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-Vamos será divertido...

Dice...

-¡Vamos a Jugar!

No para de decir... mientras ríe, mientras se ríe de mí...

-¿Qué es lo que quieren ahora?

-Jugar. ¿Acaso no estas escuchando tarada?

-Juega con tus narices maldita -Contesto harta. Enfadada de toda esta gente...

Extrañamente todos se han retirado del centro de la habitación, de manera que solo quedamos ella y yo, separadas a solo unos cuantos pasos, bajo la escasa luz.

De pronto se acerca y empieza a observarme de arriba para abajo... mientras gira. Mientras me examina... tengo ganas de correr, de golpearla, mentarle la madre o aunque sea de llorar... Pero no puedo, simplemente tengo un nudo de emociones que no me permite actuar, me quede helada, conteniendo tanto la ira como las lágrimas.

El principio de mi tortura vuelve a empezar.

Una vez terminando se para frente a mí mientras sonríe satisfecha "¿Que rayos es ella?" Largos colmillos salen de un extremo de sus labios, su piel es un poco más clara de lo normal y las palmas de sus manos son de color morado. Su cabello es largo, muy largo, su trenza color tinto llega hasta las rodillas. Sus grandes ojos grises me miran con... ¿Con que? ¿Ira? ¿Deseo? ¿Burla? No lo sé... Sus delgados labios son color carmesí... Me gusta. Me agrada mucho su físico... pero también me llena de miedo.

Silencio.

Mucho silencio.

De pronto una voz resuena en todo el lugar...

-Por Dios Vanessa... No seas tan castrosa

-Cállate entrometida -Contesta sonriendo, no como riéndose de ella, si no como gente que se cae bien de verdad.

-¿Otra vez? ¿Qué tanto te excita verla asustada?

-Jajaja.... Lárgate!

-Espera... -Dice pasando a mi lado, no la miro, por más que quiera moverme mis músculos quedaron inmoviles... Me sonríe, una sonrisa que te obliga a confiar-¿Qué le has hecho?

-Nada que no pueda soportar -Contesta en tono indiferente

-Déjame asegurarme de ello -Dice mientras me toma por las manos. -Todavía no recuerda nada ¿Eh? -Dice a ver mi palidecida cara. La otra simplemente voltea a la pared y bajando la cabeza niega.

Siento su cálida piel olor a lima cerca de mí... Un escalofrió recorre mi cuerpo cuando con ternura abre cada uno de mis dedos que están rígidos como una piedra

-¡No! -Dice mientras nos aparta las manos -No te pongas lela de nuevo...

-Tienes miedo de ser rechazada de nuevo...

-¡Claro que no! ¡No es quien crees! Ella...

-Déjame descubrirlo...

-Sigo siendo más fuerte que tu.., Déjala, ella esta muerta...

-¡Maldita..! -Susurra entre dientes mientras le lanza un par de esposas y se queda presa al aire... Vuelve a buscar mis manos y me mira con ojos heridos y llenos de rabia.
Mis ojos se abren grandemente al ver como se mete en mi interior.

"Te haré volver a donde todo comenzó"

Diario de una DementeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora