Chasing dreams. [ChanSoo]

10. Es solo el incio

Arrastró los pies desde la puerta del ascensor hasta la entrada de su departamento, los parpados le pesaban de una manera inaudita, sentía las piernas dando pulsaciones y el estómago le gruñía del hambre, estaba exhausto. No quiso saber absolutamente nada del mundo, dejó su mochila en alguna parte del pasillo y arrojando su bata en el piso de su habitación tomó el celular únicamente para ajustar la alarma e inmediatamente después de que su cuerpo cayó sobre el colchón, su cerebro se apagó y entró en un profundo sueño.

Su descanso no fue tan prolongado como hubiera querido, el primer timbrazo de la alarma lo despertó, no abrió los ojos, se revolvió entre las sábanas y balbuceó incoherencias. El sonido de la alarma se fue incrementando hasta que finalmente el timbre fue imposible de ignorar. KyungSoo tomó el teléfono de la mesita de noche al lado de la cama y deslizó el dedo sobre la pantalla para apagar la alarma.

Dejando el teléfono sobre la superficie plana una vez más, rodó por la cama hasta quedar bocarriba, trató de despertar lentamente hasta que finalmente sus ojos se abrieron completamente, lo único que podía ver era la completa oscuridad de su recamara, con la vista en el techo comenzó a pensar en todas las cosas que tenía que hacer ese día y lo primero que atacó su mente fue el hecho de tener una larga jornada de trabajo de más de 24 horas, volvió a cerrar los ojos esta vez con una expresión de preocupación mezclada con el desagrado por volver a estar de pie por largas horas, sin probar un alimento digno y teniendo que lidiar con el para nada amable personal de la institución. Resopló con fastidio y se incorporó para tomar una ducha caliente bien merecida y si le quedaba tiempo podría llevar un poco de comida, tenía que alistar su mochila de nuevo y tenía que firmar su entrada antes de que dieran las 6 AM.

Haciendo todo en carrera, se alistó, tomó una bata limpia de su armario y mientras se la colocaba caminaba deprisa por la cocina colocando tanto cereal le cupiera en la boca para después tragar con un gran sorbo de café. Salió deprisa al vestíbulo y mientras sacaba y metía cosas de su mochila avanzó hasta la puerta para poder salir y dejar el departamento una vez más.

Mientras tomaba el transporte hacia el hospital no podía evitar pensar en lo contraste que sus sentimientos se habían tornado respecto al nosocomio, recordaba el primer día y la indescriptible emoción que sentía, los nervios brotar de cada poro de su ser, el reconocimiento que sintió por sí mismo y lo satisfecho que se pensó con todo lo que había logrado realizar. Ahora, cabizbajo en el asiento al fondo del bus, pensaba en las posibilidades de pedir un cambio en sus vacaciones, necesitaba un pequeño respiro. Y era porque sus expectativas habían sido no solo no cumplidas, sino que destrozadas, estaba encantado con el área médica, le parecía enriquecedor el número de pacientes que se atendían y la gran cantidad de medios y posibilidades para con los enfermos, sentía que podía laborar de manera plena y que no por nada el Hospital Nacional de Altas Especialidades de Seúl era catalogado como el mejor, pero había algo que le impedía sentirse cómodo, no podía sentirse parte de, si el personal lo hacía sentir como que no encajaba ahí y que jamás encajaría.

Recordaba las palabras de ánimo que BaekHyun le dio y envidió la manera tan positiva en que él veía las cosas. Bajó en su parada y caminó un par de metros hasta la entrada principal del hospital, pensando en que si ponía una buena cara al mal tiempo, las cosas mejorarían; puso un pie dentro. Una vez más el ambiente lo absorbió, nadie prestaba atención a nada, todos ensimismados en sus propias tareas, el personal iba y venía en caminatas apresuradas, el movimiento era bastante. Sonrió y suspirando con resignación subió hasta su piso.

Cuando ya había firmado su entrada y había dejado sus pertenencias en el cuarto de descanso se dispuso a ir hasta la oficina de trabajo para comenzar con los deberes, tenía el plan de mantenerse ocupado en lo que fuera y pensar únicamente en el trabajo y en nada más. Había tomado los enormes expedientes de los pacientes que ya estaban a su cargo y revisaba las evoluciones nocturnas para poder hacer un análisis del avance y poder continuar con las próximas evoluciones matutinas, leía con atención las anotaciones que los médicos que cubrieron su turno de la noche habían hecho, no había muchos cambios. Sus pacientes cruzaban con procesos infecciosos de difícil manejo, los medicamentos que habían estado empleando no funcionaban como se esperaba, teniendo eso en cuenta comenzó a trazar otra manera de tratar los padecimientos, hizo notas mentales para considerar cuando fuera a ver a los pacientes personalmente. Tenía a su cargo enfermos que tuvieron un evento a nivel vascular y aun se debatían la mejor manera de tratarlos debido a las posibles consecuencias y a las enfermedades que tenían de base. Revisó un paciente que atendía en conjunto con un médico del servicio de psiquiatría y otro más junto con el servicio de ortopedia. Ya tenía bien planeada su mañana, a quien iba a ver primero y que iba a hacer con cada uno de ellos.