No huyas, no te vayas, no me dejes, no me abandones.
Yo se que el mundo te espera pero me niego a soltarte pues, ¿Qué haría yo sin ti?
No dejes que mi corazón se pudra ni que mi alma se desgarre, no quiero la muerte, solamente te quiero a ti.
Si te vas se que los recuerdos se borraran, la primera vez que escuche tu voz, la primera vez que te mire, el primer abrazo y el primer beso.
¡Por eso, de rodillas ante Dios y ante ti, te ruego que no me abandones!