My Mission Is To Protect [KAIHUN ].

Capítulo 11.

SeHun era arrastrado por aquel hombre, sabía que su decisión no era la más inteligente, pero ¿Desde cuándo el amor te hace inteligente? Lo único que deseaba era que el mayor estuviera bien, además confiaba que JongIn y todos los demás no se quedarían de brazos cruzados.

Escuchaba los llamados de JongIn, pero el firme agarre de aquel hombre le impedía ir a él. Llegaron hasta el estacionamiento, donde fue brutalmente arrojado a un auto. El hombre tomó las manos del menor.

—¿Qué hace? ¡Suélteme! —SeHun forcejeó con el hombre tratando de zafarse, recibiendo como respuesta una gran cachetada.

El agresor tomó su cara fuertemente.

—Escúchame, niñato. El jefe dijo que no te podíamos matar, pero eso no significa que te saldrás con la tuya —espetó.

—Ustedes no me ordenan —SeHun lo miró con rabia.

El sujeto lanzó con fuerza a SeHun contra el asiento y le dio otra cachetada. El menor quedó aturdido por el golpe, sintió que su boca era tapada con un pañuelo con un dulce y agradable olor, trató de luchar con el hombre, pero su cuerpo empezó a sentirse pesado. Cerró sus ojos lentamente, dejándose llevar por la oscuridad.

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Se despertó lentamente, llevó su mano a su cabeza, la cual le dolía horriblemente. Observó su alrededor, se encontraba en el suelo, en una habitación totalmente vacía, llevo su vista a sus manos. Sus muñecas estaban rodeadas por unas esposas que estaban unidas a la pared a través de unas cadenas.

Ahora se encontraba totalmente perdido, no tenía ni idea donde estaba y mucho menos qué hora era. Sus pensamientos fueron interrumpidos al ver que la puerta se abría, dejando entrar a un hombre.

Un hombre conocido.

—¿DongHae? —preguntó temerosamente. Ahora no entendía nada.

—En verdad mi nombre es Lee DongHae… pero puedes seguir llamándome así —dijo burlonamente—, pero vamos a lo que nos incumbe. El experimento.

—¿Tú estabas detrás de todo esto? —preguntó el castaño.

—Sí, no sabes lo que difícil que fue capturarte, el estúpido de JongIn no te dejaba solo en ningún momento.

—Eso fue para que no se me acercaran asquerosos como tú —espetó el menor.

—Wow, sacando el carácter, lástima que no te servirá de nada —se burló—, tus amiguitos deben estar aún en el lugar de la presentación… si es que siguen vivos.

SeHun abrió los ojos con sorpresa, ¿DongHae se refería a…? No, no podía ser posible, los demás estaban bien… debían estar bien.

—Estas mintiendo —pronunció con temor.

—Estoy diciendo la verdad, mis hombres me contaron que apuñalaron a alguien… supongo que fue a JongIn —informó con maldad.

El menor sintió que su mundo se caía en pedazos, el mismo se había entregado por la seguridad de JongIn. Él debería estar bien. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió una mano tomar su cara.

—Ahora, hablemos de lo que nos incumbe —empezó DongHae—, estoy seguro que sabes dónde se encuentra el experimento.

—No, y si supiera no te lo diría —respondió el menor con rabia.

—Está bien, supongo que tendré que tomar medidas desesperadas —avisó el mayor.

DongHae llevó una mano a la cara de SeHun y empezó a bajarla lentamente por el cuello, el menor se movió con temor y empezó a sentir miedo cuando la mano se coló dentro de su camisa, cerró los ojos desesperadamente. DongHae siguió recorriendo hasta que encontró lo que buscaba, tomó el pequeño objeto y lo retiró con brusquedad.