▪Capítulo 3▪

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20/08/17

El funeral fue hace unos días.
Mamá murió, y yo no pude despedirme, todo dentro de mi cayó a lo más profundo.
Soñar no cuesta nada, y desearía que esto fuera un sueño.

Hoy iré a visitar a Gale.
No encuentro a alguien mejor para charlar sobre esto.

Llegué y toqué la puerta, dudaba sobre si debía venir hoy.

—Hola Aden, ¿Vienes a ver a Gale? —Donna me miró extraño, no como siempre lo hacía con sus ojos marrones llenos de ternura y preocupación, era una mirada peculiar. Ella sabía que algo me pasaba.

—Si Donna, ¿Puedo verle? —pregunté con nerviosismo y cierto fetiche de morder mis labios al estar incómodo.

—Claro, pasa, lo cambiamos de habitación, ya no está en la 512, lo hemos llevado a Aislamiento en la sala 3 —me decía mientras me llevaba al tercer piso, aún no quitaba esa mirada—. ¿Te pasa algo? —cuestionó antes de llegar a la habitación.

—No eh, estoy bien, eh, si —mierda, no soy bueno mintiendo, siempre termino diciendo una idiotez.

—No sabes mentir Aden, ¿Qué sucede? —me frenó suspicaz y preguntó.

—Mi madre murió Donna —no quería tocar el tema, no podía hacerlo, un sabor amargo vino a mi garganta y un ardor en mi estómago se hizo presente.

—Oh, yo... Lo lam —interrumpí inmediatamente.

—No digas que lo sientes, porfavor. No quiero más lástima, no quiero hablar de ello —seguí mi camino y Donna se quedó callada.

—Es en esa puerta, nos vemos en un rato —la vi bajar por el elevador y desaparecer entre las frías y metálicas puertas.

Tomé las llaves que Donna me dió y abrí la puerta lentamente.

—¿Aden McCleary? —escuché la voz de Gale, su voz se escuchaba rota, reseca y dolida.

—Si Gale, soy yo —entré rápidamente y cerré la puerta.

—¡Sabía que vendrías! —me abrazó—.Toma esa Jin, me debes 10 pavos.

—¿Apostaste con Jin? —sonreí inocentemente, el ardor en mi estómago desapareció y se convirtió en una sensación extraña, el sabor amargo se fue.

—Jin dijo que no vendrías, pero yo le dije que si, y entonces apostamos —me soltó y se sentó emocionado esperando a que le contara algo.

—¿Por qué te trajeron a Aislamiento? —interrogué.

Gale se quedó en silencio y su sonrisa desapareció momentáneamente.

—Gale...—sopesé lo peor, temía que hubiese hecho algo malo.

—Tuve un ataque nocturno. Mr.Death me aterrorizó, así que golpeé la puerta hasta romperla antes de que me alcanzara, y la abrí a patadas, salí corriendo con vidrios en la cara y en los brazos. El doctor me paró repentinamente y por instinto lo golpeé. Me dieron terapia de electroshock de nuevo, y grité hasta que mi garganta no dio para más. —balbuseó entre dientes.

—No es justo que te traten así, no deberían usar el electroshock como castigo, ¿Tus medicamentos? —protesté inminente.

—Los tomó todos, pero me hacen más daño que un bien, sólo me drogan, me hacen estar callado y calmado, no quiero estar aquí —gimoteó sensiblemente.

—Estarás bien Gale, todo estará bien —traté de animarle.

Se acercó a mí y delicadamente me susurró al oído.

—Existen hospitales para personas enfermas, pero no existen hospitales para personas normales —se separó cortamente de distancia—.¿Y si las personas normales tambien están enfermas?, ¿Y si la normalidad es una enfermedad?

—Gale Sivan, eres el loco más cuerdo e inteligente que conozco —comenté inmóvil.

Y entonces se acercó a mí y volvió a susurrarme.

—Si ser un normal es un crimen permitido, quiero ser normal Aden —cuchicheó silenciosamente y entonces me besó.

No sabía cómo reaccionar, no iba a quitarme, no le haría sentir mal.
¡Que mierda debo hacer!

«¿Te gusta lo que sientes?»

¿Y tu quién eres?

«Soy alguien llamado inconsciente, ahora responde mi pregunta»

Si, me gusta.

«Entonces no te quites y disfruta»

Entonces hice caso a mi inconsciente y seguí el beso.

Un largo beso.
Sentí el tacto en mis labios, los suyos estaban fríos y suaves, con un leve sabor amargo de medicamentos, era satisfactorio.

A mis 17 años, fue mi primer beso.
La primer sensación extraña en mi estómago.
Mi primer beso con un chico.

¿Qué soy?

El beso terminó y yo estaba impactado al mismo tiempo confundido y nervioso.

—Me gustas, Aden McCleary —se estremeció entre las cobijas.

—Yo... —no sabía que decir, ¿Debía decirle que no era gay?, ¿Debía decirle que estaba mal? —Debo irme.

Salí corriendo de la habitación y cerré la puerta con llave, al salir por el cristal pude ver a Gale soltar unas lágrimas.

Soy un estúpido.

Dejé las llaves en el piso y bajé por las escaleras, no me despedí de Donna, no hablé con el guardia. Simplemente corrí.

¿Qué acababa de hacer?

Gale Sivan me besó.

¿Mamá estaría decepcionada?

Millones de preguntas inundaban mi cabeza, no podía procesarlo, es demasiado para mi.

Llegué a casa, papá estaba dormido en el sofá, tres botellas de alcohol al rededor de el. Tengo miedo, miedo de que mi padre se convierta en un alcohólico por la muerte de mi madre.

Entré rápido a mi cuarto y me dejé caer en la cama. Abrazé mi almohada bruscamente y comenzé a llorar.

—Aden que hiciste —me regañé a mi mismo.

Hice llorar a una persona muy importante para mí, el me besó y yo no me quité.

¿Soy homosexual?

Mamá, dónde estás cuando te necesito.
¿Por qué me abandonaste?
¡Mamá te necesito, necesito tus consejos, necesito tu amor!
¡Quiero que vengas a darme ese beso de buenas noches, que me abraza como cuando era pequeño, me caía y raspaba!

Mamá... Soy homosexual.
¿¡Lo soy?!

Después de un largo tiempo llorando revisé mi reloj. Las dos de la mañana.

Gale ha de estar sufriendo con Mr.Death y aún más por mi culpa.

Es sábado, el otro día de visita es el miércoles.
¿Debería ir de nuevo?

Mamá te quiero...

«Recuerdos»

"Gale Sivan eres  el loco más cuerdo e inteligente que conozco"

"Aden McCleary eres la mejor persona que he conocido"

"Eres lindo, pero no le digas a Kat"

"Me gustas Aden"

Me gustas Gale Sivan.

Delusion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora