Acto 10: ¡Viaje! 2 días y 1 noche

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Liang Ze: ¡Hola! Shuaige!

Hang Hang: ...

Liang Ze: ¿A punto de salir?

Hang Hang: Sip

Liang Ze: Este es un viejo modelo de coche

Hang Hang: ...

Liang Ze: Pero creo que este Mitsubishi de campo traviesa es muy clásico.

Hang Hang: gracias.

Liang Ze: ¿A dónde vas?

Hang Hang: No lo sé, solo estoy manejando.

Liang Ze: ¿ Oh, tomando un poco de aire fresco?

Hang Hang: Tal vez

Liang Ze: Correcto, permanecer todo el día en la tienda es agotador, deja que tu cuerpo se relaje un poco.

Hang Hang: ...

Liang Ze: ¿ Vas solo?

Hang Hang: Uh.

Liang Ze: Oh ... yo también quiero ir. Espérame por diez minutos.

(Hang Hang observó a Liang Ze mientras corría rápidamente hacia la tienda. No entendía por qué tenía que esperar diez minutos para él. 10 minutos después ...)

Liang Ze: ¡Veo que Small Leaf y el bebé, incluso chinchilla X, están muy enérgicos hoy!

Hang Hang: Tu ... ¿por qué subiste al auto?

Liang Ze: ¡Voy contigo! He estado quemando mis neuronas recientemente. ¡Es hora de tomar un poco de aire fresco! ¡Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que salimos!

Hang Hang: ... ¿Qué?

Liang Ze: No hay necesidad de sentirse agradecido conmigo. ¡Ja ja ja, somos amigos!

Hang Hang: ...

Hang Hang se sentía deprimido. Durante todo el viaje, estaba muy deprimido; mirar los autos que se movían a paso de tortuga en la carretera era aún más deprimente.

¡Este idiota! Es demasiado persistente, se sube al automóvil para ir con él y ahora habla sin parar todo el camino.

Necesito tomar un poco de aire fresco porque estoy deprimido, y la causa de mi depresión eres tú, pequeño bribón. Genial, me sigues y saltas a mi auto balbuceando de tan buen humor. ¿Estás tratando de atormentarme hasta la muerte?

Todo sucedió tan de repente. Hang Hang recordaba vagamente a Liang Ze que apareció de repente, de pie junto a su automóvil y hablando con él, diciendo que quería tomar aire fresco juntos, diciendo que un Mitsubishi es muy clásico, que dijo lo esperara un poco, y luego ... se metió en el coche =. =

Ambos llevaban gruesas capas de ropa. Debido a que Liang Ze encendió un cigarrillo, Hang Hang bajo la ventana, y el viento frío aullaba dentro del automóvil haciendo que los dos temblaran.

"¡Hoy el clima no es tan malo!" Liang Ze se sentó en el asiento del acompañante y se apoyó perezosamente contra la ventana para tomar el sol de la mañana.

"Uh, no tan mal", dijo Hang Hang fríamente. Su corazón comenzó a dar un salto mortal en su pecho. Había decidido no conversar con el otro hombre. Quería darse un poco de espacio para pensar con claridad, ya que no quería que este idiota volviera a su vida. Pero parecía como si Dios lo odiara: ¡esta situación es como una orden de restricción!

Liang Ze fumó su cigarrillo mientras cantaba suavemente una canción:

"Una tarde de domingo ordinaria,

Yandaixiejie no 10 en EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora