Parte 12

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   Mire sus ojos, tan llenos de luz bajo esas enormes pestañas negras, Kuroo se separo y dio un beso en mi frente. Retiro su mano de donde la tenía y se puso de pie frente a la cama, yo voltee a verlo con intriga.

   - Me vuelves loco con cada respiración que sueltas, con cada beso que me das me siento más deseoso de ti... - Puso una mano en la cadera y bajo la mirada en dirección a su masculinidad, tan vigorosa y recta. Luego lamio los dedos que había introducido en mi interior provocando una serie de descargas eléctricas en mis piernas y parte de mi vientre bajo. – Por ahora dejémoslo aquí – sonrió con dulzura tras decir eso – Yo me encargare de este pequeñín – Sí claro...pequeñín... - Debes descansar para recuperar tus energías –

   - ¿Por qué te detuviste? – pregunte curiosa.

   - Aun que parezca que soy un veterano en estas cosas...realmente no lo soy- tallo su nunca con la mano que antes tenia en la cadera y rio un poco – Es la primera vez que hago esto-

   -¡¿QUÉ?! Pe...pero si lo hacías tan bien que creí que ya lo habías hecho antes...mentiroso...- dije tan rápido y tan sorprendida que el mismo Kuroo se sobresaltó.

   - Digamos que como cualquier otro hombre me dedico a investigar sobre el tema- sonrió de lado y me guiño un ojo.

   - O ver porno- Kuroo carcajeo con fuerza cuando dije eso y luego de que recupero el aliento me miro.

   - No lo quería decir de esa manera, pero sí- desvió la mirada y comenzó a buscar su ropa – ahora si me das unos minutos... necesito ir al baño – se puso únicamente la camisa y se inclino para volver a besar mi frente. Le dije que el baño estaba justo enfrente de mi cuarto, luego de eso se marcho con el resto de su ropa en manos.

   Al permanecer sola en la habitación, y con tanto silencio comencé a asimilar lo que acababa de pasar, empecé a sentir un poco de vergüenza y me enrosqué en las sabanas de mi cama dejando solo mis ojos a la vista. ¿Qué tan inconsciente era del deseo que sentía por Kuroo que tras aclarar mis sentimientos termine así? ¿Qué pensará ahora Kuroo de mí? Dirá... ¿dirá que soy fácil? ¿pensará que estoy urgida?

   Poco a poco mi cabeza comenzó a llenarse de preguntas, a pesar de que había mandado todo a la mierda parece que al fin y a cabo las cosas no eran así de sencillas. Cerré los ojos y al recordar la mirada cálida con la que Kuroo me estuvo mirando todo el tiempo, mi corazón y mente parecieron calmarse un poco. De estar viendo a la pared di la vuelta para ver en dirección a la puerta, aun enrollada en las sabanas.

   - Esa mirada tan dulce y gentil que aun después de abrir los ojos la sigo viendo- murmure a lo bajo.

   - ¿Que mi mirada qué? – dijeron los labios que se encontraban bajo esos ojos que hasta hace unos momentos estaba viendo. Al darme cuenta de que era Kuroo me sobresalte y como reflejo cubrí todo mi ser con las sabanas.

   - ¡Si ya estabas aquí me hubieras avisado! ¡Me vas a provocar un infarto! –

   - Oya? Pero es que estabas tan inmersa en tus pensamientos que no quería distraerte – sentí como la cama se sumía por el peso del cuerpo de Kuroo, luego de unos segundos sentí como retiraba la tela para que mi rostro quedara de fuera – Por unos momentos pude ver preocupación en tu rostro ¿esta todo bien (t/n)? –

   - Aamm... si, es solo cansancio, supongo- dije tratando de ocultar mis preocupaciones.

   - A pesar de que hace unos momentos estabas tan despierta~ - respondío Kuroo suspirando la ultima palabra como en tono de burla. Fruncí el ceño.

   - ¿Qué vas a saber de mi cuerpo? No puedes saber como me siento ¿sabes? – respondí con brusquedad, y me di cuenta de ellos después de ver el cambio de expresión en el rostro de Kuroo.

   - Precisamente por eso te pregunté, si algo no está bien, dímelo y ya veré que hacer para mejorar la situación, eso es lo que hacen los novios ¿no? – tomo mi rostro entre ambas manos.

   - Aun que empezamos de esta manera... somos novios ¿verdad? –

   - Sí, lo somos, y si fue de esta manera o de otra ¿qué importa? Si hicimos esto fue por que es lo que deseábamos hacer y por que a diferencia de otros nosotros no nos andamos con rodeos, está bien ser así de honesto con uno mismo ¿no crees? - comenzó a moldear mis mejillas sin piedad – Aun que claro que ya después lo haré bien... para que todo el mundo se entere- sonrió con maldad y travesura.

   - ¿Entonces tu idea de mi no cambio? – le detuve las manos y tragué saliva.

   - Sí, claro que cambio- Me soltó las mejillas y se cruzó de brazos – Mi idea de ti cambia todos los días, por qué todos los días te voy conociendo un poco más- ladeo la cabeza y a la par su cabello se movió y esa pose lo hizo ver demasiado hermoso y sensual – Aun me rebota el corazón sabiendo que estas tan cerca mío –

   Un peso innecesario que sentía desapareció como el humo tras escuchar eso, mis ojos se humedecieron, mis labios se expandieron de oreja a oreja mostrando una gran sonrisa y de un momento a otro estaba abrazando a Kuroo. Su perfume aún seguía impregnado en la tela de su ropa. Sin saber, Kuroo también me abrazo y me sostuvo con fuerza.

   - No se qué pensaste en estos diez minutos que estuve en el baño... pero no vuelvas a pensar en cosas preocupantes – beso mi mejilla y se separó agarrándose el pecho, del lado del corazón – Siento que voy a morir...ve la hora que es- mire el reloj que estaba en la pared "7:45 pm"

   - Ya casi es hora de que llegué mi madre...- dije a lo bajo.

   - Se... ya tengo que irme – me dio el último beso del día mientras me recostaba de nuevo en la cama – Nos vemos mañana en la escuela-

   - Sí – lo mire mientras tomaba sus cosas y salía de la habitación. Antes de cerrar la puerta se detuvo y me hecho una ultima mirada, sonrió y se despidió con la mano. Cuando cerro la puerta permanecí atenta a cada ruido y al escuchar el cerrar de la puerta principal deje escapar aire.

   Nos vemos mañana Kuroo. 

Siempre estuviste para mi (Tetsurou Kuroo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora