Diario de una Demente

20

El frio esta aferrado a mis helados pies, siento que es un lugar un poco reducido, una comodidad cálida me invade. Algo me abraza suavemente, puedo sentir unos cálidos brazos alrededor de mi cuerpo.
La sensación tan acogedora me invade y yo desisto ante el sueño.

El aire da con fuerza al liguero techo en el que me resguardo, estoy dentro de un saco de dormir y por tibio que este mi cuerpo, mi nariz esta helada.
Volteo al cielo de donde quiera que me encuentre y miro como el aire forcejea por llevárselo pero gracias a mi peso sigue firme en el suelo.
Lo siguiente es bastante gracioso, Intentando salir del saco (Y al ver que mis esfuerzos eran pequeños eh inútiles al igual que mi fuerza) entró rápidamente en desesperación, híper-ventilo velozmente y se me empieza a nublar la cabeza. El descontrol me ataca y me muevo como un churro loco.
De girar tan bruscamente, siento como una de las estacas que mantenían a la tienda en su lugar se suelta y por un segundo tengo miedo de rodar interminablemente hasta que reciba un golpe fuerte en la cabeza, así que, casi hasta guardando la respiración, empiezo a sacar dolorosamente mis brazos del saco, luego el torso y al final los pies, a este punto de la historia ya sentía como se me iba el oxígeno y empezaba a marearme (Lo sé, soy muy mariable).
Abro ferozmente el cierre y salgo a recibir de lleno el frio.
Un golpe de aire tan inesperado hace que dé unos pasitos dudosos hacia atrás, tropiece con algo y esté a punto de caer pero, en ese momento, una mano enguantada me toma con fuerza de la muñeca mientras sonríe.

-Calma, ten cuidado donde pisas -Dice Jackousi (Puedo apostar que eh abierto un poco la boca) Va bien arropado con un pantalón de explorador café, unas botas altas negras y una bella y gruesa chamarra de mezclilla oscura con borrego. El contraste de aquellos colores con su piel clara hace que se vea casi traslucido, además, que sus labios tomen un tono coral intenso y si a eso le sumas su cabello largo, que húmedo y rebeldemente le cae en la cara, Ufff, me derrito. - ¿Todo bien?

Estoy a punto de gritarle no sé qué cuando... -Madre mía...
-Lo sé, te lo dije, los mejores amaneceres se ven en la cima -Dice mostrando la sonrisa más esplendorosa que haya visto en mi vida.

Legendario amanecer en la cima de una verde montaña un poco más alta que las que nos rodean, es la frase que lo describe.
El cielo de la mitad hacia arriba todavía es bastante oscuro mientras que de base esta coloreada por un suave color turquesa que va cambiando a rosa y este a naranja que llega a rojo. Todo esto acompañado con unas pocas estrellas y algunas nubes.
Rodeados por un par de montañas altas y fructíferas.
Todo un éxtasis visual.

-Wow...
-Eh encontrado algo que te Sorprenda ¿Eh? -Dice con una pisca de arrogancia. - ¡Pero mujer! ¿Acaso quieres que te de una pulmonía en plena montaña!? -Dice al ver cómo me froto los brazos con las palmas mientras toma una Mochila de viaje que está al lado de la casa de acampar y sacando un saco de viajera (con muy buen gusto), lo pone a mi altura para que meta los brazos y lo amará alrededor de la cintura, me regala un besito en la mejilla y se dirige a una fogata que se encuentra a unos 10 pasos de nosotros. -Siéntate donde gustes -Menciona con un poco de sarcasmo -Deja que el mundo completo sea tu trono.
-Ja ja -Contesto mientras tomo una cobija de la bolsa que esta a lado mío y la pongo encima de una "cómoda" roca en la que me siento, frente a ella, hay un par de botas con un poco de lodo, viendo su tamaño supongo que son mías, así que, me las pongo.

-Preparé algo de chocolate caliente -dice pasándome una tasa a mis manos y sentándose a mi lado.
-Gracias..

El paisaje es maravillo, el chocolate está en una temperatura perfecta, quema un poco pero no daña la lengua, su compañía y unos deliciosos lonches que no sé de donde salieron...
Todo es Incomprensiblemente bello incluido el cómo YO llegue aquí.

Me levanto y camino hasta la fogata, veo al fuego consumir todo cuanto está a su alcance.
Su color tan feroz, y su radiante luz que regala calor.
-Es sorprendente como algo tan destructivo puede ser tan bello.
-Al igual que tú.
Esta justo a mis espaldas así que volteo y él me toma por las caderas mientras suavemente se acerca a mi boca.
Siento su respiración cálida cerca de mi cuello y mis mejillas... Rayos, No sé qué hacer..

Lo aviento un poco fuerte y al momento me arrepiento, No por el beso, no, claro está, Sino porque estamos demasiado cerca del filo de la barranca. Si hubiera caído no sabría como regresar...
-Oye -Dice mirándome un poco herido -Ten un poco más de cuidado ¿quieres? Un paso más y adiós mundo - (Eso es cierto)...
- ¡No es culpa mía! -Le resoplo.
-Wow, el aire aquí es muy fuerte como para lanzarme con tanta furia ¿No crees?-Esta un poquitín enojado
-Y eso a quien le importa! Tu. ¡Tu... eres un loco manipulador!

- ¿¡Que, Qué!? -Muy enojado, descoordinado....
-Tu.., me trajiste a esta montaña rara, drogada, obligaste a que me acostara contigo y.., y ahora quieres que me crea esta farsa que nos caemos bien y nos amamos mutuamente!?

Hay un silencio bastante incomodo (¡Obviamente! ¿Qué esperabas? ¿Un pudín?)
-Ah.. -Suspira fuertemente -Ay no, has vuelto a olvidar todo ¿Verdad?....
¿Verdad!?-Cuando lo miro a la cara tiene lágrimas en los ojos. ¿Tan fuertemente lo eh herido?

-¿Qué fue lo que olvide exactamente?
-Tendré que llevarte al médico para q te de medicamento para contrarrestar...?
-¿Qué eh olvidado? -digo con autoridad, el solo niega con la cabeza -¿Cuánto tiempo desde que...,?
-¿Qué es lo último que recuerdas? -Y así es como le cuento que es lo que recuerdo lo mejor que puedo, esa pelea donde prometí irme en cuanto pudiera. -...Pues bien, ha pasado un poco de tiempo...
-¿Cuanto?
-Un año, más o menos.
-No, ¡mientes!
-No, pensé que estaba todo claro ya. Pero al parecer sigues retrocediendo...
-Demuéstramelo.

Se queda parado.
Procesando.
Saca su teléfono y mueve los dedos por un rato luego me pone una conversación.
La recuerdo.., Es con una tía con la que obtuve mucha información y luego (según yo) ya no hable más.
El mensaje es de hace un año y 2 meses.

Antes de entregárselo me salgo de la aplicación y miro de reojo su foto de pantalla.
Estamos bien arropados mientras la nieve cae a nuestro alrededor, besándonos.