▪Capítulo 7▪

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24/08/17

—¿A dónde iremos? —Gale seguía tomando mi mano, y mientras pasaba el rato empezábamos a sudar los dos.

—Lejos Gale —le contesté viendo el camino nublado.

—Define lejos

—Lejos, lo que nunca quisiera estar de ti —me apretó un poco la mano y me sonrojé.

—¿Crees que nos descubran? —preguntó con su inocencia.

—Tal vez

—¿Y si es así? Me llevarán —hizo una mueca.

—Primero tendrán que pasar sobre mi cadáver para llevarte —Dios mío me estoy poniendo como Romeo, basta Aden.

—Eres valiente Aden —miró el camino.

—No, no lo soy, pero debo serlo, debo protegerte —disminuí el paso pues se nublaba más y no podía ver.

—Me pregunto si Mr.Death seguirá acosándome ahora que estoy contigo, es decir, en viaje —me soltó la mano y se abrazó a si mismo.

—No lo hará, yo te protegeré, ¿Dónde está Jin? —entiendo porque se abrazó, empezaba a hacer frío.

—Esta en el asiento trasero, dormido, no hagamos mucho ruido —veía por la ventana como un dulce niño cuando lo llevan al súper mercado.

—¿Y... Kat? —al pronunciar su nombre un sabor amargo se vino en mi garganta, recordar esas escenas eran una tortura para mi.

—No lo eh visto hace dos días —suspiró —.Pero no me interesa, te tengo a ti —sonrió.

Después de horas de conducir encontré un hotel, era rústico y viejo. Pero serviría para pasar la noche al menos.

Estacioné el auto, Gale y yo bajamos y entramos al hotel.

—Una habitación porfavor —le pedí amablemente a la señorita.

—La 102, está en el segundo piso, $300 la noche —le di el dinero y me dió las llaves.

—Gracias —miré su gafete —. March.

Subimos las escaleras, algo añejas y peligrosas. Entramos a la habitación y tenía una perfecta vista de la luna.

—Puedo dormir en el piso... —dijo Gale quieto.

—Tu duermes conmigo en la cama —le tomé la mano y le besé la mejilla.

—Aden McCleary si fueras un pan tostado con jalea oficialmente te comería hasta que no quedase nada de ti, ni migajas. —sonreí, era rara su forma de expresar cariño, pero era especial... Era única.

—Vamos a dormir Gale, con las 11:40 de la noche, mañana tenemos que viajar más —me quité la playera y los zapatos.

Gale sólo se quitó los zapatos.

Nos acostamos en la cama, hacia frío, pero yo no podía dormir con playera. Me abrazó, se recostó en mi pecho y se acurrucó en mi cuello.

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