69-"Contigo siempre."

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Jay pagó y salimos del restaurante y del centro comercial. Era bastante tarde y hacía bastante frío así que me abracé a mí misma frotando mis brazos mientras con rapidez nos acercábamos el coche y entramos en él. Tocaba cada copo de nieve que había caido sobre mi pelo mientras que los dos hermanos se sacudieron con rapidez el pelo.

Llegamos a la fraternidad y Jay se fue al cuarto que ahora compartía con Jake tras un rato hablando conmigo y con Ash, y nosotros fuimos a su cuarto, donde me dejó una de sus camisetas y unos pantalones de chandal suyos para dormir, aunque me los quité a la hora de estar dentro de la cama porque entre lo tapada que estaba y lo abrazado que Ash estaba a mi, me estaba muriendo de calor y me quedé en bragas con la camiseta puesta.

"Cuanta más ropa te quitas, más me gusta."- Susurra Ash medio dormido contra mi cuello cuando vuelvo a entrar en la cama.

"Es bueno saberlo."- Respondo dándole un leve beso y antes de que pudiera responder, cae dormido. Sólo recuerdo que apagué la luz y que volví a situarme en sus brazos antes de caer dormida yo también.

Desperté y froté mis ojos, encontrándome con la imágen de la boca abierta de Ashton mientras su pelo alborotado caía un poco por su cara. Necesitaba ir al baño y despacio me deshice de su abrazo, saliendo de la cama.

"¿Dónde vas?"- Pregunta casi en un susurro sin ni siquiera abrir los ojos.

"Voy un momento al baño Ash."- Indico y asiente medio dormido. Se acurruca abrazando a la almohada y vuelve a caer dormido.

Coloco sobre mis piernas los pantalones que Ash me había dado la noche anterior y salgo de la habitación para dirigirme al baño. Debía darme prisa o mi vejiga acabaría por reventar. Por suerte, llegué a tiempo.

Me miré al espejo antes de echarme agua en la cara y observé el collar que adornaba mi cuello y la pulsera que adornaba mi muñeca, sonriendo ante ambos regalos que no me quitaba en ningún momento desde que Luke y Ashton me los dieron.

"Justo iba a buscarte."- Levanto mi mirada una vez salgo del baño, para encontrarme con unos ojos azules que me miraban sonriendo.

"¿Ocurre algo Luke?"- Pregunto bostezando ligeramente.

"No tranquila."- Sonríe.-"Acabo de hablar con mi madre y ha acordado que el mejor día es el viernes que viene, siempre y cuando a tí te venga bien también."

"¿Qué? ¿De qué hablas?"- Rasco mi cabeza entrecerrando los ojos.

"La cena. Tú haciendo de mi novia. Dinero para vivir en otro sitio. Amy, relaciona conceptos."- Ríe.

"Mierda es verdad. El viernes está bien."- Sonrío.

"Genial. Gracias otra vez."- Dice metiéndome en sus brazos y respondo a su abrazo.-"¿Te parece bien que te recoja sobre las ocho?"

"Supongo que está bien, aunque aún queda más de una semana para aclarar la hora, no te preocupes."

"Supongo que sí."- Mira el reloj de su muñeca y me mira rápido.-"Vale, tengo que irme porque he quedado para comer."

"Si que es tarde entonces."- Froto mis ojos otra vez.-"Que aproveche la comida."

"Muchas gracias."- Se acerca para besar mi mejilla con rapidez y baja casi corriendo las escaleras.

Volví a la habitación y tras verificar que ya eran casi las dos de la tarde, volví a meterme en la cama junto a Ashton, cayendo dormida enseguida mientras inconscientemente abrazaba mi cuerpo acercándolo al suyo.

(...)

Los días pasaron y la relación entre Jay y yo cada vez era más fuerte por así decirlo. Cada día hablábamos un poco más y pasábamos más tiempo junto a Ashton, lo que hacía que empezaramos a tener una verdadera relación familiar e incluso nos habíamos contado muchas cosas y nos conocíamos mucho mejor.

Con Ashton por otro lado, admito que estaba bien con él, aunque a medida que los días pasaban y se acercaba la cena con Luke, Ash estaba un poco más seco y cortante pero le insistía demasiado en que era sólo una cena sin importancia y que después de aquello, no tendría que hacer nada más por Luke, aunque para Ash no era suficiente ya que aún así todo eso le daba muy mala espina.

¿Yo? Bueno, yo estaba terminando de prepararme para la cena. No me había complicado mucho a la hora de vestirme ya que me puse unos vaqueros pitillo, una camiseta blanca con un dibujo de un corazón y unos tacones negros, complementándolo con un bolsó del mismo color y mi chaqueta negra, la que solía usar siempre. De maquillaje retoqué mis ojos intensificándolos con un poco de máscara y sombras en tonos marrones y en los labios sólo me apliqué un poco de bálsamo ya que en cuanto llegaba el invierno, los labios se me secaban mucho y a veces eso me provocaba heridas.

"¿Qué harás tú hoy?"- Pregunto a Megan mientras cepillo mi pelo.

"Uhm... Supongo que nada o... No lo sé. Lo más seguro es que no salga."- Dice un tanto nerviosa.

"Joder, Ashton tampoco saldrá."- Añado.-"Sé que es invierno y que hace frío pero no entiendo por qué no queréis salir o hacer algo más productivo que quedaros en la cama."

"Supongo que tienes razón."- Suspira.

"¿Estás bien?"- Dejo el cepillo y giro la cabeza para observarla. Ella sólo asiente.

La puerta suena y me pongo en pie para dirigirme a ella. Cuando abro, la sonrisa de Luke junto al brillo de sus ojos azules, se deja ver tras ella. Vestido con unos pitillo negros, camiseta negra de manga corta y camisa de cuadros rojos. En su brazo reposaba su chaqueta, del mismo tono que sus zapatillas.

"¿Estás lista?"- Alza las cejas y asiento.

"Pasarlo bien."- Comenta Megan sonriendo débilmente cuando me giro para agarrar el bolso. Frunzo el ceño ante su expresión pero ella sonríe automáticamente y salgo de allí.

"Estás preciosa."- Comenta mientras caminamos por el pasillo y comenzamos a bajar las escaleras.

"Tú tampoco vas mal."- Sonrío y muerde su piercing.

"¿Ashton ha sido capaz de resignarse al final?"- Ríe levemente.

"Supongo. De todos modos sigue sin fiarse de ti."

"Hace bien en no fiarse. No debería."- Sonríe abriéndome la puerta del coche y entro en él.

Luke da la vuelta y entra al asiento del conductor, poniendo el coche en marcha enseguida. Me quedo embobada sin motivo observandole. Movía su labio entre sus dientes mientras jugaba con el piercing y era algo bastante sexy. Ese piercing era muy sexy y lo pensaba desde el primer momento en el que le ví.

"¿Qué miras tanto?"- Pregunta sonriendo.

"Me gusta tu piercing."- Confíeso y parece sorprendido.

"Sabes que aunque ya lo hayas probado, cuando quieras puedes volcer a hacerlo."- Gira la cara guiñándome un ojo.

"Eres un guarro."- Río dándole un pequeño golpe.

"Contigo siempre."- Sonríe.

"No deberías."

"Hay demasiadas cosas que no debería hacer y aún así las hago. ¿Debe de ser eso una excepción?"

"En realidad sí. Tiene que serlo."- Río y sonríe mordiéndose el labio.

"Tengo mejores ideas con eso y dejarlo pasar no es una de ellas."- Afirma aparcando en el restaurante al que ya me había traido una vez, el cual pertenece a su madre.

"Espero que todo salga bien."- Suspiro antes de soltar el cinturón y abrir la puerta pero su mano agarra la mía impidiendome salir.

"Sólo, déjate llevar."- Expresa media sonrisa volviendo a morder su labio mientras su mirada ocupaba la mía por completo.

***

Stay away from me ~Ashton Irwin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora