1-"Llámame cuando quieras."

4K 72 7
                                    

Puedo notar cómo el alcohol empieza a pasar por mis venas y comienza a hacer efecto sobre mí, haciendo que vea todo de una manera distinta y muy agradable. La música está tan alta que entra en mi cabeza y apenas puedo escuchar mis pensamientos. Se escuchan gritos y risas mezclados con cada canción y apenas hay espacio entre la gente, pero está siendo una noche increíble rodeada de mis amigos mientras nos emborrachamos y bailamos.

Decenas de luces inundan este sitio y cada vez el alcohol se apodera más y más de mí. Me encanta ésta sensación de... Beber hasta perder el sentido y pasar las noches enteras en sitios así rodeada de amigos. No reparo en bailar con cualquiera que se me acerque y en varias ocasiones noto manos por mi espalda y mi cintura pero no me importa.

Soy Amy Mathews, con el pelo largo y de un rojizo oscuro con los ojos verdes casi marrones, de estatura media, y en un par de meses cumpliré veinte años aunque siempre me han dicho que aparento menos. Acabo de empezar mi segundo año de carrera junto a la gente que conocí el primer año que estuve aquí. Todos me aceptaron desde el primer momento y me han hecho sentirme una más en su grupo.

Siempre fui una niña muy dulce pero desde que falleció mi madre y mi padre se volvió a casar, empecé a salir con gente que no me convenía mucho y aunque he cambiado de amistades, las fiestas, el alcohol, los porros y las noches en vela son algo imprescindible en mi vida, y ¿por qué no? Si un chico me gusta paso la noche con él, pero al día siguiente no quiero volver a saber nada y si le vuelvo a ver no me acuerdo. No quiero atarme a nadie y me gusta como es mi vida ahora. No hay más que un encuentro que no va a llegar a nada más.

Hace rato que estoy bailando con un chico rubio que no separa sus manos de mi cadera y aunque me ha dicho su nombre varias veces no lo recuerdo. Es bastante guapo y es muy sexy. Sobretodo ahora que apenas puedo pensar con claridad y eso es lo mejor para mí; evadirme completamente de todo y centrarme en disfrutar sin pensar en lo que podrá pasar después.

"¿Nos vamos? Mi cuarto no está muy lejos de aquí."- Le digo al oído con una voz suave pero alta para que pueda escucharme con todo el ruido que hay por aquí.

"Por supuesto."- Dice mordiéndose el labio mientras me mira una y otra vez y acabo de darme cuenta del azul de sus ojos. 

Me gustaba ese tipo de chicos, porque buscaban lo mismo que yo. Una noche y no tenemos ningún compromiso al día siguiente. Algo directo y sencillo. Sin complicaciones con nada ni nadie.

"Megan, me voy con él al cuarto, ¿vale?"- Mi voz se escuchaba mejor en mi cabeza, o al menos, no parecía tan afectada por el alcohol.

"Todo el cuarto para ti. Disfruta, que está muy bueno. Yo me quedaré con estos toda la noche, te veo mañana."

Vale, ella también parece borracha cuando mira al chico que está a mi lado mientras habla y sigue bailando con una sonrisa. Megan es de mi misma altura y edad, pero tiene el pelo de un color azul y rosa muy extraño pero jodidamente bonito, y tiene los ojos azules. Aparte de eso, Megan es mi compañera de cuarto e incluso a veces hemos coincidido con dos chicos en él a la vez y aunque no era muy común que eso ocurriese, cuando pasa, a veces ella me deja el cuarto a mi y yo a ella si veo que va con alguien y yo no tengo intención de llevar a nadie. Normalmente cuando eso pasa, acabo por dar vueltas en el edificio sin mucho más interés que perder el tiempo.

Salgo de la mano de ese chico rubio después de despedirme de todo el grupo y vamos hacía mi cuarto de la universidad, apenas a diez minutos de esa discoteca.

Ando pero sin llegar a hacerlo en linea recta y voy tambaleándome un poco mientras él no me suelta la mano. Sigue riéndose y yo pongo mi dedo índice sobre mi boca mientras le miro y sólo intento que mantenga el silencio durante todo el recorrido a mi habitación aunque no deja de soltar pequeñas carcajadas mientras me ve. No sé qué hora será, pero mañana habrá clase y todo el mundo está durmiendo ya.

Cuando llegamos y cierro la puerta detrás de mí, no pierde el tiempo y me coge en brazos mientras le digo cuál es mi cama y me tumba primero para tumbarse encima de mi y desnudarme completamente al mismo tiempo que lo hace él y tras ponerse un condón, empieza una noche increíble.

Me despierto a la mañana siguiente con la alarma del móvil y aunque me quedaría dormida toda la mañana, no puedo faltar a las clases ya que perdería los créditos que necesito y siendo honestos, ya había descuidado ese tema demasiado.

"Eh, venga, despierta y vete."- Muevo el cuerpo del chico rubio de anoche que aún seguía durmiendo mientras me siento en el borde de la cama y empiezo a vestirme.

La cabeza me está matando pero a estas alturas ya me parecía siempre normal. Mis salidas nocturnas siempre venían acompañadas de resacas mañaneras.

"Vale tranquila, ya voy."- Se incorpora en la cama.-"No sabía que tenías un tatuaje debajo del cuello."- Comienza a decir y empiezo a sentir cómo pasa un dedo por debajo de mi nunca, trazando durante unos segundos las líneas de tinta que marcan en mi piel una media luna junto con el medio sol que la acompaña antes de ponerse en pie y comenzar a vestirse.

"Sí, venga. Date prisa que me tengo que ir."- Insisto de nuevo terminando de vestirme y alcanzo mi mochila.

Ambos salimos cuando él se viste.

"Llámame cuando quieras."- Ofrece dándome un papel con su nombre y su número de télefono antes de irse.

Luke, eso era, se llama Luke. No me acordaba de su nombre pero tamooco era necesario. Esto me daba la opción a alguien disponible si me quedo sin plan alguna noche, idea que me parecía demasiado buena puesto que lo que había probado esta noche no había estado nada mal. Sin contar los grandes puntos a favor que le sumaban el piercing del labio.

Cuando llego a clase, Megan tiene la misma cara de resaca que yo que se hace más notable mientras me acerco para sentarme a su lado.

"Hola Amy, ¿te lo pasaste bien anoche con ese rubio?"- Pregunta con una sonrisa mientras me da un pequeño codazo.

"La verdad es que sí, gracias por dejarme el cuarto."- Le guiño un ojo y sonríe.

"Chicos, venga, silencio. Quiero ver vuestros libros en las mesas en menos de cinco segundos."- Ordena el profesor, Robert Patts, profesor de Geografía e Historia. Un hombre de mediana edad, con gafas y el pelo algo canoso.

La verdad es que aunque normalmente era bastante estricto, nadie podía discutir que era muy buena persona.

***

Stay away from me ~Ashton Irwin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora