¿Me Ayudas? [Yoonjin/Sujin]

Capítulo O3

¿Por qué tengo un brazo y una peluda pierna alrededor mío?

Había una fuerte respiración en mi nuca y un cuerpo grande detrás de mí. Usualmente no me quejaría, pero teniendo en cuenta que no recuerdo haber llevado a nadie a mi departamento, era algo por el que preocuparme. No podía ser Hoseok, con quien compartía este departamento, él ya había aprendido la lección de no meterse en mi cama sin mi permiso y estoy seguro que la tercera opción, mi mejor amigo Namjoon, no podía ser porque ayer me despedí de él después del trabajo junto con... oh.

Mis ojos se abrieron rápidamente al recordar la noche de ayer en el bar con Seokjin y el helado. Él estaba tan mal que no podía recordar ni dónde vivía y para cuando lo traje aquí creyó que podía meterse en mi cama mientras yo me iría al sofá. No lo hice porque es mi cama, y porque no había sofá. Así terminamos durmiendo en la misma cama, eso lo sabía, pero lo que no sabía es como fue que terminamos haciendo cucharita y cómo Seokjin terminó semi desnudo a mi lado. Esto era demasiado para una reciente amistad, no importa cuanto helado y alcohol hayamos tomado juntos.

Con lentitud intenté alejarme sin despertarlo para evitar unas disculpas incómodas. No llegué lejos. Seokjin me apretó más contra él, más contra eso. Mi rostro estaba rojo, mi piel se sentía caliente, Seokjin hacía sonidos de satisfacción, me abrazaba fuerte y su erección mañanera estaba contra mi culo.

Nunca vuelvo a ser una buena persona.

Esta vez no fui suave en mi intento por salir de sus garras. Posiblemente me veía ridículo, moviéndome como un pez fuera del agua, pero tenia que salir de ahí rápido. Lo que no esperaba —y no sé cómo no lo vi venir— es que él soltara un gemido y se moviera contra mí. Al hijo de puta le estaba gustando. Me quedé quieto pero él seguía moviéndose.

—Seokjin —susurré débilmente. Mi corazón empezó a latir más rápido. A algunas partes de mí sí que les gustaba esta situación. Tenía que pararlo— Seokjin despierta, por favor —mi voz era ronca ahora.

No, Min Yoongi, no lo dejes ganar. Lo acabas de conocer. Al final tu pagaste ayer, no eres tan fácil. Y es muy posible que él no sepa contra quién se está, eh, moviendo.

—¿Yoongi?

Bueno, ahora sí sabe que eres tú.

Al fin Seokjin se detuvo. Se detuvo y saltó fuera de la cama tropezando con su ropa en el suelo, una silla y un ratón de goma.

Me senté en la cama, cubriendo mi cuerpo con la sábana hasta la barbilla, sin importar que yo de hecho aún llevaba mi ropa. —Esta es, definitivamente, la última vez que te quedas a dormir aquí.

Un Seokjin sonrojado me miraba desde el suelo. Su bonito rostro tenía marcas de las sábanas, su cabello café estaba por todas partes y aún se veía somnoliento. En sus ojos oscuros se reflejada que tenía pleno conocimiento de que se había pasado conmigo pero no estaba seguro de qué hacer ahora.

—Yo... yo lo siento. —dijo con la voz ronca que provocó un escalofrío extraño en mí. Todo era muy extraño hoy— Me, me puedes decir qué... pasó ayer y porqué yo estaba... muy cerca de ti ahora. —su mirada fue de su pecho desnudo a mi cuerpo con ropa. Ahora se veía más confundido. Vaya, vaya.

—¿Qué crees que pasó ayer? —le respondí con tono sugestivo, sintiéndome cómodo en mi cama. Él me hizo pasar un mal rato antes y ahora era mi turno— Tal vez estás sugiriendo que lo volvamos hacer para refrescar tu memoria, ¿eh? —hice un gesto para que se acercara y él lo hizo.

Se veía tan lleno de incertidumbre que, por un momento, casi le digo la verdad aunque había un algo en sus ojos que no me atrevía a interpretar. Se sentó a mi lado, con toda la dignidad y elegancia posible, con sus manos sobre su regazo desnudo, mirándome de reojo.