Parte 5

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   No pude evitar reír al ver a Kuroo.

   - ¿Nos vamos? – dije señalando el camino – Me pareció ver una cafetería tres cuadras adelante, quizá vendan pan al vapor y té – No sabía en qué tono hablarle por lo cual dejé salir las palabras de manera natural. Una tras otra.

   - Yaass...- apenas pude escuchar ese extraño ruido de afirmación. Kuroo puso su mano sobre la nuca y comenzó a caminar mirando al cielo. Le seguí el paso.

   - Por ir viendo al cielo, tropezaras si no ves al frente- le di un tirón a su playera para que caminara viendo al frente. Inmediatamente lo hizo. - ¿Realmente te hice esperar mucho? – Cuestione haciendo referencia al comentario que había hecho.

   - Tardaste diez minutos en ir y regresar. Bokuto no dejaba de preguntar si ya venías y Akaashi solo miraba en la dirección en la que te fuiste- Levanto los hombros y aclaro la garganta – Cualquiera hubiera sentido esos minutos como una eternidad – Me miro por el rabillo del ojo.

   - Si alguien te hubiera escuchado diciendo eso, hubiera pensado que ya nos habíamos visto antes y que esta era una clase de rencuentro – pase mis manos para atrás.

   - Eeegghh...- trono la lengua – Jamás pensé que sería así de torpe, pero no puedo hacer nada al respecto... oh... mira... allí está la cafetería – Kuroo señalo la cafetería que se encontraba a unos metros más adelante.

   Seguimos caminando en silencio hasta llegar a la cafetería, al estar dentro, ordenamos y nos sentamos en una mesa ubicada en la esquina, estaba junto al muro de cristal que daba para la calle. Yo me senté en el lugar de enfrente, de esta manera la mesa nos estaría separando. Mientras comíamos y tomábamos té, veíamos los videos en el celular de Kuroo y cada que no entendía lo que sucedía le preguntaba; cada video era un partido de escuelas diferentes por lo que me vi obligada a sacar una libreta para anotar los nombres de las escuelas, los capitanes y los posibles jugadores que requirieran atención debido a sus jugadas.

   Los panes ya se habían acabado y quedaba poco té, yo veía de nuevo todos los videos para anotar los detalles perdidos. Kuroo sorbía con el popote el poco té helado restante en su vaso. Pasó alrededor de una hora y media desde la llegada a la cafetería cuando mamá comenzó a marcarme por teléfono. Se tranquilizo después de oír el nombre de la cafetería, esta se encontraba a quince minutos de la casa. Finalicé la llamada y le pedí a Kuroo el favor de mandarme los videos por correo electrónico. Mi celular no tenía memoria suficiente para tantos videos.

   - Creí que sería difícil de entender, pero con tus explicaciones todo ha sido más sencillo – le agradecí a Kuroo mientras salíamos del lugar. Desde ese punto iríamos en direcciones opuestas – Nos vemos mañana en el gimnasio –

   - Ummh... Claro- Kuroo se acercó, puso su mano sobre mi cabeza y poco a poco la fue bajando hasta llegar al final de mi cabello, agarró un mechón y jugó con él – Mañana... mañana no tardes en llegar al entrenamiento – soltó el mecho y me vio directo a los ojos.

  - No lo haré – el se dio la vuelta y se marchó. Yo hice lo mismo.

   Durante el entrenamiento del día siguiente, hice un pequeño mitin para infórmale al equipo sobre el ultimo partido de practica con el Fukurodani. Todos se emocionaron en especial Inouka y Lev. Después les pedí un poco mas de su tiempo ya que debía explicarles un par de cosas con respecto a las jugadas de los mejores equipos de Tokio. Incluso los entrenadores prestaban atención a lo que explicaba con ayuda de los videos que les mostraba desde mi laptop. De vez en cuando miraba a Kuroo, el no dejaba de sonreír orgulloso. Era normal. La noche anterior me estuve mandando e-mails con el para pedirle ayuda. Debía entender rápido todo el mundo del volley. Todo el mundo de Kuroo.

   Al finalizar el entrenamiento Kuroo se acerco a despedirse de mí, también los demás chicos...en especial Yamamoto que no dejaba de saltarme encima. Si no fuera por Morisuke jamás me lo hubiera podido quitar. Desde la entrada de la escuela observe a Kuroo y a Kenma, ambos regresaban juntos a casa, vivían cerca el uno del otro.

   Al llegar a casa salude a mamá a y mi hermano, preguntaron si me había ido bien en el club a lo cual yo asentí, le pregunte a mi hermano si aun había paletas en el congelador y cuando el dijo que solo quedaban cinco le solté un golpe en la cabeza.

   - Se supone que era una por día... - dije reprochando. El solo se sobo la cabeza y se fue a su cuarto. – Mamá dile algo, las compre para que duraran al menos dos semanas-

   - Si las dejaste en el congelador, no se podía evitar – respondió mamá soltando un suspiro en modo de fatiga – Ya, ya, mañana que vaya al mercado les compro más paletas – dijo haciendo movimientos con la mano. – Aprovecha la tarde y lava tu uniforme –

   - Jm! Si mamá – Fui a mi cuarto a cambiarme la ropa y después subí al cuarto de servicio para lavar mi uniforme y algo de ropa sucia que tenía.

   Mientras la ropa se lavaba yo veía una y otra vez los videos de las practicas del equipo de volley, poco a poco comencé a diferenciar los movimientos de cada jugador y hasta cierto punto me pareció ya podía notar los cambios de tiempo entre jugada y jugada. Bloquee la pantalla del celular y la guarde en el bolso trasero del pantalón. La ropa ya había terminado de lavarse.

   Baje a la cocina luego de tender la ropa y darme una ducha rápida, mamá ya tenía preparada la cena y (n/d/h) volvió a aparecer solo por la comida. Por seguir viendo los videos mamá se enojo y dijo que dejará el celular mientras comía.

   - Bueno, entonces supongo que no estará mal si hago esto... – comencé a transmitir los videos por wifi al televisor – Necesito ver esto tantas veces me sean posibles mamá, tu también deberías verlos para conocer el equipo en el que estoy –

   - ¿Y yo? – dijo mi hermano medio levantando la mano

   - Eeewww también tú, si quieres verlos adelante- le respondí llevándome un gran bocado de comida a la boca. Mire la pantalla del televisor, justo estaba la parte de los bloqueos de Kuroo. 

   - Oh... wow .... Vaya... Son muy buenos estos chicos – dijo mamá a lo cual (n/d/h) solo asintió.

      - Son todos muy buenos, trabajan en armonía.... Como la sangre en nuestras venas – respondí medio riendo Aaaahhh justo como el discurso de Kuroo entre cada práctica.

   Cuando terminamos la cena yo limpie la mesa mientras mamá lavaba los trastes y (n/d/h) secaba los de la comida de la tarde y los guardaba. Finalicé la transmisión del celular al televisor y subí a mi cuarto para seguirlos viendo en privado.

   Antes de darme cuenta, quede profundamente dormida.

Siempre estuviste para mi (Tetsurou Kuroo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora