Parte 20

674 43 4
                                    


Kuroo me había plantado un beso en los labios.

- UUUUUUUUUOOOOOOOOOOORALES – Se escucho unánime, vaya coordinación para reaccionar así.

Sentí como el calor se me subía al rostro y al mismo tiempo se formaba un hueco en mi estómago, lo hizo enfrente de todo el equipo. Al apartarse siguió caminando con normalidad, no apresuro su marcha ni la disminuyo, solo siguió caminando a mi lado y al del resto del equipo.

- Realmente es algo a lo que deberíamos acostumbrarnos a partir de esta noche ¿no? ¿no es así Kenma? – preguntaba con desesperación Inouka al armador veterano del equipo.

- ¿A partir de esta noche? ¿de qué hablas Inou...-

- NADA – me interrumpió un grito proveniente del frente, era la voz de Shibayama quién iba caminando a lado de Kai – No es nada -

- Oigan ustedes dos ¿Por qué no van tomados de la mano como el resto de nosotros? ¿acaso les debo cantar brooooomance? – pronunciaba Taketora en un evidente intento por cambiar el tema, a lo cual solo pude entre cerrar los ojos mirando con sospecha a Kuroo. Quizá tenía que ver con su bienvenida sorpresa que el mismo se había encargado de arruinar.

Al llegar a los comedores dos padres de familia de Shinzen se acercaron a Kuroo para decirle que ese día ellos nos habían ayudado a preparar la comida, lo cual no había estado en mis planes considerando que ya había planeado hacer que estos gatos me ayudaran a preparar su comida y de esta forma ellos fueran aprendiendo a llevar su propia dieta. Pero ya que se habían tomado esa molestia agradecí, ya vendrían más oportunidades para enseñarles a armar sus comidas.

Cada uno se encargo de ir por sus platos y sus bebidas, al estar todos sentados comenzaron a surgir anécdotas de otros viajes, historias de campamentos pasados con otros equipos de la asociación Fukurodani y también Karasuno quienes tenían poco de entrenar con ellos.

Y ahí volvía a sentir esa tranquilidad que hace tanto tiempo había dejado de sentir, mire cada uno con detenida atención... esas risas, esas bromas genuinas, esa hermandad que se unía por lazos más fuertes que la sangre. Esa vista sin duda la atesoraría por el resto de mi vida.

Aun sin abrir los ojos y aun en aquellos recuerdos era consciente del sueño en el que me encontraba, sentí el viento húmedo besar mi rostro y jugar con los mechones de cabello más ligeros. Aún no, aún debía permanecer recordando un poco más.

- ¿De nuevo perdida en tus pensamientos (t/n)? – Preguntaba Kai con esa voz demasiado grave para alguien de nuestra edad. Emitía una sonrisa que apachurro mi corazón ¿cómo podía existir alguien capaz de sonreír con tremenda calidez? Trague un poco de saliva para terminar de pasarme el bocado que acababa de tragar.

- Es solo que me siento un poco avergonzada con lo que a pasado, pero ahora ya estoy mas tranquila... Y no, no me siento incomoda estando con ustedes – Me apresure a agregar esto ultimo para evitar posibles mal entendidos. -Ha estado bastante bien la comida ¿no? – Pregunte de manera espontánea.

- Bastante, cuando leí toda la agenda que nos organizaste quede realmente sorprendido... Nunca había conocido a alguien tan capaz – Decía el joven Shibayama quien después de dar un trago a su bebida agrego – Antes yo solía encargarme... en parte... de la organización de estas cosas, recolectar datos... en fin de lo que pudiera hacer – Hizo una pequeña mueca y de repente se escucho un gruñido a mi derecha. Era Kuroo quien tenia el codo de su mano derecha apoyado sobre la mesa y el rostro recargado en la palma de su mano.

- El hecho de que ya no hagas eso no quiere decir que seas menos importante Shi.Ba.Ya.Ma – al escucharlo alce una ceja tratando de entender que pasaba – Ahora que tenemos esta preciosa mujer apoyando nuestras espaldas en compañía del increíblemente guapo y talentoso capitán de Nekoma, que por cierto ¿lo han visto? Es un papucho... Aaaahhh... Ah si – al sentir como lo fulminaba con la mirada recupero la seriedad de lo que estaba diciendo – Ahora que tenemos ese pilar que nos sostiene, TU, mi estimado muchacho, puedes concentrarte en tus entrenamientos para pisar la cancha en los partidos que están por venir – al terminar de hablar guiño un ojo. Así que eso era lo que molestaba a Shibayama, pensaba que Kuroo ya no iba a necesitar más de él. – Aparte no olvides que si no fuera por ti, lo de esta noche no funcionaría- Y pude ver ese brillo ardiente en los ojos de Shibayama, quien asentía con firmeza, poco después Kuroo dio dos golpes en la mesa con sus palmas y grito – Si ya terminaron vamos a seguir entrenado – Y sin más tomo su bandeja y la fue a dejar a su lugar sin darme tiempo de empezar a formular las preguntas que poco a poco iban llegando a mi cabeza. Sin duda, después de entrenar no tendría escapatoria.

