reusaba?

Me despedí de algunos conocidos que estaban cerca y cuando puse un pie fuera de la residencia de los Jeon alguien gritó mi nombre. Me giré para ver de quién se trataba y no era nada más y nada menos que Yangmi.

-por qué te vas?- dijo aproximándose con paso rápido a mí.

-estamos cansados, nos vemos luego - contesté sin darle mucha importancia y seguí caminando sin voltear a mirarla.

-estamos? - cuestionó confundida.

Sin dejar de caminar, crucé mi mirada con la de un confundido Taehyung, que sólo alzó las cejas haciéndome saber que él tampoco comprendía a qué se refería Yang. Me encogí de hombros restándole importancia y continuamos andando hasta el auto.

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-quién es ella?-

-quién? -

-la chica que te siguió -

-ah, una... Amiga de Kook-

-parecía interesada en ti-

-no, para nada-

-bien- dijo sonriendo al fin, lo miré sospechoso, acaso mi respuesta lo había hecho feliz?

-no me digas que...-

-está linda, está linda hyung- me interrumpió

Sólo eso faltaba, que Tae se interesara por Yangmi, rodee los ojos y seguí conduciendo hasta aparcar en el estacionamiento del edificio.

Antes de que pudiera cerrar la puerta del auto, un fuerte golpe en mi estómago me dejó sin aire, haciéndome perder fuerza en las piernas y caer de rodillas frente al causante de esto.

Un hombre de apariencia robusta, vestido completamente de negro arrebató las llaves de mis manos y proporcionó una fuerte patada en mi mandíbula. Haciéndome caer a un costado, casi debajo del auto.

Escuché como un segundo hombre se burlaba desde el otro lado. Abrí los ojos en busca de Taehyung, temía que lo lastimaran, pero sólo pude ver los pies del segundo hombre subiendo al asiento del copiloto. Pusieron el auto en marcha y huyeron como las ratas que eran. Casi soy arrollado por mi propio auto, pero gracias al cielo no fue así.

-Tae!!!!- grité desesperado por encontrarlo, ya que no lo miraba por ningún lado, intenté ponerme de pie pero un horrible mareo me lo impidió, y caí de nuevo en el mismo lugar.

Un terrible miedo invadió mi cuerpo, tal vez los idiotas esos, secuestraron a Tae, pero con qué propósito?

El mareo no cesaba, si no todo lo contrario, se intensifica provocando náuseas. Estaba tirado en el estacionamiento del edificio y mi cuerpo no respondía como debía hacer. Esto era humillante.

-lo siento hyung, no pude hacer nada para defenderte- escuché el lamento de Tae justo detrás de mí. Su voz estaba quebrada, igual que mi mandíbula.

Una tranquilidad invadió todo mi ser al saber que se encontraba a salvo, al menos a él no le habían hecho daño, pensé, pero no pude ni siquiera voltear a verlo para comprobarlo cuando mis ojos se cerraron involuntariamente.

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Abrí los ojos lentamente, mis párpados pesaban demasiado; una tenue luz iluminaba el espacio donde me encontraba, me resultaba conocido, pero mi mente no podía procesar nada. Sólo continué mirando al rededor sin alarmarme.

Mi mirada se detuvo en aquel sillón, tan cómodo y elegante; mi amigo Nam, en un extremo del sillón, reposaba su cabeza sobre su propio hombro, JungKook estaba recargado con la boca entreabierta en el brazo que Nam tenía libre. Del lado contrario del sillón estaba acurrucada Yangmi, y a los pies de todos ellos, ya sobre el suelo, estaba Hoseok recargando la cabeza en las piernas de Kook, con la boca completamente abierta, y a un lado de él, abrazándose a sí mismo Jin. Todos estaban profundamente dormidos. Se miraban cansados.