No era posible, tanto que lo negó y ahora estaba con él. Bah que perdida de tiempo.
Seguí mi camino hacia el interior de la casa, ignorando a ese par que derrochaba amor, me detuve justo en el marco de la puerta y eché un vistazo rápido para localizar a mis amigos, una vez ubicados le pedí a Tae que me esperara para ir por algo de beber.
—Yoongi, has venido!– gritó Nam desde el otro extremo de la cocina.
—sí, la galleta ha pasado por mi casa y me ha invitado–
—y... Te ha acompañado? Tu chica– se explicó
Tenía que inventar algo bueno, algo creíble para que no pensaran mal de ella.
—no, ella... Tuvo que trabajar, en su lugar, me acompañó su hermano–
—oh, ya veo, y él dónde está? –
—esperando en la sala–
Tae me esperaba paciente en la sala, y a juzgar por su personalidad, no pensaba que tuviera dificultad para socializar.
Nam por su parte, mostraba su gratificación de tenerme ahí. Era cierto que estábamos un poco distanciados a causa de Hye, y eso no era mucho de su agrado, aunque sabía disimular muy bien, lo conocía lo suficiente para saber que no aprobaba mi relación con ella, pero no me agobiaba del todo.
Volvimos juntos a donde creí encontraría a Tae, pero el chico se había esfumado. Imaginé que así sería, pues es difícil mantenerlo serio. Ocupé un lugar en el sofá y Nam se posicionó justo enseguida de mí. Podía notar como disimuladamente buscaba entre todas las personas a algún desconocido. No me molesté en darle explicaciones, tarde o temprano él aparecería.
Me puse cómodo mientras bebía de mi cerveza, hacía tiempo que no tenía una extensa platica con mi mejor amigo. A pesar de ser un desastre total y llevar gafas de sol aún siendo de noche, siempre tenía la razón. Su aspecto es de un chico rudo y presumido, pero su inteligencia y amabilidad lo hacen una increíble persona.
Habían pasado unas dos horas desde que Tae y yo llegamos y no lo había vuelto a ver desde entonces. Se habría marchado? Comenzaba a preocuparme por él, quizás estaría en una de las habitaciones con alguna chica.
—estás bien? Te noto preocupado– pregunta Nam, alzando una ceja.
—es Tae, el hermano de Hye, no lo he vuelto a ver desde que llegamos y no quiero que ella se moleste con migo por haberlo perdido–
Nam suelta una escandalosa carcajada ante mi comentario.
—acaso es menor de edad?– niego —ha de estar con alguna chica, dejalo–
Como no queriendo, fui a echar un vistazo por las habitaciones. No me preocupaba que estuviera con alguien, sólo quería asegurarme que aún siguiera aquí.
En la residencia de los Jeon había varias habitaciones, así que me fui en orden; primera habitación: cerrada con pestillo. Llamé varias veces a la puerta preguntando por Tae, pero el imbécil que estaba dentro se molesto y me mandó a la mierda. Senguda habitación: parecía haber una orgía, había al rededor de 9 personas ahí. Me fijé en cada uno intentando encontrar algún rostro familiar pero nada, sólo gané una invitación a unirme o largarme, podía elegir. Tercera habitación: la vista daba directo a una cama, la cual estaba vacía. Estuve a punto de cerrar la puerta nuevamente cuando escuché a una chica quejarse, abrí y me adentré un poco para buscar a mi amigo. No pude distinguir al instante pero un molesto Jimin me preguntó qué mierda miraba. Reconocí su estúpida voz. Luego mi mirada se clavó en la chica, Yangmi.
—Yoongi... –
—Yang... Lo siento, busco a alguien– me expliqué y cerré la puerta dejándolos en lo suyo.
Sentí mi pecho arder, y mentiría si dijera que esa imagen no me afectó, pero al final de cuentas es algo que no podía evitar.
____________
Salí al patio para tomar un poco de aire, olvidándome por completo de mi búsqueda. No comprendía la razón por la cuál la punzada en mi pecho, si había sido yo quien la había rechazado. No habría sido tan malo si la hubiera visto con cualquier otro, pero ese pesado??!! Aaghh, lo odiaba.
ESTÁS LEYENDO
UNILATERAL (Min Yoon Gi)
FanficHas creído que tu vida por fin tiene sentido? Que por fin has encontrado un motivo para seguir respirando? Eso pasó con Yoongi, él dejó de pensar que la vida sólo era una mala pasada que a alguien se le había ocurrido para divertirse. Pues para él l...