La puerta se azotó con fuerza,despertando a los dos menores los cuales dormían abrazados en la cama.
El pequeño sintió el peor miedo de toda su vida recorrer su cuerpo,quedando paralizado al ver a su padre parado en la puerta con el cinturón en mano.
-¿Qué te he dicho de acercarte a Golden?-
Jaló al castaño de la pequeña coleta que traía,levantándolo,cristálizando los ojos de este.
-¡P-papi no! ¡Yo le dije que venga!-
Aquella mirada tenebrosa que le dificultaba el dormir tranquilamente por las noches,se fijó en su pequeño y nervioso cuerpo.
Salió del cuarto,el menor se puso de pie y nuevamente escuchó una puerta azotarse,seguido de unos pasos brutos hacía la habitación donde se encontraba.
En unos pocos segundos estaba bajo la cama,tapando su boca para no sollozar.
Soltó un chillido cuando sintió un dolor en sus pies;y un jalón hasta fuera de la cama.
