Quitarle la primera vez al de cabellos castaños para luego arrepentirse y irse de aquella manera fue realmente algo triste y estúpido.
Su teléfono no dejaba de vibrar dentro de su abrigo,por lo cual tuvo que apagarlo para intentar no pensar en eso con intenciones de calmarse para que su padre no notara rastro de lágrimas.
Inhaló con fuerza,queriendo destapar sin nariz sin mucho resultado.
Limpio sus ojos y mejillas con las mangas de su prenda suelta y se puso de pie,caminando hacía el portón de afuera.Ya estando en el patio se fue a la puerta principal de la casa y tocó la puerta con sus nudillos.Luego de segundo esta se abrió,mostrando al peli-rojo algo molesto por la demora.
—Vaya ¿Cuánto más querías tardarte,maldita sea?—
—Perdón pa..—
Se disculpó entrando a la habitación living,la cual se veía primero al pasar al hogar.
—Ya te estaba esperando para jugar~—
Le tomó de la cintura y lo apego a el,acercándose a su cuello empezando a besar este.
El rubio no quería,no tenía ganas y de alguna manera iba a impedir que al menos esa noche no tuvieran sexo.
—P-papá no quiero,hoy,ahora no por favor..—
—Golden.—
Sintió una mano en su mentón,aún teniendo al otro atrás.
Se deslizó hasta bajo la barbilla,haciendo que el de ojos olivos tirara su cabeza levemente hacía atrás.—Tu,pequeña puta,no tienes poder ante nada.—