Los chicos ya tenían repartidos los deberes, se turnarían para limpiar la cocina entre cada comida. Tras dejar mi bandeja me apresuré en llegar al gimnasio, tenía que empezar a hacer las pruebas que no pude hacer en la mañana: resistencia, velocidad, estrategia. Hice grupos de cuatro y poco a poco fui registrando sus valores, conforme terminaban iban a la cancha del otro extremo para empezar con partidos 3 vs 3, esa parte les correspondía a los entrenadores. Antes de que Kenma se dirigiera a la siguiente parte le pregunte si podía ayudarme a analizar por la noche los datos que recién acababa de recolectar, note un pequeño titubeo en su mirada... o debería decir, evasión... me estaba evadiendo la solicitud.

- ¿Ocurre algo Kenma? ¿Ya ibas a hacer algo esta noche? –

- Mmmmggggghhhh... - Y tras él alcanzaba a ver unos ojos felinos que brillaban sobre la cabeza de Kenma quién al darse cuenta de ello se estremeció – No, en realidad no... nos vemos en las escaleras que están detrás del edificio principal... ahí el aire es fresco por las noches – Y de repente esos familiares ojos felinos desaparecieron, o simplemente dirigieron su atención a otra parte. Maldito Kuroo ya se lo que estas haciendo.

Tras ese suceso, el resto del entrenamiento prosiguió solo con un pequeño incidente: Lev trato de golpear un balón pero al parecer aun no coordinaba todos los pases de Kenma y al saltar muy cerca se golpeo la cara con el balón. Estuvo un par de minutos con papel higiénico en las fosas nasales y una bolsa con hielos en el tabique de la nariz para parar más rápido el sangrado. Luego de esos las cosas avanzaron a buen paso, mejor del pensado... quizá era por que al fin mi mente estaba despejada pero puede recolectar mucha información de nuestros valiosos jugadores y comencé a desarrollar mejores y más realistas jugadas. Siendo honesta, las que había pensado cuando apenas me involucraba en esto eran un poco fantasiosas comparado con lo que ahora me cruza por la mente.

El sol ya se había ocultado para cuando pite el silbato indicando el final del entrenamiento, algunos ya estaban muertos pero lo negaban mientras que sus piernas temblorosas los contradecían.

- Si leyeron la agenda sabrán que mañana por la mañana seguirán las pruebas físicas y esta vez serán enfocadas en las posiciones que cada uno de ustedes ocupa ya sea que sean titulares o no... la dificultad será la misma para todos – pude notar como Kuroo fruncia el ceño antes de que terminara de hablar – Lo que necesitamos ahora es pulirlos de manera individual a cada uno de ustedes, y después nos enfocaremos en que sean capaces de hacer de todo y que puedan cubrir con perfección toda la cancha – y ahí levante las cejas en modo de reto al capitán ¿Realmente no leíste la agenda, no es asi? ¿eh? La respuesta sola vino cuando vi como Kuroo trataba de cubrir sus rostro con la mano... como si una sola mano fuera capaz de ocultar tremendo cabello de gallo.

- La segunda parte de pulir las habilidades se llevará a cabo en los partidos rotatorios que se llevaran los siguientes días por lo cual les recomiendo que descansen bien y estén comiendo bien o de lo contrario terminaran destruidos – Concluyo el entrenador Nekomata con una sonrisa perversa. Ni siquiera creía capaz de hacer la misma sonrisa a Taketora.

Poco a poco fueron saliendo del gimnasio tras finalizar la reunión, mientras caminaba por el pasillo recogiendo mi cabello escuche que alguien llamaba mi nombre. Kenma.

- Oh, primero ve a cenar Kenma después nos encontramos en donde acordamos – me apresure en decir.

- En realidad primero debo llevarte allá – alcanzo a decir antes, luego caí en que nadie iba caminando en la dirección en la que yo iba: a la cafetería. Y al ver las luces apagadas del lugar algo me inquieto.

- ¿Debes llevarme a la bienvenida sorpresa que organizo Kuroo? – cuestione a nuestro lindo Kenma mientras lo tomaba del brazo para caminar a la par, no sé por qué pero solté aire que estaba conteniendo y sonó mas fuerte de lo que imaginaba. Continuamos avanzando un poco más cuando empecé a ver luces que resplandecían por debajo. Aun no estábamos lo suficientemente cerca de las escaleras para ver que ocurría a lo bajo cuando una voz sensual azoto mis oídos, mi mente, mi cuerpo y mis piernas.

- Y una confesión de amor - 

Siempre estuviste para mi (Tetsurou Kuroo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora