Parte 9

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   Los parpados me pesaban, todo el cuerpo me ardía, estaba enferma debido a que la noche anterior dormí con el cabello mojado. Nadie se había molestado en ir a tocar mi puerta, probablemente pensaban que estaba en la escuela ya que yo siempre era la primera en salir de casa.

   Mi celular...tenía que revisar mi celular...

(19) Mensajes de texto

(14) Llamadas perdidas

   Todas las llamadas y los mensajes eran de Kuroo...solo una llamada pertenecía al tutor de mi clase. No podía ver con exactitud el contenido de los mensajes, mi visión era borrosa. Necesitaba tomar medicina. Me levante de la cama con un esfuerzo enorme y camine por mi cuarto hasta llegar a la puerta, me deslice por el pasillo mientras iba apoyándome en la pared, la parte más difícil venía a continuación: las escaleras.

   - Maldición...- dije entre dientes, el suelo se me movía...que carajos, todo se me movía.

   Me separé de la pared y di pasos torpes para las escaleras, alcancé a agarrarme del barandal antes de caer al suelo por la falta de equilibrio. No se si era debido a la fiebre, pero comencé a escuchar como se abría la cerradura de la puerta principal, seguido de esto escuché rechinar el suelo...los mismos rechinidos que se escuchan en el gimnasio... Aaah~ un Kuroo salvaje a aparecido

   Las piernas me flaquearon, algo como una ventisca cálida se sintió y a los segundos un cuerpo cálido me sostenía. Deje de sentir el suelo, se sentía como si estuviera flotando, luego mi cuerpo descanso en un lugar suave y blando. Se trataba de mi cama. Unas manos tibias tocaron mi frente, mi rostro y mi cuello. Luego pasaron a retiran las prendas de mi cuerpo. Algo fresco me cubrió y luego de un rato sentí algo húmedo en la frente.

   - No pudiste mover un dedo para responder mis llamadas pero si vas por toda tu casa tambaleándote – Era la voz de un macho, una estúpida y sensual voz de un macho que me resultaba familiar. – Todos en el gimnasio estaban preocupados por ti, le pedí tu dirección al tutor y vine tan rápido como pude- Traté de abrir los ojos para observar bien de quién se trataba, pero lo único que podía distinguir era una alborotada melena negra. Estire mi mano para tocarla, pero en lugar de eso otra mano me recibió. – Deja de moverte o no podrás recuperarte-

   - Quiero tocarlo...tu cabello – cada palabra la pronuncie con un gran esfuerzo.

   - Si es lo que quieres, entonces esta bien – La mano que sostenía la mía se movió guiando mi mano hasta esa cabellera negra. Cuando mi mano toco los primeros cabellos, las yemas de mis dedos percibieron una suave textura, era similar a la seda. Volví a desmoronarme en mi enfermedad y todo oscureció.

   De nuevo me encontraba en la sala del gimnasio, con Bokuto. Él estaba arriba de mí y yo en el suelo, sin la blusa y únicamente con la falda sobrepuesta. Su pierna derecha estaba separando las mías y su boca recorría mi cuello hasta los pechos, la piel se me erizaba y mi cuerpo no presentaba señales de resistencia alguna. Lentamente su mano izquierda bajó hasta la altura de mi entre pierna y comenzó a acariciarme, después subió mi pierna a su hombro y bajo la cabeza hasta mi vientre formando un camino de besos. Antes de ir más abajo levanto la mirada y sus ojos dorados penetraron los míos. Poco a poco fue removiendo mi falda con mucha facilidad ya que esta no estaba abrochada. Metió uno de sus dedos en el puente de mis bragas y comenzó a acariciar mi intimidad.

   - Bo...Bokuto- Abrí los ojos rápidamente, estaba agitada, miré a mi alrededor, Kuroo estaba sentado en la esquina de mi cama mirándome con sorpresa. Cerro los ojos y se paso la mano por el cabello, peinándolo para atrás.

Siempre estuviste para mi (Tetsurou Kuroo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora