—¿Qué mierda te dije de hacer amigos?—
Preguntó con rabia el mayor,jalando al pequeño de los cabellos.
—¡A-auch! ¡P-papi,duele!¡Suelta por favor!—
Sus ojos estaban cristalizados,sus manitas pequeñas sobre el brazo del mayor mientras le miraba.
—¿No que no te gustaba el cinturón?—
Volvió a preguntarle algo al menor,mientras desabrochaba la evilla del objeto mencionado.
El pequeño soltó un sollozo,el timbre de la casa sonó.
El peli-rojo chasqueó la lengua tirándolo al sofá con brusquedad,para luego ir y abrir la puerta.
Luego de unos minutos en los que el de ojos olivezcos lloraba tapando su cabello con sus mangas,llegó su papá.
—¿Q-quién era,p-papi?—
Preguntó con la voz entrecortada,dedicándole una sonrisa llena de miedo fingiendo ser una tierna.
—Freddy.—
Fue lo último que dijo,para luego bajarse los pantalones frente al menor.